Capítulo 54

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Narrador 

Así cada uno se sentó en la mesa del comedor. —Como bien saben soy el demonio de la locura, así como que Dipper es mi Agapē.

De pronto el padre de Dipper alzó la mano.

—Es el alma gemela, la otra mitad, la media naranja, el amor de su vida; para un demonio es lo más importante en su vida, al punto de ser la debilidad más apreciada si un Agapē mata a su demonio este morirá de verdad. —soltó de pronto Eric dejando sorprendido a muchos, a excepción de los demonios eso era conocimiento básico.

—¿Un agapē puede matar a un demonio? —preguntó interesado Ford, sin importarle que los padres de los gemelos estén apenas dirigiendo la información.

—Los casos de esos solo se han visto en parejas con íncubos o súcubos debido a desesperación, es improbable que en un caso normal una pareja se llegue a matar porque es demasiado doloroso perder a tu pareja. —explicó Rubit.

—Eso explica lo que le pasó a Dipper. —comentó Alex comprensivo.

—Espera, ¿a que te refieres? —preguntó el padre conflictuado.

Bill soltó un largo suspiró, tener que escuchar sobre el sufrimiento de su pequeño no era grato. —Cuando Dipper estuvo aquí la primera vez, pasaron muchas cosas. —dijo pasando una de sus manos por su rostro. —Cuando empecé a salir con Dipper las cosas eran maravillosas. —dijo con una suave sonrisa recordando los buenos momentos. —Hasta que hubo una predicción, mi antiguo jefe lo asesinaría. —su mirada pasó a ser oscura. —Así que destruí la línea del tiempo de Gravity falls, y cambie el destino de todos, por eso Pinetree volvió a California.

—¡Mi hijo iba a morir! —se escandalizó la madre.

—¿Dónde estabas tú en todo esto? —preguntó con severidad el padre.

Un largo silencio se dio, todos sabían lo que tuvo que pagar Bill por la vida de su agapē. —Para cambiar el destino de todos, yo debía desaparecer así que forcé a los pares de gemelos a encerrarme en una piedra, no debía salir de allí hasta un milenio como mínimo.

—¿Por eso sufrió tanto mi niño? ¿Por tu culpa? ¿Y-Y...? ¿Cómo es que estás aquí? —preguntó Martha.

—No creí que nuestro vínculo fuera tan fuerte como para afectarle tanto. —murmuró Bill, se podía percibir el dolor, el agobio y la felicidad.

—¿No creías...? —preguntó con sospecha el padre.

Bill estaba en un interrogatorio pero no le molestaba tener que hablar de su pequeño.

—Convivimos la mitad del verano, normalmente para tener tal conexión con tu Agapē se tardan años. —dijo seguía sin comprender eso, pero se amaban y era lo único que le importaba. —Para Eric y Rubit les tomó tres años empezar a establecer una conexión, todavía les falta mucho sin mencionar que fueron ayudados pero aún así les tomó años para hacerlo; a mi hermano mayor le tomó cinco años completar por completo su conexión; y al menor le tomó cuatro; sin embargo, la nuestra fue demasiado fuerte aunque no estuviera completa hasta hace poco fue que se completó por completo, el punto fue que incluso incompleta nuestra conexión era irremediablemente grande. —soltó agotado sabiendo lo complicado que era.

Nadie dijo nada, solo pudieron mirarlo sintiendo pesar por él.

—Pero eso no volverá volverá suceder. —su exclamación firme trajo seriedad al momento. —Hoy Dipper activo el poder de Eric, la predicción, nos hizo ver un evento traumático para ambos; ninguno puede recordarlo así lo quiso el inconsciente de Dipper. Pinetree ya tiene un plan en mente del cuál está en funcionamiento, el problema será cuando vengan por Dipper. —empezó a explicar con calma y con el mayor detalle que podía. —Los ángeles deben estar alistando una guerra, no descansarán hasta eliminarlo porque amenaza el balance, ¡debemos acabarlos si o si!

Contrato II: RevelacionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora