Your Name ☠ Death Note [LawLight] ✓Omegaverse

[05] ☠️Impaciencia☠️

Luego de nuestra conversación donde me aseguré que mis instrucciones hubieran sido lo suficientemente claras, la omega rubia insistió en intercambiar nuestro número de teléfono. Parecía no comprender que nos estábamos exponiendo a la policía, pero gracias a su insistencia, y al hecho de que necesitaba supervisar que no cometiera algún error concretamos comunicarnos por medio de dos teléfonos empresariales que no tenían ninguna sospecha. Sería difícil que L diera con la señal de esos teléfonos. Entonces inició el proyecto, el tiempo corría y el proceso aclamaba comenzar, la muerte de ese detective estaba cerca y teniéndola a ella de mi lado podría ser más sencillo. Con ayuda de ambas presencias que nos acompañaban y trascendían cada movimiento, la derrota de ese tonto L sería parte del paisaje final.

-En esta semana estipularé el plan más viable, no harás nada hasta que volvamos a comunicarnos. Ahora debes ir a casa, es muy tarde.-Dije acariciando su espalda, en una actitud que simulaba ser protectora, mientras ejercía una suave presión intentando dirigirla a la salida.

-¿Qué? ¡pero son las siete, hasta ahora empieza nuestra cita! Esperé mucho por este momento. -Chilló la rubia, de forma exasperante, poniendo aquella expresión de animal en sumisión, honestamente me causaba repulsión. De no ser porque mi vida corría peligro, no aguantaría esa situación.

Resolví que en su condición de omega, emocionalmente frágil, un beso sería suficiente para silenciar su voz. Ella abrió sus labios de mandarina, en absoluto asombro, aceptando complacida, permitiendo profundizarlo para hundiendo mis dedos en su cabello rubio con aroma a champú de frutas. Como era costumbre, había funcionado, obtuve su confianza, ese beso tan solo había sido el primer paso del plan, lo que sellaría el destino de L. Ella obedeció sin rechistar, tal vez hechizada por los ingenuos instintos del romance, cumplió mi objetivo y la llevé hasta la puerta, observé las calles solitarias en las desaparecidas cuales cabizbaja entre pasos resonantes.

Al darme la vuelta mi madre me miró con cierto reproche, haciéndome preveer las palabras que diría a continuación.

-¡Qué descortés de tu parte! Te conviene tratarla bien. Es alguien que puede aportarte buenos contactos y un buen estatus.

🍎🖋️

A la mañana siguiente entre a clases en el horario habitual, respondí activamente los saludos de mis compañeros y amigas de la universidad, además de recibir varias cartas románticas que se han vuelto parte del día a día. En las horas de la tarde, luego de una reunión con los directivos pasó cerca del aula 717, dónde logré discernir esa figura encorvada y delgada, observando al horizonte por la ventana, tan perdido y ensimismado como siempre. ¿En qué pensaría? ¿Estaría esperando mi llegada para analizarme de cerca?

El ambiente era altamente estresante para mí, intenté ignorar su presencia por completo pero me resultó imposible, a pesar de sentarme al otro lado del auditorio, no podía evitar lanzar miradas furtivas, para comprender a quién observaba, en quien se fijaba y qué pensaba. Pero su expresión era indescifrable, estaba concentrado en las palabras del Decano, de vez en cuando tomaba uno que otro apunto. A decir verdad, me costaba un poco aceptar que ese detective brillaba con luz propia, en el transcurso de las clases, pude percatarme de su pasión por crear racionamientos lógicos, era de aquellas personas singulares que tienen la capacidad de unir el ingenio con el análisis, participando activamente en el debate, proponiendo ideas para resolver los casos que sorprendieron a los presentes, incluso le propusieron participar en el consejo estudiantil.

Entonces pensé en aquella facultad del análisis, esa habilidad tan única. Que por confuso que parezca, en realidad es totalmente independiente del ingenio creativo, pues cualquiera podría ser creativo y no tener una inteligencia superior al promedio, pero L poseía todas esas cualidades sin dificultad. Pero no podría decir que aquello me intimidaba, al escucharle hablar con tal propiedad de asuntos penales, con naturalidad y esa seguridad que nunca antes ví sentí algo parecido a la admiración.