—Steve, ya no llores, tranquilo.
¿Cómo no quería que me pusiera mal? Estaba contento porque tendría un bebé con el amor de mi vida, de hecho, mi sueño siempre fue tener un ejército de seis hijos: tres niñas y tres niños; ¡y se me estaba cumpliendo! Pero traer a un bebé al mundo en medio del caos, justo cuando su padre era buscado por la policía y el pueblo lo quería muerto; no era tan buena idea, y menos con ese tal Vecna asesinando a todo el mundo. No quiero que ese desgraciado toque a mi novio o a mi hijo.
Tengo el miedo constante de que voy a perder a mi Eddie, y no quiero que mi bebé sufra la pérdida de su padre.
Aparte... ni mi sueldo ni los ingresos de Edd nos alcanzaría para mantenerlo, Eddie ni siquiera podía buscarse un trabajo ahora y eso empeoraba todo.
—Tengo miedo, Robin, es todo —sollocé mientras me abrazaba más a ella—. Es muy mala idea haber quedado embarazado en medio de toda esta mierda.
—Sí, tienes razón. Pero alégrate porque cumplirás tu sueño de tener seis chamacos, ya te faltan cinco.
—Sí, al menos eso —dije acariciando mi pequeño vientre de ocho semanas según el doctor, todavía estaba pequeñito—. Y es de Eddie.
—Por otro lado debes pensarlo bien, no quiero sonar pesimista, pero nuestro sueldo no es el mejor que digamos. Y un bebé es una responsabilidad enorme, es literalmente una persona que dependerá completamente de ti. Yo una vez tuve un hámster que se me murió porque olvidé alimentarlo.
La miré seriamente.
—Ok, eso fue innecesario —tomó mis manos—. ¿Quieres tenerlo? Recuerda que es tu decisión, aún estás a tiempo de...
—¿Abortarlo? —guardé silencio pensando un momento—. Pero es hijo de Eddie también, su opinión también cuenta.
—No tanto, es tu cuerpo el que va a sufrir el embarazo, tú lo vas a parir y a ti te va a doler. La decisión es tuya y yo sé que él va a decirte que tú tomes la decisión, Eddie no es malo, él siempre verá por tu bien. Si habláramos de Billy ahí sería otro cuento.
Mordí mi labio mientras pensaba, Robin tenía completa razón. Aún estaba joven, no tenía un buen trabajo y Eddie ya ni sus ingresos podía recibir ahora, además estaba el asunto de Vecna, no quería que mi hijo o hija creciera sin su padre, tampoco podía afrontarlo solo, tenía tanto miedo que de solo pensarlo, se me detenía el corazón y no podía respirar.
Pero luego recordaba que tener un bebé siempre fue uno de mis deseos tan anhelados, un pequeño yo que pudiera cuidar y darle todo el cariño que nunca recibí de mis padres. Y sobre todo con Eddie, que era el amor de mi vida, de solo imaginármelo con el bebé me causaba tanta alegría, que todos los problemas que conllevarían mi embarazo se esfumaban. Yo creo que todo pasaba por algo, digo, Eddie y yo siempre nos cuidamos, fuimos sumamente cuidadosos en eso... bueno... al menos eso lo recuerdo, pero ahora pasó esto, quizás el destino así lo quería, quizás era mi momento de cumplir mi sueño de ser padre, ya luego todo se solucionaría con el tiempo.
Lo quiero, en serio lo quiero, a pesar de que sé que será difícil, pero, ¿era correcto? Digo, Eddie y yo llevábamos saliendo casi ocho meses, creo que era demasiado apresurado tener un bebé ahora.
Pero ocho meses era muchísimo tiempo si estabas con la persona correcta; con Billy salí casi un año y no se sentía tan bien como cuando estoy con Edd, lo que vivía con Hargrove no era vida, era un maldito infierno. Por otro lado, con Eddie me sentía plenamente feliz, no había día en el que no agradeciera por tenerlo en mi vida.Entonces... sí, sí quiero.
—Robin... sí lo quiero.
—¡Ay, en el fondo esperaba que dijeras eso! —exclamó emocionada—. ¡Necesito tener a ese bebé en mis manos ya! ¡No puedo creer que serás padre al fin! ¡Y con alguien que te ama y te valora! —me abrazó—. No sabes cuán feliz estoy por ti, de seguro ese bebé será hermoso. Tendrá tu cabello y los ojotes de Eddie, ya lo verás.
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I can't feel you | Steddie M-PREG
FanfictionSteve y Eddie se encontraban dentro del punto más dulce de su relación hasta que Vecna irrumpió. Mientras Eddie trata de ocultarse del pueblo que lo culpa por la muerte de Chrissy, Steve intenta contarle un secreto muy pequeñito en medio del cao...