Capítulo 9

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Estoy apoyada en el corral de madera viendo corretear a los caballos mientras escucho música desde mi móvil. Pienso en los últimos acontecimientos y un escalofrío recorre mi espalda, quedan apenas cinco horas para la visita de Los seis y los nervios nos comen a todos. Como no se les puede recibir de cualquier manera, Nicolas ha empezado a montar algo así como una fiesta de gala para darles la bienvenida, todas las personas que viven en el castillo corren para arriba y para abajo intentando que todo esté en orden a tiempo. Yo al final, he tenido que salir del castillo porque me estaba agobiando solo de pensar el por qué vienen aquí. Miro a los caballos, libres, sin ningún problema ¡Dios cómo desearía ser uno de ellos!, observo a una de las yeguas que tengo más cerca y veo algo raro en ella.

-Hola.

Me giro y veo a la chica rubia que estaba en los establos cuando fuimos a dejar a Trueno con una sonrisa en el rostro.

-Hola. -Sonrío también. -¿Dana verdad?. -Pregunto haciendo memoria.

-Sí. -Contesta y parece sorprendida porque recuerde su nombre.

-Yo soy Iris. -Me presento.

-Lo sé, eres famosa por aquí. -Dice y ahora la sorprendida soy yo. -Bueno, eres la dueña de todo esto junto a tu hermano. -Aclara.

-Uff, no me digas eso que me agobio de solo pensarlo. -Dana se ríe, cualquiera se pensaría que estoy bromeando pero la verdad es que todo esto me abruma. -Por cierto, ¿Has visto a esa yegua comer y beber?.

Se queda parada por unos instantes a causa del rápido cambio de conversación y después de meditarlo contesta:

-Pues no sabría qué decirte, la han traído esta mañana y yo no estaba por aquí. ¿Por qué lo preguntas?.

-Pues...

-¡Iris!. -Me interrumpe la voz cantarina de Lexie.

-Hola cielo. -La saludo mientras la cojo y veo cómo su tío se acerca a nosotras.

-El tito me ha dicho que tú me puedes hacer un peinado de princesa para esta noche. -Dice con una sonrisa enorme.

-¿A si?. -Pregunto mirando a Gabriel, este sonríe como un canalla y a mi lado oigo la risa de Dana también.

-Sí. -Responde la niña inocente a lo que pasa a su alrededor.

-¡Pues no se hable más!, luego te peino como una princesa.

-¡Bien!. -Aplaude mientras le dejo en el suelo.

Lexie ve a unos amiguitos suyos y se va corriendo hacia el castillo para jugar con ellos.

-Podrías preguntar antes de asumir las cosas, ¿no?. -Le reprocho.

-Es más divertido ver la cara que se te queda en el momento. -Suelta.

-Imbécil.

-No le hagas caso, ha sido así toda la vida. -Dice de repente Dana y suelto una carcajada. Creo que me va a caer bien esta chica. -¿Por qué me preguntabas aquello?.

Me pregunta y recuerdo la conversación qué estábamos teniendo.

-Dame tres minutos. -Digo.

Me agacho y entro en el corral, camino hasta la yegua y cuando estoy a su lado la acaricio para que no se ponga nerviosa.

-¿Qué pasa?. -Pregunta Gabriel a mis espaldas.

-Creo que está deshidratada. -Comprimo la piel del cuello del caballo y cuento los segundos que tarda en volver la normalidad, después con maestría, abro su boca y aprieto la encía volviendo a contar los segundos que tarda en volver a su color inicial. -Está deshidratada, aunque debería hacerle unos análisis de sangre para asegurarnos.

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