Capítulo 31 HAS

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- No puedo creerlo - se lleva las manos a la cara y hace un gesto de asombro, de puro y total asombro.

- Lo se, es idéntico sólo que dos años y medio después - ¿ por qué me sentía como la primera vez que vine aquí? Solo que con menos nervios.

- ¿Dónde lo encontraste? ¿Hiciste todo esto tu sola?

- Si. Bueno miento una asombrosa mujer me ayudó, Anne. Ella tenía las llaves, mejor dicho ella lo conservó - Sonreí tímida.
Explico: nos encontrábamos en el antiguo Yate de su padre que se lo dejó a él cuando murió. El mismo que creyó haberlo vendido hace tiempo y el mismo en el que solía ir de pesca y de viaje junto a su padre.
Eso era lo más importante.

- Eres la mejor -viene hacia mi y me da un abrazo - Tu madre es maravillosa Hazel.

- ¿Hazel?

- Si ¿te gusta? - como no me va a gusta si es el nombre que yo le había propuesto cuando apenas tenía dos meses de embarazo y cuando se lo llevaron y lo apartaron de mi lado. -Hazel Allisson Styles...

- Me encanta como suena con tu apellido.

Estaba más que contenta, nuestra hija ya tenia nombre y lo bueno era que no tuvimos que pasar por esa típica "pelea de padres" sobre que nombre o nombres le pondrán a su hijo o hija.

- Hola, hola, lamento interrumpir pero Louis, Alice y Malvy ya están aquí -avisó Hanna.

- Diles que vengan.

- Claro

El transcurso del tiempo fue rápido a mi parecer ya que nos encontrábamos hablando y jugando a las cartas. Terminamos de degustar la cena hace ya como una hora.

En medio de eso Harry propusó ir a casa y ver una película quizá.

Y eso hicimos.

(...)

- ¿Alguien quiere algo de tomar? - preguntó Malvy al llegar a casa.

- Malvy tranquila estas fuera de servicio, no es necesario que lo hagas - respondí yo.

- Lo sé querida pero nunca está de más.

- Bueno -Sonreí.

Pero esa sonrisa se esfumó en cuanto sentí un pequeño pero molesto dolor en el estómago.
Así que decidí sentarme en el sillón pensando que se me pasaría y sólo era un mal estar por el cansancio.
Al parecer nadie se percató de ello  ya que solo proyecté los gesto de malestar con mi rostro pero en una de esas me llevé la mano al estómago y esta vez Harry que estaba sentado a mi lado se quedó mirándome.

- ¿Jessie te sientes bien?

- Si, solo es un pequeño mal estar.

- ¿Segura?

- Si

- De acuerdo. -dijo no muy convencido- será mejor que te vayas a acostar en la cama así podrás descansar mejor.

- Tienes razón. Si me disculpan  -me puse de pie, pero no tarde tanto en volver a sentir ese dolor que ya se hacía molesto pero lo ignoré y seguí caminando.
Aunque al parecer Louis notó mi expresión de malestar.

- ¿Quieres que te ayude a subir? - Preguntó mi hermano.

- No, puedo sola -le sonreí, no quería que de la impresión de que estaba siendo borde o algo parecido.

- Insisto - Se levantó.

- No espera -dije antes de que se acercara a mi.
Me agarré muy fuerte a la barandilla de las escaleras y de la nada, así derrepente empecé a sentir un líquido cálido bajar por mis piernas.

Una llamada cambio nuestras VidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora