Capítulo 28

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Dipper

Bill se había ido hace unas horas, ya estaba aburrido.

¿Por qué no vuelve?

¿Ya será de día?

Solté un largo suspiró. —Esto es aburrido, quiero ir con Bill. —exclamé ya molesto con estar allí, de repente mis párpados empezaron a pesar así que cerré los ojos, al abrirlos de nuevo Bill estaba abrazándome.

—Ya sé que estás por aquí, solo sal. —dijo en un tono cansado.

—¿Con quién hablas Bill? —le pregunté extrañado acercándome pasando mis brazos por sus hombros.

—¿Eh? —soltó sorprendido mirándome. —Que bien que despiertas, cariño. —me dijo en un tono amoroso besando mi mejilla. —Estaba pensando en hacerte una demostración de comida.

—¿Enserio? —le pregunté emocionado, al ver un asentimiento me lance a besarlo.

Cuanto amo a este demonio lunático.

—¡Ejem! —una voz me alertó que no estábamos solos, por lo que me escondí en su pecho.

—Jack, ¿porque dañas los mejores momentos? —se quejó mi hermana, seguramente con mohín en los labios por haber interrumpido su sesión de fotos.

Estaba avergonzado pero un vacío en mi estómago fue mucho más importante. —Bill, tengo hambre.

—Bien, iré a prepararte algo. —me dijo suavemente acariciando mi cabello.

Pero yo solo me puse nervioso, fruncí el ceño ante la necesidad tan abrumadora. —Bill, tengo hambre. —volví a repetir apretando mi estómago. —Mucha hambre, siento que voy a morir, Bill. —le dije hasta para mi era extraño.

Él se tenso antes de hacerme levitar y dejarme en la cama mientras iba a la cocina.

—Dip, ¿te sientes bien? —me preguntó mi hermana.

—Mabel, tengo tanta hambre que creo que puedo morir. —le respondí asustado apretando mi estómago. —Duele, duele mucho. —me queje.

—Esto debería ser imposible. —se alarmó Rubit. —Yo-Yo le haré una nota a Will. —murmuró ansiosa.

—Hey, Dipper tranquilo. —me dijo Jack, sentí como se sentó a mi lado cosa que me puso nervioso. —Todo estará bien. —al sentir su mano acercarse a mí lo mire temeroso.

—No me toques. —le advertí, me sentía en pánico.

—Hey, hey, solo me preocupó por ti. —trato de aligerar el ambiente volviendo a acercar su mano.

Solo hizo crisparme más, invoque las llamas de Bill que me cubrieron todo el cuerpo; sin embargo una llama color amarillo en una tonalidad parecida a la banana, desprendía la misma seguridad que las de Bill, pero no entendía de donde salió.

—¡Dipper, por favor cálmate! —me habló Alex. —No queremos hacerte daño, tampoco te vamos a tocar, ¿bien? —me dijo paulatinamente con suavidad.

Asentí antes de volver a ver la llama amarilla tono banana, las demás desaparecieron pero quise seguir viendo esa.

—Amor, es todo lo que puedo preparar en un par de segundos pero hay panqueques en la sartén y muchos más huevos con tocino. —me dijo Bill acercándose a dejar un plato con cinco huevos, seis tocinos y cuatro rebanadas de pan con un gran vaso de batido mora azul.

—No crees que exageraste. —murmuró mi hermana conociendo la cantidad que como habitualmente; sin embargo, hoy era diferente eso no era suficiente aún así empecé a comer como si no hubiera mañana

Contrato II: RevelacionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora