Capítulo 37

41 10 0
                                    

Narrador

—El desayuno está realmente bueno, ¿quién lo hizo? —preguntó Jack impresionado, todos estaban en la mesa comiendo, a excepción de Ford.

—Ah, yo se. —exclamó interesada Wendy con una sonrisa altiva. —Fue...

—¡Ah! ¡Maldita sea! —un gruñido se escuchó, unos fuertes pasos se empezaron a escuchar más y más cercanos. —¡Acuérdame deshacerme de ese puto campo! —soltó molesto una vez dentro de la casa.

Curiosos e interesados todos asomaron la cabeza para espiar a esos dos.

—Tranquilo, pequeño. —le dijo con ternura el demonio acariciando con dulzura su cabello.

El semblante de Dipper se suavizó, el ceño fruncido se deshizo en cambio apretó los labios.

Wendy sintió la misma incomodidad, así que se apartó y volvió a la mesa terminando de desayunar, de todos modos nunca ha sido alguien chismosa.

Jack por otro lado apretó los dientes molesto ante la intimidad que mostraban, pero feliz por ver al chico bien.

—Bill, ¿creo que...? —sus palabras se perdieron ante un grito.

—¡¿Qué le hiciste a mi sobrino, maldito demonio?! —gritó fuertemente apuntando con un arma.

Wendy sorprendida con tal gritó se unió a los demás, cuando dijo "demonio" los nervios la dominaron.

Mabel estaba a punto de correr a ayudarlos cuando Dipper levantó la mano.

—Tío Ford, a estas alturas esa arma no podrá herirlo ni un poco. —respondió aburrido. —Así que bájalo o seré yo quién te golpeé. —gruñó fastidiado.

—Uy~ esta faceta tuya es tan excitante. —le susurró al gemelo besando ligeramente su oreja.

—Bill, deja eso y vamos a comer, mejor. —se quejó Dipper con un suave rosado en sus mejillas mirándolo molesto.

—Tks. —soltó irritado Ford antes de presionar el arma.

Dipper miró sin interés a su tío antes de desaparecer la bala de energía frente a la mirada de todos. —Te dije que eso era inútil, tío.

—¡Él es un demonio! ¡Seguro que te está manipulando! ¡No ves que recaes incluso a su lado! —reprochó molestó.

Esas palabras fueron un golpe duro para Bill, quién estaba realmente preocupado por la condición de su Agapē.

—¡Cállate, Ford! —exclamó enojado, su cabello y sus ojos se volvieron rojo en un instante. —He caminado a través de la locura y la oscuridad para reunirme con él, MI Pinetree. ¡Y lo haría las veces que sea necesario con tal de reunirme con él!

—Lo único que quieres es destruir este mundo. —contraatacó histérico, quería volver a disparar pero se arrepintió al saber que no servía para nada.

—Él es mi mundo, pero si necesito destruirlo por su seguridad lo haré. —afirmó furioso.

—¡Como si te fuera a creer eso! —volvió a gritar.

Cuando estaba a punto de golpearlo, aparecieron corriendo Eric y Rubit separándolos tan rápido como pudieron.

—Bill, cálmate vas a destruir la casa si sigues así. —le dijo Dipper tomando sus mejillas.

—Pequeño, yo haría lo que sea por ti. —murmuró, el centro de su cabello se puso azul.

—Lo sé, ya me lo has demostrado. —susurró con ternura, antes de besarlo.

Contrato II: RevelacionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora