Capítulo 18

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Narrador Omnisciente:

—¡¿Cómo que lo sedaron?! —Hopper pegó un golpe en la mesa.

—Munson no quería obedecer...

—¡¿Y no pudieron decirle la verdad?! —los guardias guardaron silencio—. ¡Son unos inútiles! ¡Están despedidos!

Jim Hopper había recuperado su trabajo esta madrugada, después de tantos trámites con discusiones, evidencias y uno que otro grito del ex oficial, afortunadamente recuperó su puesto y despidió a todos los corruptos que encerraron a Edward sin juicio. 

Ahora tenía a su lado a Dimitri, y sabía que con él haría un excelente equipo.

Eddie se encontraba recostado en una camilla, el sedante le duraría más o menos media hora más, así que Wayne, Nancy y Robin, quienes se habían quedado toda la noche en la comisaría para saber noticias, no podían hacer nada más que esperar.

—Mientras Munson despierta —habló Hopper a dos policías—, necesito que su casa esté impecable para que pueda regresar a salvo. Quiero que limpien todo.

—Está bien, jefe.

—Y tráiganme unas rosquillas al regreso —dicho esto, se sentó en su silla con los pies sobre su escritorio y suspiró.

Qué agradable era regresar.

***

—Mierda ya casi son las diez, ya debo irme a trabajar —musitó Robin alistando su bolsa.

—¿Quieres que te acerque un poco? —preguntó Nancy.

—¿No te quedarás con Wayne?

—Estaré bien, tranquilas —habló el mencionado—. Vayan a descansar, señoritas.

—Estaré pendiente a cualquier llamada, este es el número de mi trabajo, señor —Robin le entregó una tarjeta—. Vámonos

Justo cuando ambas chicas estaban por cruzar la puerta, Jonathan apareció con su madre.

—Ey —abrazó a Nancy—. ¿A dónde vas?

—Iba a dejar a Robin a su trabajo.

—¿Qué onda? —Robin le chocó su puño—. ¿Así que tú eres su novio? Mucho gusto —fingió una sonrisa, pues por dentro lo envidiaba—. Soy Robin.

—Un gusto... —todos guardaron silencio y Joyce decidió entrar para ir a ver a Hopper—. Oye Nancy, ¿te parece si hablamos un rato?

—Es que Robin ya va tarde a su trabajo y la voy a llevar, ¿no puede ser en otra ocasión?

—Bien —suspiró—. Ve —dicho esto, la abrazó y regresó a su auto.

—Es raro —comentó Robin mientras subía al auto de Nancy.

—Con el tiempo lo conocerás mejor, al parecer va a quedarse en Hawkings con su familia para siempre.

—Deberías estar feliz, ¿no? —la miró.

—¿Sí? ¿Supongo? —dicho esto, encendió el auto y partió a su destino.

***

Edward despertó de golpe, luego de soñar que se caía a un abismo. Se incorporó en la camilla e intentó recuperar la respiración.

¿Dónde estoy? Pensó al verse encerrado en un cuarto con paredes beige.

—Ey, cariño, tranquilo —una mujer castaña y muy dulce se le acercó para ayudarlo a recostarse otra vez.

—¿Qué me van a hacer? —preguntó comenzando a temblar—. ¿Ya llegó mi hora?

—No, cielo, relájate. Todo lo malo ya pasó. ¿Quieres agua? Estás muy tenso.

I can't feel you | Steddie M-PREGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora