Capítulo 9

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¡Hello!

Publico de nuevo, porque ayer fue el especial 🤭 este capitulo será algo lamentable para Dipper, pero por fin se dará a conocer un misterio que dejo Bill 😏

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Dipper

-Dipper, ¿has oído hablar del corazón de los demonios? -me preguntó Mason sereno, como siempre, importándole poco mis refunfuños.

-No. -respondí con un gruñido.

-El corazón de un demonio funciona como un contenedor de sus poderes, en el caso de los hermanos Cipher's regulan sus poderes para evitar que la dimensión colapse; sin embargo, al conocer a su Agapē esa deja de ser la función del corazón, sus poderes se magnifican con tal de proteger a su compañero y el corazón empieza a latir como señal de amor, sin nosotros sus corazón empiezan a perder esas facultades. -me soltó de la nada información completamente innecesaria.

-¿De qué rayos estás hablando? -pregunté molesto, completamente confundido con sus palabras.

-¿Eso significa que no podemos separarnos de ellos? -preguntó confundido Tyrone llevando una mano a su mentón.

-¿Tú demonio no te contó sobre estas cosas? -preguntó desconcertado Mason.

-Te recuerdo que Phill no sabe absolutamente nada sobre los Agapē's o lo que implica que yo lo sea. -le respondió Tyrone rodando los ojos.

Bueno, Phill siempre ha sido músculos. -pensé soltando un largo suspiro. -¿Cuando se acabara esto?

-No es que no podamos, pero es recomendable no hacerlo durante mucho tiempo o ambos lados empezaran a tener síntomas de abstinencia como en el caso de Dipper. -dije simple Mason.

Fruncí el ceño ante esa mención, me levanté golpeando la mesa muy molesto. -¡¡No tengo...!! -detuve mi propio grito al procesar esas palabras. -¿Soy... el Agapē de Bill? -pregunté dejándome caer a la silla consternado.

-Dipper, ¿estás bien? -me pregunto Soos entrando rápidamente al lugar.

-Estoy bien, Soos estoy hablando con unos amigos. -comenté sin poder mirarlo, me sentía extraño recordaba todos esos momentos felices con Bill, pero a la vez los últimos recuerdos del Raroarmagedon me atormentaban.

Ni yo me entendía.

Me sentía aturdido recordando mi decisión de vencerlo y hacerle sacar la verdad así sea a fuerza, gritar y maldecir por lo que hizo; sin embargo, aquí estoy, feliz de saber que soy su Agapē pero a la vez muy molesto porque nunca me lo dijo.

-Si necesitas algo me dices. -me dijo, se escuchaba preocupado.

-Claro. -respondí por inercia, tenía mucho miedo en hacer esta pregunta, la que tanto me atormenta estos años, aún así tengo que hacerla. -Si... soy su Agapē, ¿Por qué me mintió? ¿Por qué hizo el Raroarmagedon? ¿Por qué nunca me contó sobre eso? -pregunté desesperado.

Me siento impotente, molesto, como si en cualquier momento fuera a explotar, el vivido recuerdo de su cuerpo cambiar de color negro cuando me enfrento se me repetía una y otra vez en la mente.

-Bueno eso... -habló Tyrone al ver una mueca en su rostro, supe que no sabía nada.

Molesto miré a Mason, su mirada firme me hizo saber que sabía algo.

Él soltó un largo suspiro. -Yo lo sé, más bien lo vi. -comentó frotando su entrecejo. -En ese tiempo ustedes iban a firmar el contrato antes que acabara el verano. -afirmó con una mirada seria, entrelazando sus manos llevando sus codos en la mesa poniendo todo su peso en ellas.

Contrato II: RevelacionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora