Sus pies se movían rápidos y ligeros sobre el tartán. Sentía los gemelos de sus piernas arderle por el esfuerzo que estaba realizando. Debía correr más rápido y eso era en todo lo que podía pensar. Una gota de sudor resbaló por su frente, sus pulmones le pedían que se detuviera, pero solo hacía falta una vuelta. Giró el rostro hacia atrás tratando de medir dónde venía su competencia, lo descubrió unas dos o tres zancadas más atrás, si se descuidaba perdería la carrera. Volvió la mirada al frente y viendo por fin la meta y a su profesor de educación física con el cronómetro aceleró el paso.
—Es un nuevo récord Uchiha. —le dijo el profesor cuando finalmente la carrera terminó—. Sí sigues de este modo podrás estar en las nacionales este año, y después de eso.
—Los olímpicos.
Ambos sonrieron satisfechos. Después de educación física y un leve descanso de media hora tenía clase de matemáticas y química, ambas con pruebas de cierre de semestre. Luego de eso debía encontrarse con sus padres para cenar. Tomo una ducha finalizada la clase. Dio vueltas por el campus y comió algo ligero en la cafetería, un sandwich de pollo y agua, no quería arruinar su apetito para la cena. Las pruebas fueron fáciles, entregó sus resultados antes de tiempo y pudo volver a casa.
En casa se volvió a dar un baño. Ellos habían dicho que recogerían a Sasuke de camino al restaurante, por lo que no debía preocuparse por él. Era su cumpleaños y en la mañana le había preparado el desayuno y le había cantado el feliz cumpleaños antes de llevarlo a la escuela. Le había preguntado a la maestra si podía llevar una pastel para celebrar con los demás niños pero cuando él se había dado cuenta de sus intenciones se había puesto como loco y se había negado por completo, por su puesto Itachi no pudo más que respetar su decisión. Era un chico tímido o eso era lo que pensaba. De pronto era que no tenía suficientes amigos dentro de su grupo de clases.
Recibió un mensaje de Deidara, esa noche él y algunos chicos pensaban reunirse para pasar el rato, alguien los estaba alentado para que se reunieran en una casa y montaran un fiestón. Había estado cuidando de Sasuke por un mes completo, por lo que de inmediato le había escrito a sus padres y ellos por supuesto no se habían negado. Tenía vía libre para hacer lo que quisiera luego de terminada la cena, por lo que escribió a Deidara que le avisara donde iban a estar que él llegaría en la noche. Pudo imaginar a Dedira sonriendo complacido del otro lado de la línea. Por los constantes viajes de sus padres permanecía la mayor parte de su tiempo libre en casa, cuidando de su hermano menor, y Deidara no tenía queja de acompañarlo la mayoría del tiempo pero no faltaban de vez en cuando los reclamos por su falta de atención hacía él. Por lo que se propuso que esa noche se la dedicaría toda a él.
Llegó al restaurante a la hora indicada, vistiendo un pantalón negro, tenis de tela una camisa negra y un blazer que lo hacian ver demasiado elegante para su edad. Esperó... Tal vez uno o diez minutos cuando el mozo le dijo que debía ordenar pronto o le darían la mesa a alguien más, entonces ellos aparecieron por la puerta. Para Sasuke había sido toda una sorpresa, había corrido a sus brazos en cuanto lo vio, todo para contarle que hasta solo dos horas antes había estado muy enojado porque había imaginado que él se había olvidado de recogerlo, entonces había visto a sus padres y se le había olvidado por un momento que de todas formas habían llegado tarde y había sido el último niño al que habían recogido. La maestra había aprovechado la sorpresa para hablar con ellos temas de los que no consideraba oportuno que Itachi se encargará. Como la relación de Sasuke con sus compañeros de aula, su competitividad, o la forma poco sana en la que se comparaba con su hermano. Por eso habían llegado tarde al restaurante. Fukaku, tan serio y digno como solía ser tomó las riendas de su familia en cuanto se sentó en la mesa, le pidió a Sasuke que se sentara de forma correcta, quien obediente lo hizo a su lado. Mikoto por su lado, antes de sentarse tomó a Itachi y lo estrechó entre sus brazos, llenándolo de besos y diciéndole lo mucho que lo había extrañado, el sonrosado se sentó a su lado, y procedió a contarles todo lo que había pasado el último mes. Entre todo les contó que de la universidad de la ciudad se habían acercado a él ofreciéndole una beca de atletismo. Sabía que de hecho y gracias a las carreras oficiales de sus padres ya tenía asegurado un cupo en la universidad militar, pero no estaba seguro de querer seguir sus pasos, por lo que entusiasmado les contó sobre la beca, sobre las opciones que tenía de contar con un entrenador olímpico luego de que ganara en las nacionales. No obtuvo la respuesta que esperaba, por supuesto. Su padre había dicho que era algo que debían discutir y su madre se había mostrado orgullosa y sonriente pero sin darle más apoyo que un apretón de manos bajo la mesa. Les sirvieron la cena, dejaron que Sasuke comiera lo que quisiera por tratarse de su cumpleaños y luego pidieron el postre. Los músicos del restaurante al percatarse que era un cumpleños se acercaron a su mesa y le cantaron una canción. Sasuke sonrió e Itachi lo hizo también. Cuando los músicos se alejaron el celular de Fukaku sobre la mesa empezó a sonar. La reunión familiar había terminado, ellos viajarán nuevamente la noche siguiente y él debía volver en la mañana para recibir las nuevas instrucciones de su madre en el cuidado de la casa y de su hermano, a pesar de que ya sabía todo lo que había que hacer. Y por supuesto las nuevas decisiones de su padre sobre su futuro.
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Culpable
FanfictionUn olor cálido y relajante, ese olor puede sacar a Sasuke de su camino, aun cuando la persona de su origen no sea ni cálida ni relajante. Sasuke es policía, tiene una misión auto impuesta por atrapar el asesino de sus padres, pero entre mas se acerc...