Capítulo 3

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Narrador

—B-Bueno yo me voy. —dijo nerviosa Rubit antes de salir corriendo fuera de la cabaña.

—¿Qué sucede aquí? —preguntó extrañado Dipper bajando por las escaleras con los demás, encontrándose a su amigo rojo hasta las orejas e incluso sus manos y codos, se veía bastante tierno.

—¡¡Tíos!! —gritó Mabel emocionada saltando hasta sus tíos. —Gracias por recibirnos con mis sweater. —dijo saltando a los brazos de sus tíos.

—¡Oh, calabaza! —dijo Stan devolviendo el abrazo.

—¿Mabel? ¡Estás realmente grande! —le siguió Ford devolviendo igual el abrazo firmemente.

—Tu también estás enorme, Dipper. —le dijo Stan animado extendiendo uno de sus brazos. 

—Y ustedes están viejos. —rió entretenido Dipper tomando su mano.

—Oh, muchacho, no nos restringes tu juventud. —exclamó Ford palmeando el hombro del castaño.

—¿Qué tienen planeado? —preguntó Stan una vez se separaron.

—Vamos a ir a pasear al pueblo. —contestó alegre.

—Buena suerte entonces. —comentó Ford con una gran sonrisa, de las pocas veces que se le veía sonreír.

—Nos aprobaron, ¡Andando! —gritó alegre tomando la mano de Eric que seguía tenso y rojo, y la de Alex antes de salir embalada hasta afuera.

—Tendremos que seguirla. —comentó con un largo suspiro Dipper empezando a seguirla, por consecuencia Jack también lo siguió.

La caminata al pueblo pasó entre risas, saludos de los habitantes que se acercaban para tomar la mano de los gemelos, comentarios entusiasmados de Mabel sobre los cambios del pueblo que se veía más moderno, el centro comercial que había sido extendido, sin mencionar los centros recreativos, cines, el pueblo parecía una pequeña ciudad a la lejanía se lograba ver unos grandes edificios que parecía ser una gran Universidad.

—¿Dipper? ¿Mabel? —escucharon una voz impresionada aun lado de ellos. —¡Oh, por Dios! ¡Son ustedes! —exclamó animada una hermosa rubia de ojos azules acercándose a ellos, con un porte elegante y su ropa lujosa.

—¿Pacífica? —preguntaron impresionados los gemelos.

—¡Estás increíble Paz! —gritó emocionada Mabel saltando para darle un fuerte abrazo a la chica.

—Muchas gracias, Mabel, tú también te ves genial. —le respondió Pacífica con una sonrisa devolviéndole el abrazo.

—Muchas gracias. —le respondió Mabel, apartándose luego de unos segundos.

—Y tú Dipper… —comentó Pacífica acercándose al gemelo. —Te ves… impresionante. —hablo con las mejillas rojas.

—Solo me estás adulando. —comentó rodando los ojos extendiendo su mano para saludarla.

—No, hablo en serio. —dijo ella, sin importarle la mano se acercó y lo abrazó, dejando sorprendido al chico.

—Ehh. —soltó algo incómodo aún así devolviéndole el abrazo. —Entonces te creeré.

—Ejem. —soltó Jack molesto por la cercanía.

—He, lo siento. —dijo nerviosa la rubia separándose del gemelo. —Mucho tiempo. —siguió mirando al suelo con las mejillas al rojo vivo.

Un silencio incómodo los cubrió por completo. 

—¿Cómo... te ha ido? —preguntó Mabel queriendo derribar el incómodo ambiente.

Contrato II: RevelacionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora