Capítulo 15

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Me acerco a Enzo despacio, sin dejar de mirarle a los ojos ni un solo segundo, intentando descubrir algo en su mirada: Esperanza. Esperanza de que me haya perdonado por todo el daño que sin duda le habré hecho. Pero su mirada es fría y eso hace que me detenga a unos pasos delante suyo, volviendo a revivir todos los recuerdos junto a él, y me castigo a mí misma por lo mala persona que fui con Enzo después de todo lo que vivimos. La vista se me nubla y por mucho que yo no quiera, una lágrima solitaria acaba descendiendo por mi mejilla.

-Lo siento. -Susurro.

Enzo suspira, baja la mirada al suelo mientras se pasa una mano por el pelo y cuando vuelve a mirarme, veo la calidez con la que tantas veces me había mirado antes.

-Ven aquí anda. -Dice abriendo sus brazos y no lo dudo ni un segundo. -Me tenías muy preocupado.

-Perdona. -Me disculpo por lo que les he hecho pasar a la vez que me separo de Enzo. -¿Qué hacéis aquí?. -Pregunto con curiosidad.

-Pues no te lo vas a creer, pero el dueño del hotel en el que nos hospedamos nos ha recomendado este restaurante. -Dice con una sonrisa. -Lo que no me esperaba era la sorpresa que venía con él. -Me guiña un ojo.

-La pregunta es, ¿qué haces tú aquí?. -Pregunta Alessandro uniéndose a nosotros.

-Es una larga historia, pero resumiendo, es el lugar donde trabajo ahora.

-Vaya, creo que ya sabemos dónde vamos a venir a comer cada día. -Bromea Alessandro y sonrío junto a ellos.

-Pues acompañarme y os llevo hasta vuestra mesa. -Digo y miro en dirección a Gabriel pero me sorprendo al no verlo. -Vamos. -Les digo y les llevo hasta el comedor.

Hablo con Carmen que es la que se encarga de distribuir las personas en las diferentes mesas y cuando me dice dónde se puede sentar les acompaño hasta la mesa, y después camino a la cocina.

-Hola. -Saludo a mi hermano.

-¿Ves toda aquella comida de allí?. -Me pregunta Nico señalándome tres platos llenos de comida.

-Sí.

-Pues hasta que no te lo comas todo no te levantas del sitio. -Me dice y suelto una carcajada.

-Estarás de broma, no puedo con todo eso.

-No has pasado por aquí en todo el día para comer, así que supongo que no habrás probado nada desde ayer. -Dice en un tono serio. -Ya puedes estar comiendo.

-Está bien. -Digo riendo todavía.

-Por cierto, han venido unos amigos a comer. -Le explico a mi hermano mientras me siento y empiezo a comer el pollo que tengo en el plato.

-Me alegro, ¿Cómo se llaman?. -Pregunta mientras saltea unas verduras en una sartén.

-Alessandro y Enzo Sorrentino, son hermanos.

-¿Eres amiga de Enzo Sorrentino?. -Pregunta Savannah entrando a la cocina de repente mirándome fijamente y asiento con la cabeza. -¿Del cantante italiano Enzo Sorrentino?. -Vuelve a preguntar sin dar crédito.

-Vaya, no sabía que te gustara. ¿Quieres que le pida un autógrafo?. -Enarco una ceja.

-Hombre, ya que te pones, podrías pedirle que cante conmigo en el show de mañana por la noche. -Me suelta

-¡Tendrás morro!. -Me carcajeo.

-Si lo hago por el restaurante mujer, para que tenga más fama.

-Si claro. -Digo sin poder dar crédito.

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