Capítulo 33

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Narrador

—Volvimos. —el fuerte grito en forma de saludo de parte de Mabel exaltó a los que estaban en la cabaña, los cuales solo eran trabajadores.

—¡Hey, Mabel! —saludó con calma Wendy.

—¡Calabaza, menos mal estás bien! —ante esas palabras, salió como un rayo el tío Ford con un arma.

Alex saltó de inmediato delante de los demonios de sus amigos, con el miedo de que su primo y "cuñada" salieran heridos.

—¡Tío Ford! —gritó alarmada Mabel trató de adelantarse también, pero Jack se lo impidió. —Tío, cálmate.

—Ah, son ustedes. —Ford suspiró calmado bajando el arma.

—¿Quienes son esos dos? ¿Y dónde está tu hermano? —preguntó está vez Stan.

—Algo pasó. —murmuró lamentable mirando al suelo fijamente.

—Wendy, ¿te quedarías cuidando la tienda? —preguntó impaciente Soos viendo a todos encaminandose a la casa.

—No creo que alguien venga, pero vale. —respondió está sin más encogiéndose de hombros, aunque con algo de curiosidad golpeando su cerebro, pero prefirió no hacer nada creyendo que Soos vendría luego a contarle el chisme.

—————

—Espera, espera. —los detuvo Stan. —Ellos son Rubit y Eric, tus amigos. —dijo señalando tratando de entender todo para él mismo y los demás. —¿El muchacho es en realidad un demonio y tu hermano tuvo alguna especie de shock y se lo llevó el teñido? —repitió todo.

Ante el asentimiento de su sobrina se quedo en silencio.

—Eso podría explicar lo que está pasando en el bosque. —la voz de Melody los asustó, al mirarla vieron una sonrisa tranquila, sin notar cómo escondía algo tras de sí.

—¿Qué ha pasado en el bosque? —preguntó preocupada Rubit.

—Han visto a las sirenas en el río, ellas se quitan las escamas y los gnomos las recogen mientras son custodiadas por un grifo. —comentó Ford con una mirada severa.

—También han visto a seres gigantes recorrer todo el bosque. —le siguió Soos.

—La magnitud mágica se está enfocando en un lugar en particular, cuando intente ir a investigar me atacaron. —suspiró frustrado Ford.

—Se les ha recomendado a los turistas y a los habitantes no salir de sus casas por seguridad. —murmuró preocupado Soos.

—Por eso la tienda ha estado vacía estos últimos días. —completo Melody igual de preocupada.

En algún momento decidieron que todos debían descansar, por lo que los jóvenes se fueron a sus cuartos mientras que Stan y Ford discutían; Soos se quedó con Wendy; y Melody fue a registrar el inventario preocupada por las bajas ventas.

A altas horas de la noche en la que Soos fue acompañar a Melody para hablar sobre los problemas que podrían a tener a futuro si seguían así. Los gemelos mayores seguían discutiendo a escondidas sobre un tema muy importante que podría afectar a muchos; así seguían hasta que por primera vez en el día la puerta de la tienda en la cabaña del misterio se abrió.

Bill

Mi respiración estaba entrecortada, estaba agotado y apenas podía mover mi cuerpo.

El Fénix que había tomado lealtad a mi Dipper ha estado entrando y saliendo sin parar del cuarto trayendo energía mágica de mis descendientes mágicos, le he estado entregando toda mi esencia y mi magia por una semana manteniendo a nuestro alrededor el nido.

Contrato II: RevelacionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora