Llevaba metida bajo la cascada de agua media hora, frotando su piel e intentando sacar de cada rincón de esta cualquier pequeña mancha de sangre que encontrase. Escalofríos recorrían su espalda cada vez que alguna de esas motas escarlatas le recordaban lo ocurrido.
Pese a todo, no había sido nada grave y agradecía a quien tuviese que hacerlo que así hubiese sido. No obstante su cabeza seguía dando vueltas, intentando unir cabos y buscando la solución a que Joan hubiese salido prácticamente ileso ante un tiro tan limpio como el que poseía Nathan.
Escurrió su cabello cuando el frío empezó a calar sus huesos y salió de la ducha tomando una toalla con la que rodeó su cuerpo desnudo.
Llegó al dormitorio y se tiró sobre el colchón, dejando que sus cabellos aún mojados quedasen desperdigados por toda la almohada. Se removió en varias ocasiones no entendiendo que la incomodidad que atribuía a su cama era, en realidad, el reflejo de su estado mental. Estaba hecha un lío y no era capaz de desatarlo.
Se incorporó echando la cabeza hacia delante y sosteniéndola entre sus manos abrumada. Quería dejar de pensar por unas horas, poder olvidarse de todo y dormir durante una noche entera sin despertarse por pesadillas y viejos recuerdos que la desvelaban.
Su mente gritaba que pusiese respuesta a todas las preguntas que no la dejaban dormir. No podía hacerlo, lo había prometido, tenía que meterse en la cama e intentar dormir lo que pudiese.
Apretó los puños conteniendo las ganas de salir por la puerta y se colocó algo cómodo con lo que poder descansar. Apagó todas las luces y se deslizó bajo las sábanas arropándose con ellas hasta los hombros. Descansó la cabeza sobre la almohada y cerró los ojos con fuerza como si de esa manera no dejase entrar a todos los malos pensamientos que atacarían su memoria.
"FLASHBACK"
-No fue tan malo- se quejó Gabby tirando de su mano para que Nathan dejase de andar y la mirase.
El muchacho se volteó hacia ella y arqueó una ceja cuando escuchó las palabras de la chica. Gabby comenzó a reírse y su carcajada rompió el silencio de la noche cerrada que ya les rodeaba.
-Vale, sí, fue horrible- reconoció retorciéndose por la risa y provocando que él también sonriese divertido.
-Sinceramente, tú y yo hemos tenido salidas mejores sin necesidad de tener que encontrarnos con la cita de nadie más- comentó Nathan tirando de su brazo hacia su cuerpo.
-Shane debería cuidar más con quien se junta- sugirió aún entre ataques de risa.
Los ojos castaños de su novio seguían observándola reír con un brillo especial en sus pupilas, mientras ella, sin ningún miedo a despertar a los vecinos, dejaba escapar aquel sonido adorable entre sus labios.
Le miró intentando aguantarse y eso sólo funcionó para crear una dulce sonrisa en sus labios. Acarició su mejilla maravillado por una belleza que no creía cansarse jamás de contemplar y se mantuvo conectado a esas pupilas verdes como si necesitase de ellas para vivir.
-Te quiero- aquellas palabras borraron por completo la sonrisa del rostro de Gabby y esta abrió los ojos en una indescifrable expresión.
La mano de Nathan resbaló de su rostro hasta caer hacia abajo y se mantuvo callado esperando una reacción que, a juzgar por ella, tardaría en llegar. Aguantó la respiración y el bombeo de sangre se hizo presente bajo su pecho cuando su corazón se aceleró nervioso.
Un calor le atacó y un gran peso se alojó en sus hombros. No tenía que haber sido tan impulsivo, lo había dicho sin pensar en las repercusiones que algo así podría conllevar. Él no era una persona que regalaba aquellas palabras a cualquiera, no creía haberlas dicho jamás, pues nunca había considerado tener por alguien un sentimiento tan grande.
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Incomplete (Nante #2) ©
Подростковая литератураSinopsis La calma siempre viene después de la tormenta, pero qué pasa si ocurre al contrario. Si después de que todo vuelva a la normalidad, de que las vidas continúen hay algo que lo vuelve a poner todo del revés. Tras seis meses de tranquilidad, u...