Prisionera del amor. (Mi Propio Prison School)

Capítulo 18.

Nos quedaban solo días para irnos y Yuna enloqueció, pues con lo que ella paso, más lo que luchamos, hizo que perdiera un poco la cabeza por la depresión de irse, aunque la mayoría ya la tenemos asimilado, sobre todo yo, que tras acabar fuera el señor Nakamura me llevara lejos de Japón.

-Bueno, señoritas, como somos buenos chicos y en parte quiero premiar que ganaran al pulso, he tomado la decisión de daros para cenar lo que quieran hoy. En la hora de la comida Akira nos dijo eso.

-Yo quiero mantequilla con tempura, salteada con arroz y que tenga los saltamintes de la mejor calidad.

-De acuerdo… Lo escribió con cara de asco, pues en si lo que pidió es una guarrada, lo que pidió Yuna en su estado de locura.

-A mí me gustaría comer pescado frito con arroz.

-Yo quiero albóndigas con espaguetis.

-Yo me conformo con Dumburi.

-Y para la señorita Aqua.

-Bueno, hace tiempo que no como salmón ahumado con ensalada.

-Pues un salmón ahumado para usted, esta noche tendrán sus comandas, adiós. Akira se marchó.

Nos pusimos a desayunar el desayuno que nos ponen todos los días cuando en mi pan me encontré un mensaje de Rui, el cual dijo que sin necesitamos ayuda nos la dará, asique recuperando Yuna su cordura nos pusimos a pensar en un nuevo plan entres las cinco para seguir en la escuela, pues con él podemos hacer que desvelemos que mintieron e hicieron trampa.

-Que sabrosos mis saltamontes. Por la noche Yuna volvió a írsele un poco la pinza.

-Joder, yo mejor como sin mirarte.

-Y yo.

-Ya menos hacer ruido y cenen, no quiero oíros. Akira nos dejó cenando.

En nuestra cena Rui nos dio su aprobación para ayudarnos, pero es complicado hacerlo sin comunicación continua, asique tenemos muchas complicaciones en este plan y siento que podemos fallar.

- ¿Terminaron? Bien, tengan esto tienen que tener rellenado para mañana. Akira nos puso un formulario de expulsión voluntaria, lo que me dice que no creo que nos echen.

-Interesante.

-Tú, para con eso y rellénalo, mañana los quiero rellenados…- en ese momento se quedó mirando el plato de Yuna, pues cuando recupero de nuevo la cordura por segunda vez los tiro al suelo –con lo que me costó cazarlo lo has tirado.

-Porque… Akira usando sus piernas le hizo una llave de cangrejo a Yuna y la hizo estamparse contra una pared.

- ¡Solo das asco, suerte que mañana os iréis todas, panda de mal agradecidas! Hecho eso y se marchó.

Con la tontería me dio una tontería para atrasar la expulsión e incluso posiblemente evitarla y para eso debía pedir dejarnos hablar con el presidente de persona a persona, algo que Akira nos dijo que sí, pero algo me dice que él no lo hará, asique debo pensar más cosas, en si en parte es nato en mí pensar más de una opción.

Por la mañana descubrimos que nada funciono y para colmo Akira le pego a Yuna por quejarse de que él nos mintiera y nos echaran. Ya tras atarnos nos llevó camino al despacho del director como si fuéramos animales, era como si temiera que hiciéramos algo.

-Que bien que os veo. El director llego cuando Takeshi nos había parado para burlarse de nosotras.

-Director Reiji ¿Qué hace usted aquí? Akira me miro sonriente, pues uno de mis planes si fue un excito.

-La señorita Aqua hizo una petición y está en lo derecho, asique volvamos todos a la sala de castigo de la prisión.

- ¡Tsk!

Continuará…