Me acerco a Enzo despacio, sin dejar de mirarle a los ojos ni un solo segundo, intentando descubrir algo en su mirada: Esperanza. Esperanza de que me haya perdonado por todo el daño que sin duda le habré hecho. Pero su mirada es fría y eso hace que me detenga a unos pasos delante suyo, volviendo a revivir todos los recuerdos junto a él, y me castigo a mí misma por lo mala persona que fui con Enzo después de todo lo que vivimos. La vista se me nubla y por mucho que yo no quiera, una lágrima solitaria acaba descendiendo por mi mejilla.
-Lo siento. -Susurro.
Enzo suspira, baja la mirada al suelo mientras se pasa una mano por el pelo y cuando vuelve a mirarme, veo la calidez con la que tantas veces me había mirado antes.
-Ven aquí anda. -Dice abriendo sus brazos y no lo dudo ni un segundo. -Me tenías muy preocupado.
-Perdona. -Me disculpo por lo que les he hecho pasar a la vez que me separo de Enzo. -¿Qué hacéis aquí?. -Pregunto con curiosidad.
-Pues no te lo vas a creer, pero el dueño del hotel en el que nos hospedamos nos ha recomendado este restaurante. -Dice con una sonrisa. -Lo que no me esperaba era la sorpresa que venía con él. -Me guiña un ojo.
-La pregunta es, ¿qué haces tú aquí?. -Pregunta Alessandro uniéndose a nosotros.
-Es una larga historia, pero resumiendo, es el lugar donde trabajo ahora.
-Vaya, creo que ya sabemos dónde vamos a venir a comer cada día. -Bromea Alessandro y sonrío junto a ellos.
-Pues acompañarme y os llevo hasta vuestra mesa. -Digo y miro en dirección a Gabriel pero me sorprendo al no verlo. -Vamos. -Les digo y les llevo hasta el comedor.
Hablo con Carmen que es la que se encarga de distribuir las personas en las diferentes mesas y cuando me dice dónde se puede sentar les acompaño hasta la mesa, y después camino a la cocina.
-Hola. -Saludo a mi hermano.
-¿Ves toda aquella comida de allí?. -Me pregunta Nico señalándome tres platos llenos de comida.
-Sí.
-Pues hasta que no te lo comas todo no te levantas del sitio. -Me dice y suelto una carcajada.
-Estarás de broma, no puedo con todo eso.
-No has pasado por aquí en todo el día para comer, así que supongo que no habrás probado nada desde ayer. -Dice en un tono serio. -Ya puedes estar comiendo.
-Está bien. -Digo riendo todavía.
-Por cierto, han venido unos amigos a comer. -Le explico a mi hermano mientras me siento y empiezo a comer el pollo que tengo en el plato.
-Me alegro, ¿Cómo se llaman?. -Pregunta mientras saltea unas verduras en una sartén.
-Alessandro y Enzo Sorrentino, son hermanos.
-¿Eres amiga de Enzo Sorrentino?. -Pregunta Savannah entrando a la cocina de repente mirándome fijamente y asiento con la cabeza. -¿Del cantante italiano Enzo Sorrentino?. -Vuelve a preguntar sin dar crédito.
-Vaya, no sabía que te gustara. ¿Quieres que le pida un autógrafo?. -Enarco una ceja.
-Hombre, ya que te pones, podrías pedirle que cante conmigo en el show de mañana por la noche. -Me suelta
-¡Tendrás morro!. -Me carcajeo.
-Si lo hago por el restaurante mujer, para que tenga más fama.
-Si claro. -Digo sin poder dar crédito.
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AIRE
Fantasy¿Cómo te sentirías si de repente descubres que tu familia te ha estado mintiendo hasta ahora?. Ya te lo digo yo, perdida. Así es como me sentí cuando descubrí que vivía en un mundo que no creía posible, dónde las brujas y sus poderes son las protago...