Incomplete (Nante #2) ©

Capítulo 59

Magda estaba apoyada en la pared enfrentada, con los pies cruzados y las manos metidas dentro de una cazadora de cuero. Su pelo recogido en su acostumbrado moño sujetado por los palos en cruz dejaban escapar algún mechón.

Se despegó de la pared cuando el portón se abrió y sonrió con regocijo cuando vio el temor y la sorpresa reflejados en el rostro del primer miembro que salió.

Gabby se quedó estática en la entrada cuando sus ojos se centraron en ella.

-Hola, princesita- saludó con burla.

Su mirada, no obstante, se oscureció cuando topó con la presencia del encapuchado que tuvo que retirar con suavidad a la muchacha que tapaba la salida.

Al ver la perplejidad de esta, también él alzó su vista bajo la capucha y arqueó las cejas.

Justo cuando el comunicado de Harry informando sobre la presencia de alguien fuera les llenó los oídos sus ojos entraron en contacto con los de ella y Nathan no pudo evitar sonreír irónico por la tardanza del mensaje.

"Gracias" le quiso responder pero su diversión desapareció cuando el movimiento de los palos chinos de la cabeza de Magda le indicaron que esta se giraba hacia los dos componentes restantes que salían del mercado.

-Ya veo que Nathan empieza a mostraros nuestros trucos- señaló la morena caminando pausadamente hacia ellos.

El encapuchado ignoró su comentario y escudriñó las azoteas y callejones en busca de refuerzos, pero no halló ningún indicio de más activos enemigos. Eso no podía ser, Magda no se arriesgaría a ir hasta allí ella sola, no era tan inconsciente.

-No hay nadie más, Nathan, no los busques- negó Magda ganándose la atención de nuevo del chico.

-¿Has venido tú sola hasta aquí?- preguntó Roxy disipando toda la alarma de la que se había apoderado su cuerpo-. Tú sola para enfrentarte contra nosotros cuatro.

La latina parecía querer asegurarse de que aquella odiosa mujer había cometido una locura como aquella.

-No necesito a nadie más- negó la nante encogiéndose de hombros aún con las manos en los bolsillos. Tal vez guardaba allí un arma secreta para enfrentarse contra ellos.

-¿La estáis escuchando?- se alarmó Roxy negando incrédula. La latina se remangó furiosa, ni siquiera se transformaría, acabaría con ella con sus propias manos.

Magda rió como si supiese algo que ellos no sabían y se paseó tranquilamente de un lado a otro bajo la vigilia continua de los cuatro componentes de la agencia presentes, más los dos que se encontraban tras la cámara.

Sacó por fin las manos de su chaqueta y por un momento todos, menos Nathan, contuvieron el aliento. Una mezcla de desilusión y confusión se extendió entre ellos cuando estas salieron vacías.

Pero su excompañero se mantuvo quieto, sin mostrar ningún cambio en su expresión, apretaba el labio igual de fuerte que antes y sus cejas seguían arrugando su frente. Sus ojos miraban hacia un lugar muy distinto.

Sus brazos siguieron subiendo y empezó a juguetear con los mechones que se escapaban de su recogido.

-Magda, no- negó Nathan que se mantenía atento a sus movimientos agarrando el arco colgado aún con precaución.

Todos los que le rodeaban se giraron a mirarle, ¿qué veía él que ellos no?

-Tú sabías que esto pasaría y aún así preferiste cambiarte de bando- recordó Magda con dureza. Su sonrisa burlona había desaparecido sin dejar rastro, su marcha parecía haberle dolido más de lo que dejaba ver.