Capítulo 15

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Narrador

—¿Qué hacemos aquí? —preguntó Mason alzando una ceja desconcertado siendo el primero en notar que no se encontraba en el lugar dónde antes estaba.

—¿Eh? ¿Dipper…? —soltó Will impresionado, soltando ambos utensilios que desaparecieron en el aire. —¡¡Bill!! —gritó emocionado corriendo hasta él y abrazándolo fuertemente.

Ante el grito tanto Tyrone como Phill voltearon notando que no estaban en el patio de su casa y aún más frente a Dipper y Bill.

—Joder, ¡¿Bill?! —gritó alarmado Tyrone acercándose a este para jalarle el cabello.

—Ouch, ¡Tyrone! —se quejó Bill, separándose a esos dos, ocultándose tras su Agapē.

—Has vuelto. —afirmó Phill con una gran sonrisa acercándose a su hermano.

—Lo hice. —le respondió afirmativo.

—Me alegra verte de nuevo, pero… —habló Mason con una suave y casi inexistente sonrisa. —¿Cómo volviste y por qué estamos aquí? —preguntó desconcertado.

—Si, eso. —respondió con duda Bill. —Resulta que… 

—¡¡Espera un momento, Ford!! —lo interrumpió la voz acelerada de Stan.

De un momento a otro Ford llegó apuntando con un arma a todos, en el instante en que llegó los demonios cayeron al suelo se rodillas estáticos sin poder moverse.

—¡Will! —soltó asustado Mason arrodillándose junto a él.

—¡Phill! —dijo casi de inmediato Tyrone tomando los hombros del demonio rojo.

—¡Rubit! —le siguió Eric nervioso e incluso temeroso de lo que pueda pasar, tomando a la chica antes de que cayera al suelo.

Gracias a eso, Jack pudo levantarse al fin del suelo.

—Chicos tengan cuidado. —dijo alarmado, tirándole un arma a sus sobrinos.

—Tío espera… —trató de refutar Dipper, viendo a su demonio lunático caer arrodillado frente a él.

—Calla y mantén el arma arriba, ellos son demonios. —soltó molesto Ford.

—Ford, detente ellos no son… —le siguió Stanley tratando de hacer entrar en razón a su hermano, luego de ver a ese muchacho.

—¡Después hablamos! ¡Ahora tenemos que defendernos! —gritó molesto con tantas interrupciones de parte de su familia.

—Tío Ford. —lo llamó preocupado Mabel, ninguno era capaz de alzar el arma contra alguno de ellos.

—Tío Stan, apaga eso. —grito Dipper nervioso viendo el dolor en la expresión en su amante, peor aún sintiendo un fuerte dolor que sabía que no provenía de él.

—No sé cómo, muchacho. —le respondió Stan analizando el extraño cubo en sus manos.

—¡¡Ni se te ocurra Stanley!! —gritó molesto Ford.

—¿Qué sucede aquí? —dijo extrañado Soos acercándose junto con Melody.

Ford alterado tomó el cubo y se lo lanzó a Soos que lo atrapó torpemente. —Soos no se lo des a nadie. 

El gordito solo asintió totalmente confundido.

—Tío Ford, por favor. —pidió nervioso Dipper tratando de acercarse a su demonio.

—¡Alto! ¡Todos ustedes están bajo algún tipo de hechizo controlador! —refutó con fastidio mirándolo a todos los del lugar.

El único calmado ante la situación era Jack que pudo sentarse gozando de la "tortura" del demonio amarillo, creyéndose que se trata de algún karma por haberle quitado al chico.

Contrato II: RevelacionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora