Stranger Things // Will Byers y tú // "JUST, YOU AND ME"

Extra#2

¡SORPRESA!:

Narra Ellie:
Dos meses después de la mudanza de los Byers...

Cuando los Byers se fueron, lo empecé a pasar peor que antes. El vaso que tenía a punto de rebosar le faltaba solo una gotita, y esa era la que colmó el vaso. Con todas las cosas que me habían pasado, no soportaba una más. Así que, me cansé de fingir y se notaba que casi ni dormía ni comía. Las pesadillas con mi padre y todo mi pasado en general no cesaron, seguían ahí. Incluso empeoraron, como si alguien las hubiera implantado en mi cabeza o algo así. Hablaba con Steve y los chicos muy poco durante todo el día, no tenía ánimos. No podía más...

Noté a Max mucho más decaída que hace unos meses, estaba muy poco con nosotros. Si no estaba sola, estaba conmigo. Pero por lo general, casi ni la veía ya. Y eso dolió, porque no solo se fue una amiga, si no dos. Y no sabía si era por mi culpa porque había hecho algo mal o no. Para desestresarme, empecé a dar golpes a mi saco de boxeo. Y cuando todo me sobrepasaba, hablaba con la foto de mi madre. Ella era la única que me entendía.

Y eso es lo que estuve haciendo desde que se fueron hasta las vacaciones de primavera. Odiando todo a mi alrededor.

-¡Ellie, baja al salón!- me gritó Steve desde abajo.

Yo suspiré y dejé de leer, bajé enfadada las escaleras y cuando fui al salón, lo vi liado con las decoraciones navideñas. Y sí, estábamos en vacaciones de Navidad. Lo que significa que los Byers vendrían a celebrar la Navidad con nosotros y...que faltaba muy poco para mi cumpleaños. Nunca había celebrado uno. Y por eso los odiaba, supongo.

-¿Qué?- le pregunté cortante.

-¿Me ayudas a poner el árbol?

Yo no dije nada pero fui pesadamente a ayudarle. No tenía ánimos para hacerlo. Mientras ponía algunas bolas, notaba la mirada de Steve pendiente de mí. Eso solo significa una cosa.

-¿Qué?

-Bueno...solo quería saber si estabas emocionada por Navidad...porque vienen los Byers y eso...

-Sí.

-Y también...por tu cumpleaños...

Yo desvié la mirada.

-Sé que no te gusta hablar del tema y tal pero...¿qué es lo que quieres por tu cumpleaños?

-Morirme- murmuré.

Y ojalá lo dijera de broma.

-¿Qué has dicho?

-No lo sé.

Él se volvió a quedar callado, solo me miraba. Nuestras conversaciones se habían vuelto así: él me decía de todo, y yo solo le respondía con monosílabos o respuestas cortas.

-¿Quieres salir a dar una vuelta o algo?

-No tengo ganas.

Él suspiró, poniendo las luces al rededor del árbol. Su mirada se hacía más penetrante.

-¿Quieres hablar del tema?

Yo suspiré lentamente.

-No.

Nosotros terminamos de poner el árbol y luego yo seguí poniendo un par de adornos. Al ya haberme cansado, me fui a mi cuarto y me encerré allí. Ya no tenía ganas de leer ni nada. Me tumbé en mi cama y empecé a llorar, pensando por lo que había pasado. Y odiaba hacerlo. Odiaba llorar con toda mi alma, me hacía sentir débil y vulnerable. Y yo era de todo menos eso. ¿De verdad me merecía eso? Unas cuantas horas después, Steve tocó en mi puerta.