Capítulo 58

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Roxy y Joan también abandonaron las copas sobre la barra y siguieron a la pareja hacia una mesa colocada, al igual que el resto, a una distancia lo suficientemente prudencial como para que las conversaciones entre los comensales no fueran escuchadas.

El arquero separó la única silla que había junto a la mesa y tomó asiento frente a la mujer que se había quedado sola. Los ojos castaños de ella brillaron cuando dieron con la presencia del arquero y sonrió estirando unos labios delineados con un carmín rosa.

Su pelo rubio y degradado quedaba recogido en una coleta que se enroscaba en un bucle. Estiró la barbilla y apoyó su cabeza sobre su mano sin apartar la mirada de Nathan.

-Hacía mucho que no te veía por aquí- señaló la mujer.

-Bueno necesito información y pensé quién mejor que Bidú para encontrarla por mí- sonrió el castaño encogiéndose de hombros.

Ella rió ligeramente y entonces sus ojos parecieron impactar con la presencia de otras tres personas tras el muchacho.

-Qué modales los míos- se disculpó Bidú chasqueando los dedos.

Tres remolinos luminosos aparecieron en torno a la mesa y estos confeccionaron tres asientos mucho más lujosos y elegantes que el que Nathan había ocupado.

-Vaya- murmuró Roxy tomando el respaldo de la aparición con cuidado.

-Bidú es diseñadora- señaló Nathan cuando los otros tres nantes estuvieron a su mismo nivel.

-Hay que aprovechar el don que se nos ha otorgado, y si eso nos da dinero, mucho mejor- señaló Bidú alzando los brazos orgullosa.

-Diseñadora por durante el día y asesina a sueldo por las noches, lleva usted una vida muy interesante- recalcó Joan provocando que la mirada de la aludida se girara hacia él.

-No te dejes engañar por el sombrero, guapo, yo no mato, sólo encuentro a personas que están dispuestas a hacerlo- objetó la mujer con seriedad, pero pronto volvió a recobrar la jovialidad de su persona-. Además este color es el que más combina con mi nueva temporada.

Gabby dejó escapar un suspiro que no se había dado cuenta que retenía. Si Joan no aprendía a guardarse su mal humor acabarían expulsados de aquel lugar.

Bidú depositó los brazos sobre la mesa y volvió a dirigirse al encapuchado. Permaneció unos segundos en silencio, correspondiendo la mirada que el chico le hacía y esperando a que este se decidiera a hablar.

-Me has dicho que buscas información, sobre qué o quién- preguntó ella directamente a Nathan.

-Busco a alguien, una nante del tiempo- respondió.

En el rostro de Bidú se dibujó una mueca dolorosa.

-Esos son escurridizos- se quejó la mujer negando con la cabeza lentamente, no muy convencida de poder sacar el trabajo-. ¿Para qué la buscas?

Nathan la miró con una sonrisa, parecía que ambos escondían más de lo que querían mostrar.

-Es una amiga- contestó con simpleza.

-Seguro, una amiga- habló Bidú imitando el tono de voz que había utilizado él-. Debo de confesarte algo.

Las cejas del encapuchado se alzaron dando pie a que continuase.

-Sabía que hoy vendrías- comentó dejándose caer elegantemente hacia atrás en su asiento-. Y puede que la misma persona que me haya chivado esa información sea la que estás buscando.

Incomplete (Nante #2) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora