Capítulo 3.

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En el tiempo que dijeron terminamos, aunque yo lo hice llena no solo de los golpes de fusta de Akira o llagas en las manos, sino también deprimida por siempre ser mirada por Rui desde la ventana, pues me siento que él me mira como si me viera como una chica mala, de esas que nunca le gustaría.

-Han hecho un buen trabajo, ahora como ya tienen su corralito, lo usareis para hacer deporte y estar en forma. Dijo Akira como si por ordenarnos le hiciera el que hizo todo el trabajo.

-Ahora es mi turno- Kiyoshi vino con pinta de profesor de Educación Física –yo soy el secretario del consejo estudiantil y quien os pondrá en forma en los recreos. Ahora que le veía mejor Kiyoshi se ve guapísimo y eso que la primera vez que le vi de por si me pareció atractivo, pues tiene un buen cuerpo.

- ¡Uhm!

-La primera actividad de hoy es encontrar un trébol de cuatro hojas, pues empezaremos con cosas sencillas que luego usaran para hacer un lindo marcador de página para que usen en los libros, pues un cuerpo sano tiene que tener una mente sana también.

Mis compañeras lo hacían como yo, pero no por hacer un lindo marcador, sino para aprovechar y mirar a los chicos hacer ejercicios, ya que cerca de nosotras había un grupo de chicos haciendo ejercicios y unos cuantos mostraban su torso desnudo o se mojaban de maneras sexy, pero a mí eso ahora me daba igual mirar, solo quería hace las cosas bien para ver si haciendo cosas buenas me ayuda a salir de este castigo antes de tiempo, sobre todo esta vez me asuste al ver a Kiyoshi agujerar un árbol para asustar a Rina y se pusiera a trabajar.

- ¡Gyaaah! Al terminar y mostrar los tréboles que cogimos Kiyoshi enojado partió la mesa que los teníamos, asique me asuste más.

- ¡Dije que tenían que ser de 4 hojas, solo soy una panda de inútiles!

- ¡Uhm!

-Ju, esa se ha asustado tanto que se ha orinado, vaya cagueta y eso que iba de valiente conmigo, parece que al fin hemos encontrado el hombre que la ponga a su raya, se nota que hicieron bien en ponerla bajo tu cargo.

- ¡Vayan las 5 de vuelta a buscar al trébol o no cenan y tú cámbiate de ropa antes de volver si quieres cenar!

Nuevamente nos pusimos a buscar, algo que mientras hacemos ellos nos observan tomando tés tranquilos, incluso se les veían como si por tenernos como nos tienen fueran superiores que todos, es que estaba cambiando de opinión de Kiyoshi, pues lo que tiene de guapo y fornido, lo tiene de capullo y violento.

Después de un buen rato buscando en el mismo sitio y no encontrar nada, por eso me fui para otro lado sola, pues en parte no quiero oír las quejas de las chicas por no ser castigadas por Akira otra vez o que no le gusta Kiyoshi, ya que era más bruto y serio con los castigos, ni siquiera les tocaba, porque golpea objetos.

-Pobrecito, te has caído, te llevare con tus hermanitos- cogí a al pequeño cuervo que había caído del nido y lo coloque para que esté bien –listo, aunque ahora no sé cómo bajar…

-Aqua ¿Qué haces ahí? Estaba allí cuando me vi a Rui se asomó a una ventana.

-Rui…

-Bueno, en sí quería ver la oportunidad para preguntarte ¿Tú de verdad hiciste lo que os acusa? Porque tu no estabas en donde pillaron a las otras, incluso te conozco, no eres de esa que hace esas cosas.

-Yo…

- ¡Lo encontré! Oí a Yuna chillar eso.

-Rui mejor no hablar, no quiero empeorar las cosas…

-Aqua, de verdad que sé que eres una chica diferente a esas chicas, no te mereces el trato que te hacen, sobre todo porque lo que me dice mi abuela es cierto, todos los que aprecian el Sumo no son malas personas, incluso ver lo dulce que has sido con ese polluelo de cuervo lo dice todo, eres una chica buena.

- ¡Uhm!

-Es triste, el castigo es todo un mes y nuestra quedada para ver el Sumo era para la próxima semana, aunque puede que si hablo y tu demuestras que eres una buena chica te reduzcan el castigo y puedas ir ¿No crees…? Oí que venía Kiyoshi.

-Lo siento, he de irme ya, adiós. A duras penas bajé del árbol haciéndome un pequeño daño en mi pie, aunque aun así me escondí en unos arbustos.

-Joder, ya no aguanto más, necesito regar el canario, maldito té, solo hace que me den ganas de orinar- yo me asomé un poco y vi otra vez el pene a Kiyoshi, aunque está vez está orinando con cara de satisfacción - ¿Uhm? Al mirar a un lado me vio mirando sorprendida y sonrojada.

-Yo…yo…

- ¡AAAAH! – se tapó - ¡Otra vez no! Corriendo vinieron las chicas con Akira.

-Bro ¿Qué ha pasado? ¿Por qué gritaste?

- ¡No ha pasado nada! Dijo impidiendo que me pueda explicar.

- ¡Esta tipa, siempre es la que hace está en medio de los conflictos!

-Yo no he hecho nada…

-Dice la verdad, lo que paso es que me asusto, nada más.

-Seguro Bro.

-Sí, es mejor que ya se vayan a sus celdas, es la hora de que regresen.

-Muy bien, ya han oído, a la celda.

- ¡Uhg! – yo iba cojeando - ¡Gyaaah! Estaba yendo para mi celda cuando Kiyoshi me cogió en brazos.

-Su pie está dañado y retrasas el volver, asique te llevo.

El que Kiyoshi me tratara en ese momento así y me curara como lo hizo, solo hizo que las chicas me cogieran asco, pues no solo su favorito me castigaba como ellas querían, sino que no soportaban que fuera tratada de repente de esa manera caballerosa, ni siquiera me querían hablar en la cena.

- ¡Hoy nenitas lloronas han de hacer trabajos de cultivos…! Le dio con la fusta a Yuna.

- ¡¿Ahora porque me pega?!

-Porque leo tu mente, ahora empiecen a cultivar… Levante la mano.

-Disculpe Akira-sempai, el sábado hay una competición de Sumo y quería ir ¿Puedo salir ese día a verlo?

-Bueno, haz un buen trabajo en el huerto y nos pensaremos que te dejemos irte a eso.

-Gracias, haré el mejor trabajo que pueda.

- “Pelota.” Dijo Rina por lo bajo.

- ¡Menos hablar y a trabajar!

Nos pusimos a trabajar, aunque en una de los momentos Bara me empujo para que no molestara a unas hormigas, asique me puse en otro lado a hacer lo mejor que pueda allí, es que ni me importaba más dañarme las manos, solo pensaba en cultivar para hacer buenas cosas que me dejen ir con Rui a ver el Sumo, incluso cuando dijeron que descansara yo no paré, solo trabajaba sin parar.

-Este trabajo no han avanzado, asique el sábado también trabajaran. Dijo Takeshi.

-Pero Akira-sempai… Takeshi me abofeteo dejándome en el suelo sin mis gafas y sangrando mi labio.

- ¡He dicho que no se sale, pues no trabajan lo suficiente!

- ¡Snif!

Continuará…

Prisionera del amor. (Mi Propio Prison School)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora