Capítulo 12

54 14 10
                                    

Lo único que puedo decir aquí es...

Disfruten 😏

Este es solo la introducción y el siguiente será a un mejor 🤭

-

Dipper

La noche había caído tuve que responder muchas preguntas, algunas muy íntimas e incómodas de parte de mi hermana.

Para rematar había hecho de todo para quitarme los brillos del polvillo, incluso mi tío Ford me dijo que buscaría algo para quitarme esto, claro que fue después de soltarme un montón de preguntas de por qué las hadas se me acercaron, lo cual evadí con ayuda de mi hermana.

Me di un largo baño de espuma haber si se quitaba y nada, no se quita, como no se que hace Bill para quitarla no pude utilizar magia.

Me tiré a la cama con fastidio, mire mis brazos que seguían absorbiendo ese polvillo. Frustrado resople antes de acomodarme en mi cama, me envolví en mi sábana y antes de que me diera cuenta me dormí.

⚠️ Advertencia +14 ⚠️

Pinetree. —escuché la voz haciendo eco de Bill. —Pinetree.

De repente desperté en mi habitación, frente a mí estaba él, mi tonto demonio de ojos brillantes color miel.

B-Bill, ¿ya volviste? —pregunté tontamente, me sentía demasiado nervioso.

—Si, y… quisiera recompensarte por haberte hecho sufrir todos estos años. —murmuró suavemente empujando con calma mis piernas antes de subir hasta mi rostro.

B-Bill, qu-que… —traté de decir poniendo mis manos en sus hombros para empezar a empujarlo, pero tomó una de mis manos y la deslizó tras su nuca.

—Solo disfruta, mi amado Agapē. —me susurró en el oído empezando a besar mi mejilla, rápidamente empezó a bajar, repartiendo besos por todos lados.

Bi-Bill~ por favor para~ —dije con mi voz tambaleante sintiendo sus caricias por todo el cuerpo, sin contar sus besos. —Ha~ Nhg~ Hum~

¿Está jugando con mis pezones? 

Espera… 

¿Y mi camisa? —pensé atontado sintiendo sensaciones electrizantes recorriendo mi cuerpo.

—¿De verdad quieres que pare? —me preguntó sensualmente acercándose a mí rostro, mirándome con un brillo de lujuria pura. 

—S-Si~ Ah~ —volví a soltar sin querer cuando sentí su mano helada tocar mi miembro.

—Esto no dice lo mismo. —susurró con descaro masajeando mi miembro por encima del pantalón.

—Ha~ Bi-Bill~ Nm~ Bill~ Hum~ —lo llamé sin descaro, pasando mi otra mano y entrelazarla contra sus cabellos dorados. —Bill~ tócame más, por favor~ —le pedí entre suspiros y gemidos.

Lo que ordené, Mi Lord. —me susurró poniendo sus labios por encima del corazón empezando a chupar esa zona.

¿Eh? ¿Esto… es muy parecido…? 

⚠️ Fin de la Advertencia ⚠️

Abrí los ojos jadeando, miré a los lados todo estaba oscuro, pero podía ver un poco debido a la luz de la luna que se filtraba por mi ventana.

Acerque mi mano al mueble de mesa a mi lado, aún con mi mano temblorosa tome mi teléfono verificando la hora.

—Apenas son las cuatro de la madrugada. —refunfuñe con fastidio, deje el teléfono antes de pasar mi mano por mi cabello apartándolo hacia atrás.

Mi corazón latía como loco, mi cuerpo crispándose a cada momento, mis manos sudando aparte de los temblores.

Pasé mi mano por mi pecho buscando mi collar, lo que causó un estremecimiento.

—¿Eh? —solté confundido ante la reacción de mi cuerpo. Trague nervioso bajando lentamente mi mano hasta llegar a mi parte baja.

Jadee excitado al sentir el bulto entre mis piernas. —Oh, mierda. —volví a soltar sorprendido. —¡¿Por qué estoy tan sensible?! —me pregunté nervioso y atormentado.

Nunca me había sentido así, la verdad jamás tuve atracción sexual a nadie, ni siquiera había sentido necesidad de tocarme, ni mucho menos había tenido un sueño húmedo.

En ese tiempo me sentía como un bloque de hielo que no sentía nada por nadie, ni nada en particular por lo que estuve tentado a herirme físicamente, pero siempre que trataba de hacer algo como eso aparecía Rubit de la nada a arrastrarme a algún lado.

En mis intentos de citas hubo algunas que se me insinuaron, pero cuando alguien se me acercaba sentía una punzada en el pecho que recorría todo mi cuerpo, ahora que tengo todos mis recuerdos era mi propio cuerpo tratando de advertirme que solo había alguien para mí y su nombre es Bill Cipher.

Me mordí el labio nervioso volviendo a frotar el bulto que me hizo sacar suspiros, flashes recorriendo mi mente de inmediato del sueño que tuve y por consecuencia también recordé lo que pasó la noche anterior. 

Pinetree~ —escuche su voz de forma sensual.

Mi cuerpo se estremeció ante todos esos recuerdos. —Mierda. —maldecí molesto tomando los bordes de mi pantalón, sabía y sentía que no podría detenerme aquí.

⚠️ Advertencia +18 ⚠️

Con los nervios de punta empecé a frotar mi miembro en un suave vaivén empezando a soltar suspiros.

En cosa de segundos los movimientos empezaron a volverse frenéticos, mis músculos se contrajeron por completo, mi cuerpo empezó a temblar sin control alguno.

Cuando sentí mis cabellos erizarse y un calambre en la pelvis, supe que pronto tendría un orgasmo.

Pinetree~ Aah~ —mi mente empezó a proyectar el rostro lujurioso de Bill.

—Bill~ Hum~ Bill~ Jm~ —susurre sin remedio, el hecho que terminara en esta situación por pensar en el estúpido demonio, sus besos, sus caricias, su respiración acelerada y sus llamados. —B-Bill~ —gemi con fuerzas viniendo en mi mano.

Respiré agitado dejándome caer sobre mi almohada.

—Mi lindo Pinetree. —volví a recordar, podía sentir su aliento contra mi piel, tan cálido y exquisito que volvió a ponerme duro.

Necesito más. —pensé agitado.

En un arranque de locura o tal vez de excitación pase mi mano manchada de semen bajo mis glúteos, nervioso de lo que iba a hacer traté de recordar lo que una vez vi por accidente.

Para ser exactos en la habitación de Mabel, era posible sentir placer desde bueno… la parte trasera.

Aspire profundamente antes de meter mi dedo por mi conducto anal. —Mhg. —me quejé con algo de dolor e incomodidad.

Solté de nuevo un suspiró excitado tocando levemente mis paredes cálidas, al sentir de nuevo una ola de excitación bombardearme metí otro de mis dedos.

—Nhg. —me quejé de nuevo, aún así mi cuerpo se crispó, encorve los dedos de mis pies mientras temblaba para abrir más las piernas para dejarme mejor acceso.

Empecé a abrir mi agujero dolía, pero la necesidad creciente en mi pecho me distraía mucho, más los constantes susurros de los recuerdos de la voz de Bill me volvían loco.

—Bill~ Ha~ Bill~ Bill~ Bill~ —lo llamé una y otra vez empezando a hacer embestidas. —Ah~ B-Bill, te quiero, Bill~ —empecé a gemir sin control imaginando a mi demonio ser quién me hiciera esto. —Bill~ Nm~ Bill~ —seguí sintiendo las oleadas de excitación.

⚠️ Fin de la Advertencia ⚠️

—Pinetree, hagamos el contrato. —dijo de la nada el estúpido demonio amarillo apareciendo junto con un pergamino y una pluma a su lado.

Contrato II: RevelacionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora