Stranger Things // Will Byers y tú // "JUST, YOU AND ME"

*Capítulo 2*

LA MALDICIÓN DE VECNA:

Narra Ellie:
*Ropa: Camiseta verde oscura, chaqueta gris, pantalones vaqueros y converses blancas.

Otra vez las pesadillas...

Solo escuchaba la voz de mi padre diciéndome: Elizabeth...te voy a matar. Elizabeth, estarás muerta...Elizabeth, no te podrás escapar...

Era constantemente así. Y lo peor es que no le veía, estaba en un fondo entre morado y azul mientras corría de él. Hasta que abrí los ojos y me di cuenta de que estaba en el sofá del sótano de Mike durmiendo. Yo estaba muy cansada así que me volví a recostar, intentando no pensar en mi sueño. Unos pasos apresurados se escucharon.

-¡Ellie, arriba! ¡Llegamos tarde!- me gritó poniéndose una chaqueta.

Vale, me había despertado por completo y eso no era bueno.

Mike estaba cavando su propia tumba por haber hecho eso.

-¡Véte a la mierda, Wheeler!- me di la vuelta y me puse el cojín en la cabeza, tapándome por completo.

-¡Estás bajo mi techo! ¡Te obligo a que te levantes!

Yo le saqué el dedo del medio.

Odiaba que me despertaran.

-Tú lo has querido- se acercó a mí y me quitó el cojín.

-¡Oye!

-¡Vamos a perder el avión! ¡Si quieres ver a los Byers más te vale levantarte de una vez!

Mierda.

Verdad.

-¡Haber empezado por ahí!- le grité y ya que estaba enredada con la manta, al levantarme, me caí al suelo.

-¡Ellie, vamos!- me dijo subiendo las escaleras.

-¡Que ya voy!- al parecer era imposible quitarme la manta de encima. Era más grande que yo.

-¡Corre, levántate!- Mike me estaba sacando de quicio y solo llevaba unos segundos despierta.

-¡Eso intento!- y por fin pude levantarme, al ya estar vestida lo único que tuve que hacer fue coger mi bolsa y salir pitando -¡Adiós, familia Wheeler!- me despedí corriendo.

-¡Tened cuidado!- nos gritó su madre desde la puerta.

Mike y yo corrimos lo más rápido que pudimos hacia el aeropuerto, esquivábamos personas, animales...en conclusión. Teníamos mucha prisa.

-¡Ellie, date prisa!- Mike iba por delante de mí.

-¡No es mi culpa que tengas las piernas tan largas!

Una vez llegamos a el aeropuerto, el avión ya se estaba yendo.

-¡No, espere!- gritó Mike a la mujer del chek-in.

Sin embargo el avión se fue, dejándonos tirados a Mike y a mí.

-¡Ahí te voy suelo!- grité tirándome en él. Me dolían mucho las piernas. No había nadie cerca.

-¿Qué estás haciendo?

-Dándole un abrazo al suelo- rodé los ojos- No he desayunado y encima he corrido un maratón, estoy cansada.

-Levanta, anda. Vamos a preguntar a qué hora sale el próximo avión.

Yo volví a rodar los ojos.

Seguí a Mike y ambos nos fuimos a recepción. Allí un hombre con cara de pocos amigos nos atendió.

-Perdone, ¿a qué hora sale el próximo avión a California?- le preguntó Mike.

-A ninguna- dijo sin ni siquiera mirarnos.