Capítulo 30 • Atrapados

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Por otro lado, en la Mansión Smith. Scorpius aún no se armaba de valor para contarle a sus padres y no entendía porque le estaba costando tanto. Estaba seguro de que nadie en su familia iba a rechazarlo, pero aún le resultaba difícil. No sabía por donde empezar y menos cuando sería el momento indicado.

Ese día, Isabella había salido de compras navideñas junto a Draco y su pequeña hija. Mientras que Lyra se ha quedado estudiando en la biblioteca y Scorpius estaba en su habitación escribiéndole una nueva carta a Albus.

Una vez que Zeus se iba y regresaba con la respuesta de Albus. Scorpius leía su carta con una sonrisa. Porque le estaba contado que sus padres ya lo sabían, incluso sus abuelos y aunque hubo unas palabras que no le gustaron de su abuela Molly, todo estaba bien. También le contaba que ha arreglado todo con James, ya que al parecer iban a volver a ser los hermanos que fueron años atrás.

Todo eso alegraba a Scorpius, incluso lo de James. Pero significaba que era su turno de confesarlo a sus padres y los más pronto, antes de que los padres de Albus se lo digan.

Lyra, durante los últimos días, le insistía en que se los diga y le recordaba que cuando ella aún no le decía a sus padres que tenia novio, Scorpius le decía «solamente diles y ya».

Es recién ahora que Scorpius se estaba dando cuenta que no era tan fácil como parecía.

Pero extrañaba a Albus, así que lo invitó a su mansión. Puede que su presencia le de valor suficiente para contárselo hoy mismo a sus padres cuando regresen de sus compras.

Así que minutos más tarde, Albus llegaba mediante la Red Flu mientras Scorpius ya lo esperaba en la sala.

Lo primero que hizo Albus al verlo fue darle un beso en los labios, sabía que los padres de Scorpius no estaban así que no había peligro de que se enteren de su romance de esa forma.

Aunque estaban equivocados.

Mientras Albus le contaba como había sucedido todo, subían por las escaleras hasta la habitación de Scorpius.

— ¿James hizo eso? —preguntaba Scorpius.

— Sí, que temía la reacción de mis padres y por eso quiso "ayudarme" a confesarlo —cuenta Albus.

— No me parece que haya sido la mejor forma de ayudarte, pero si dices que lo hizo con la mejor intención...

— Creo que al fin James ha empezado a pensar en los demás antes que en sí mismo.

— Eso espero, tal vez podamos volver a ser amigos como antes.

— ¡Nada me haría más feliz que mi hermano y mi novio vuelvan a ser amigos!

Amor para valientes • ScorbusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora