Capítulo 14.

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-Yuna, no te preocupes- cuando nos encontramos solas le dije eso –sé que me das de lado porque no puedes dejar que las otras se enfaden contigo también, asique tranquila, no me importa.

-Aqua… Ella iba decirme algo, pero llego Rina como si fuera la reina del lugar y Yuna se acobardo.

-Rina, no me interesa lo que andes chanchullando con Akira-sempai, solo te digo que tengas ojito con lo que haces, pues yo cuando hice lo que hice lo hice porque luchaba por algo que me merecías, pues os recuerdo porque empezamos estar aquí, ustedes fueron la que empezaron todo y me culpáis por algo que me merecía, pero lo que andas haciendo con ese tipo no huele bien.

-No sé de qué hablas.

-Si lo sabes, pero cuando quieras esconder algo, por lo menos ten la decencia de ocultarlo mejor. Le dije tirándole una servilleta de papel al aire para que la cogiera y se limpiara la crema de nata que tiene en la boca, incluso le huele a dulce que tira para atrás.

-Lo que pase no es tu problema, fugitiva. Dijo eso y se fue a los baños.

Pasaron tres días y misteriosamente empezaron a pasar cosas que hacía que nos castigaran sin comida, castigos que ni siquiera yo me merecía, pues son mis compañeras la que hace las que caen en las provocaciones de los chicos, lo que me hace pensar que los sempais andan buscando la manera de fastidiarnos, incluso la falta de comida hacia que las chicas pelearan entre ellas, ya que ellas no están acostumbradas a pasar hambre, bueno, todas menos Rina somos la que pasamos hambres, ella a pesar que finja ante las otras a mí no me engaña, que le llamé Akira es lo que más claro que los chicos traman algo.

Tras la última visita de Akira con Rina fue cuando le dimos penas misteriosamente a los sempais y nos dieron comida, aunque en poca ración, también Jaiko y Bara hicieron las paces por lo que paso con las hormigas de Bara, pero mis preocupaciones no terminan, siento que pasara algo malo y eso me preocupa mucho.

Como es de costumbre antes de que sea de noche nos dejan un rato para entretenernos en el patio, algo que hoy Yuna se ha puesto con Jaiko a jugar a la cogida, Bara a pasear sus hormigas y yo he decidido pasármela leyendo el Hobbit, pero sin bajar las alarmas, pues cerca me he percatado que Rina ha vuelto a ponerse hablar con Akira, aunque se le ve como si él le ordenara a ella que haga algo.

Al rato de él hablar con ella, Rina llamo a Bara para que fuera a donde estaba ella lo que hizo despistarse de sus hormigas y en ese despiste un cuervo de Takeshi descendió para darse un baño de hormigas, algo que Bara por lo que paso no sabía, ya que ella imagino que las atacaba, lo que hizo que se montara un pollo entre ella, Takeshi, Akira y Kiyoshi, acto que termino siendo yo con una rama de árbol clavada en una nalga.

-Esa presa ha usado un arma para intentar matar al presidente. Dijo Akira para causar la discordia y echarnos, como creo que han planeado.

-No digas tonterías- me levante con la rama en la nalga –esto solo es una pequeña astilla que había por el sueño, Bara no tenía ningún arma. Me arranque la rama y la lance lejos para que no la vieran.

-Cierto, hay muchas por todos lados. Yuna intento ayudar.

-Ju, si fuera lo que dice porque esa astillita te ha causado tanta sangre.

-Esto es de una herida que me hice hace poco y no me he podido curar, se habrá abierto cuando calmaba a mi amiga, pues yo sí sé calmarla, no como ustedes, que piensan que a golpes calmaran un ataque de ansiedad, el cual tú tendrías si le pasara algo a tu cuervo, pues quien ama a su mascota entiende el sufrimiento de otro dueño por su mascota.

-Muy bien, lo que dices es cierto, es doloroso, pero no quita que me fue a tacar, asique no se librara de un castigo, Akira llévala a la celda de aislamiento.

Prisionera del amor. (Mi Propio Prison School)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora