Capítulo 36

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Caminaban en un absoluto silencio y agradecía que Ivon no tuviese nada que decir, al contrario de lo que seguramente acostumbraba a hacer cuando se mostraba amigable. Ahora mismo, obligada a vivir en un sitio desconocido con gente de la que no acababa de fiarse, no creaba el mejor ambiente para estar alegre.

Para su fortuna, aquella mañana tampoco era buena para él y no le apetecía esforzarse por responder a una conversación banal y cordial.

Se frotó los ojos cansado y reprimió un bostezo para no resultar maleducado. Desde que Roxy se había marchado de su habitación no había conseguido volver a dormir. No se sentía mal con el resultado de la conversación ni siquiera culpable, pero la visita nocturna había conseguido desvelarle.

Aquel mutismo hubiese podido resultar incómodo para cualquiera de los dos, si alguno no hubiese ido inmerso en sus propios pensamientos. Llegaron a la cocina de su sala común sin haberse dirigido más palabra que el saludo inicial y Harry abrió la puerta manteniendo la ausencia de palabras.

-¿De dónde lo has sacado?- la voz de Joan fue lo primero que les recibió.

Roxy se apoyaba de espaldas a la puerta frente a dos figuras sentadas que representaban el papel de Joan y Gabby. Esta última miraba con cierta rigidez a la latina que había depositado un nuevo cristal entre los platos de cereales, los cuales habían dejado salpicaduras en la madera de los alrededores a causa del golpe.

-Un contacto encontró al ladrón del banco y me pasó la ubicación en la que se encontraba, no era más que un bar de mala muerte con un par de borrachos fáciles de tratar- explicó Roxy dedicando una última mirada a Gabby que se relajó notablemente soltando con el aire la tensión-. Fui hasta allí y conseguí arrebatarle el cristal antes de que lo vendiese por un alto precio. No sabía nada de su valor, únicamente lo tomaba como una joya más.

-Debiste avisarnos- regañó Joan dejando de lado su desayuno y olvidándose también de hacer comer a su compañera-. ¿Desde cuándo trabajamos de forma individual?

-Lo siento- dijo Roxy bajando la mirada y apretando el labio conteniendo la verdad-. Me avisaron muy tarde y no quería despertar a todo el equipo y montar toda una operación por algo que podía no ser cierto.

-Y, ¿qué es eso de un contacto?- preguntó alarmado-. ¿Qué contacto es ese?

-Uno, no tiene importancia mencionarlo- aseguró Roxy intentando que aquello no trascendiera.

-Claro que la tiene, podría llegar a conocer nuestra ubicación y delatarnos- se exaltó el rubio levantándose de la mesa-. ¿En qué estabas pensando, Roxy? Vas a poner a toda esta agencia en peligro.

Gabby se levantó también y miró a Roxy, quien tenía la atención puesta en ella.

-Creo que ya es suficiente, Joan- cortó la muchacha girándose hacia su amigo que la miró desquiciado-. Yo hubiese hecho lo mismo de haber tenido una noticia así.

-No podemos tener contactos en el exterior que no sean antiguos alumnos supervisados por Meza- recordó Joan.

-Yo no he dicho que no sea un antiguo alumno ni que no estuviese supervisado por Meza- recalcó la latina suavizando el enfado del rubio que se transformó en confusión.

Desde la puerta, ninguno de los dos nuevos inquilinos se habían atrevido a traspasar el umbral, ya que Ivon, a quien Harry había cedido el paso como buen caballero, se había quedado paralizada mirando el cristal que ahora sostenía Joan. 

-Lo reconoces ¿verdad?- la voz del informático la despertó de sus pensamientos, aun así no se sorprendió tanto como para girarse a mirarle.

Prefirió seguir con el silencio que hasta entonces había conseguido conservar y siguió con los ojos fijos en el pequeño fragmento no ajeno a ella.

Incomplete (Nante #2) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora