Capítulo 3

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Cada paso que daba hacia la sala de ordenadores provocaba que su cabeza se arrepintiese más de la decisión que había tomado. Nunca debió de acceder al trato de Joan, pero después de que este prometiera aceptar a un nuevo compañero en el equipo, no le pareció tan mala idea.

Sabía que de no haberse comprometido a acompañarlos en aquella misión, Joan jamás habría perdido la esperanza de que ella volviese, y debía concienciarse de ello. Sólo pedía que fuese una misión sin complicaciones, en la que pudiese demostrar a su antiguo grupo, de su seguridad ante la elección que había tomado hace seis meses.

Al llegar a la puerta de la sala tocó unas cuantas veces y esta se abrió efusivamente dejando tras ella la cara emocionada de Joan.

-Buenos días, Gabby- saludó el chico besando su mejilla cariñosamente y haciéndola sonreír. Había extrañado bastante aquellos encuentros, era algo a lo que se había acostumbrado y cortar con ello tan radicalmente no le había resultado fácil.

-Hola- saludó ella entrando a la sala después de que Joan le dejase el camino libre.

En la estancia ya se encontraban los componentes restantes del equipo, Roxy se giró hacia ella y sonrió perversamente para después volver sus pupilas oscuras a la pantalla del ordenador, que era manejado por el único miembro con el que aún no se había reencontrado

El teclado dejó de producir su particular sonido constante y la silla se movió para descubrir al chico de pelo castaño y ojos oscuros que la sonrió abiertamente.

-Hola, Gabby- saludó tímido él levantándose de su asiento y metiendo las manos en los bolsillos de su pantalón sin saber si acercarse o no a ella.

Gabby rió y avanzó hacia el muchacho para rodearle con sus brazos algo que él imitó al instante.

-Harry, estás distinto- indicó cuando se hubo separado de su amigo-. Te has cortado el pelo.

Sus mejillas se tornaron rosadas por la vergüenza y acarició su pelo ahora más corto. Sus rizos habían dejado paso a un corto peinado algo más largo en la parte del flequillo donde aún conservaba alguno de sus bucles. Sus gafas, en cambio, seguían sobre su recta nariz, estas no parecían haber sido sustituidas por las lentillas que sólo en ocasiones utilizaba.

-Sí, pensé que un cambio no me vendría mal- sonrió Harry dedicándola de nuevo una gran sonrisa y sentándose sobre su silla.

-Pues me gusta- aseguró ella amable haciendo que Harry volviese a sonrojarse ligeramente.

Gabby se giró cuando notó una presencia a su lado y Joan la miró sin dejar de demostrar la ilusión que aquella misión le provocaba.

-Harry, ¿por qué no se lo enseñas a Gabby?- pidió el rubio apoyándose en la silla del informático que asintió diligentemente.

-Al final fue él más cabezota que tú- se burló Roxy al otro lado de Gabby mientras esperaban a que en la pantalla apareciera la información requerida. Se giró a observarla y una sonrisa amenazaba con brotar de sus labios.

-Sólo es una misión- aseguró ella colocando algunos mechones que habían escapado de su diminuta trenza. Nadie parecía confiar en su palabra de no volver y le daba la sensación que tras esa prueba, lo único que había conseguido era dar más esperanzas a sus amigos.

-Sinceramente, espero que no sea verdad- afirmó Roxy prestando atención a la pantalla del gran ordenador y dejándola con la mirada perdida en ella.

Unas voces procedentes del dispositivo la obligaron a reaccionar y un hombre trajeado con el pelo cano y engominado hacia atrás surgió sentado tras un escritorio dando lo que parecía una noticia.

Incomplete (Nante #2) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora