Capítulo 10.

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Yuna hizo las cosas mal o más bien a su manera, pero según ella para ahorrarnos el forzar cerraduras ella aprovecharía su estancia en enfermería, robaría las llaves, pues según ella era la mejor manera, ya que no podíamos dejar pruebas de nuestros delitos.

- “¡Yuna!” Al volver a la celda Yuna vino con el pelo rapado.

- ¿Qué te ha pasado?

-Como castigo acepte que me raparan mi hermosa melena.

-Dios, que jodido castigo.

-Ese castigo para una mujer es un pecado.

-Bueno, así no pasaré calor- Yuna se sentó conmigo – “¿Qué locura haz hecho?”

- “Así pareceré más hombre y no tendré que ir con una gorra como tú.”

- “¡Uhm!”

- “Además, mira, tengo la llave de repuesto de la lavandería, ya solo te toca tu turno.”

- “No será un sacrificio en vano.”

Listo, al siguiente día yo usé el sistema de desagües y me colé con la llave en la lavandería, cogiendo uniformes acordes a cada una, yo incluso conseguí una chaqueta de un club de arte marciales que tenía capucha, eso más una gorra tenía todo, lo que metí en una bolsa me dispuse a irme, pero se jodio todo al oír al encargado venir, asiqué por los nervios me escondí en su furgoneta, la cual cuando lleno cerro y por casi me lleva con él sin saber, pero por suerte una distracción me ayudo a huir sin ser vista.

-Tía por casi me lo hago encima.

-Pues anda que yo, por casi la cago, pero bueno, conseguí todo, nos escaparemos sin ser vistas.

La noche antes de nuestra fuga no paraba de pensar en lo bien que me lo pasaría con Rui, es que me da igual que no me guste el Sumo de verdad y preferiría que me llevara a ver una película de Star Wars, Marvel o de las que me suelen gustar, pero bueno, por amor solemos aceptar cosas que no nos gustan para estar con quien amamos.

Empezó el momento, cada una estaba en su puesto y debíamos aparentar hasta que tocara irnos sin ser vistas, pero es algo que me deja nerviosa en parte a pesar de que no me debo poner así, solo es que el hecho de que veré y estaré con Rui me hace poner así.

Al final el plan se truncó un poco y solo una pudo escapar vestida de hombre, la cual solo fui yo, pues una debía de quedarse por si las moscas, asique me toco ir a por todo, recoger el autógrafo de X Japan y mi quedada con Rui, asique tenía todo calculado al milímetro, no podía perder ni un segundo, incluso por casi me lo hago cuando cerca paso Takeshi y me miro mal.

-Aqua, que alegría verte y que pudieras salir al final, pues a mí no me quisieron escuchar, pero seguro que saliste por ser una buena chica, aunque esa chaqueta ¿No es del club de artes marciales? Incluso se parece mucho a la de Kiyoshi.

-Bueno, es mi supervisor y me la dejo porque ha empezado hacer frio…y no me quedaba prendas cálidas, se puede decir que es un sempai que hace bien su trabajo para que no le riñen. Miento para no tener problemas.

-Claro, lo normal, pero bueno, vamos a la pelea. Rui agarro mi mano y me llevo con él.

Con él me puse a ver el Sumo en silencio mientras él si parecía vivirlo, incluso abecé me comenta cosas, que suelo responderle por lo poco que sé, así me la pase todo el rato que me hacía sentirme como si hubiera ido al cielo y no quería descender, solo estar ahí a su lado en todo momento, disfrutando de su sonrisa.

En un momento tras tomarnos fotos juntos me dio ganas de irme al baño, despreocupándome de la bolsa donde escondo el uniforme que robe, pero conociendo a Rui dudo que se pusiera a revidar mi bolsa, pues él no es ese tipo de chico y menos creo que me metería en líos con los de la escuela.

Continuará…

Prisionera del amor. (Mi Propio Prison School)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora