Capítulo 9 • Dos duelos en un día

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— Mira quien está ahí, Nicholas.

— El hijo de Voldemort. Parece que su amigo squib ya lo abandonó.

Scorpius leía su libro del Principe Mestizo recargado en una pared de un pasillo solitario del castillo cuando Nicholas y Connor se lo encontraron.

— ¿Ya te quedaste sin amigos, Malfoy? —le preguntó Nicholas.

— Sabía que tarde o temprano Albus se aburriría de ti —le dijo Connor.

— ¡Déjenme en paz! —les gritó Scorpius — No, ¿saben qué? A ustedes precisamente quería verlos.

— Antes que lo digas, lo siento pero jamás sería amigo tuyo —dijo Nicholas.

— Yo menos —reía Connor.

— ¿Por qué andan diciendo que soy hijo de Voldemort? —les reclamó Scorpius, guardando su libro y apretando los puños.

— ¿Nosotros? —se burló Connor.

— Nosotros no inventamos ese rumor, pero no andamos diciendo nada que no sea verdad —reía Nicholas.

— ¡Claro que no es verdad, McLaggen! Yo soy un Malfoy, no tengo nada que me relacione con Riddle —le dijo Scorpius.

— Eso es lo que dices tú, habría que preguntarle a tu madre —dijo Connor.

— ¡No menciones a mi madre, Miller! —gritó Scorpius.

— ¿O si no qué? ¿Vas a llorar como un bebé? —se burló Nicholas.

— ¿Cómo el bebé que siempre recibe un besito de buenos días de su hermana mayor en la frente? —reía Connor.

— Están obsesionados conmigo —les dijo Scorpius.

— Contigo no, jamás —dijo Connor.

— ¿Entonces no vas llorar? Tal vez si lloras, tu padre te escucha y podríamos conocer a Voldemort en persona —dijo Nicholas.

— Voldemort está muerto —le dijo Scorpius— ¡Y no es mi padre!

— Eso dices pero con el poder que tiene tu madre no me sorprendería que regresara a defender a su adorado hijo —le decía Nicholas.

— Yo diría que es todo cierto, tan solo mira como se pone de furioso —dijo Connor.

— Están ofendiendo a mi familia, principalmente a mi madre. ¿Por qué no habría de ponerme furioso? Malditos zoquetes —gruñó Scorpius.

— No estamos ofendiendo a nadie, no somos los únicos que lo dicen y todo tiene mucho sentido para mi —le dijo Nicholas.

— Eso es mucho decir sobre ti, McLaggen. Me confirma que tienes el cerebro del tamaño de una nuez —le dijo Scorpius.

Amor para valientes • ScorbusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora