Había estado a punto de besarle. Unos segundos más y habría vuelto a besarle, pero algo lo había impedido y no sabía qué sentir respecto a eso.
Durante todo el camino se había procurado en mantener una conversación lo suficiente amena y lejana de aquel tema como para no volver incómoda la situación. Pero ahora uno frente al otro llegaba la hora de la despedida y ni siquiera estaba segura de cómo debía actuar.
-Nos vemos mañana- se decidió a decir Gabby recibiendo una dubitativa respuesta afirmativa por parte de Joan.
Sin embargo antes de poder darse la vuelta para entrar en la casa, él atrajo su mano para impedir su marcha. La muchacha conectó sus ojos cuando Joan consiguió levantar la mirada y le observó demorarse en hablar.
-¿Estás mejor, verdad?- preguntó dibujando una sonrisa en el rostro de Gabby.
En varias ocasiones, Joan había insistido en la necesidad de acudir a la enfermería para que revisaran los golpes de la chica, pero ella se había negado. Ahora formulando aquella pregunta no se refería a su estado físico.
Esta alzó la mano y rozó su mejilla con ternura, agradeciéndole con esa caricia todo su apoyo y consuelo.
-Ahora sí- aseguró recibiendo un corto beso en la palma de su mano cuando el chico tomó sus dedos y los atrajo a sus labios-. Buenas noches.
-Buenas noches, Gabby- el nante se separó de ella avanzando por el pasillo hasta su habitación y despareció de su vista.
Él también estaba magullado y herido y sin embargo tampoco parecía querer asistir a la enfermería.
Gabby abrió la puerta de su habitación y se introdujo en ella notando el ambiente frío a su alrededor en cuanto cruzó el umbral. Se acarició los brazos molesta y divisó el balcón que antes de marcharse había dejado abierto.
Se acercó hasta la ventana y escuchó las gotas caer con furia. Por suerte Joan y ella se habían puesto a resguardo a tiempo de ser atacados por aquella tempestad. Salió a la pequeña terraza sin importarle el agua y se mantuvo pegada a la pared lo máximo para no mojarse.
Millones de gotas microscópicas y transparentes resonaban con la superficie contra la que impactaban, algunas antes otras después, formaban el coro de una canción salvaje y furiosa. Los rayos acompañados de sus truenos parecían dar las notas más graves y los violentos frenazos y derrapes de muchos vehículos a su alrededor otorgaban las melodías más agudas.
Volvió a abrazarse intentando conservar algo del poco calor corporal que ya le quedaba y miró al cielo suspirando.
Se apoyó contra las puertas del balcón y cerró los ojos respirando profundo y permitiendo que en su organismo entrase aquel frío helador.
No debía hacerlo, pero sentía que lo necesitaba. Buscaba evadirse del presente en busca de momentos menos complicados, de problemas menos graves y de situaciones menos mortales.
Así que se dejó invadir por el pasado, por tiempos más fáciles. Dejó el acceso libre a su pasado, a su antigua vida, a él. Accedió a que él volviese a hacerse con el control de sus pensamientos.
"FLASHBACK"
Era de noche y el sol, que hace unas horas había brillado en el cielo, ya había desaparecido, sustituido por una supuesta luna que quedaba oculta entre las nubes.
Gabby había llamado a sus padres para avisarles de su retraso, pero en vez de estar pasando una increíble tarde en compañía de Nathan, estaba sentada en un banco sola preguntándose lo que había salido mal.
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Incomplete (Nante #2) ©
Novela JuvenilSinopsis La calma siempre viene después de la tormenta, pero qué pasa si ocurre al contrario. Si después de que todo vuelva a la normalidad, de que las vidas continúen hay algo que lo vuelve a poner todo del revés. Tras seis meses de tranquilidad, u...