— No abuses de la suerte niño, es tu primera lección de vida a ver si te lo aprendes— eran como los mejores amigos
El hombre estaba esperando en los pasillos, estaba sudado de tanto correr, pero ya tardo más de una hora por lo tanto se había perdido del nacimiento de su hijo, cuando vio a la mujer estaba muy dormida con intravenosas en sus muñecas podía hasta sentir sus gritos y dolores durante y después del parto, fue un dolor tan intenso que se había negado a cargar al bebe.
No se quejó mucho, la dejo dormir para ver a su hijo, su primer hijo varón ya hasta lo imaginaba de grande que sea su más grande orgullo —siempre quise un niño— para después besar su pequeña frente —no tienes idea de las veces que lo intente, pero sabía que tu madre era la elegida— cuando dijo esas palabras crueles no sintió nada más.
Antes de poder decir algo escucho los gemidos de su mujer, se estaba despertando sus ojos se abrían de a poco —marcos llegaste tarde— solo eso podía decir, con una voz seca
— Si lo sé y perdóname no quería despertarte solo quería conocer a mi hijo— contemplándolo era muy pequeño —es perfecto
— No exageres, y por cierto gracias por preguntarme como estoy— solo presentaba amargura —me dolió mucho, y las muy perras me trataron mal así que no intentes suavizarme— pero el hombre si sabía cómo hacerlo, la mujer estaba loca y sedienta de amor como nunca, no recordaba la última vez que hizo eso por alguien <<eh incluso si fuera un criminal lo amaría>> deseaba recuperar el aliento para poder hablarle, el amor y obsesión que tiene con él es tanto que hasta sería capaz de matar por su esposo
— Eso también lo sé, así que no te preocupes yo me voy a encargar de ellas, pero déjame disfrutar de mi hijo, voy a cuidar bien de los dos me acabas de dar el mejor regalo que pude tener y más aún porque es idéntico a mi
Ya para después darle un beso en sus labios, estaba débil pero no tanto para recibirlo dejándola más tranquila, odiaba esa habilidad, pero de alguna forma mientras ella lo deje satisfecho no se queja, si logro suavizarla después de todo —eres un imbécil— dijo su mujer, él se acercó a su oído y con unas palabras le dejo en claro
— Lo sé, y aun así me amas, tu solo eres mi bella anastasia
Luego de volver a su casa de una forma más discreta tenía una excusa de que se Amy lo había llamado por un tema del trabajo su madre le había creído, de todas formas la reunión había terminado al estar ya solos ella le pregunto si había visto a su padre pero él lo negó no quería meterse en ese asunto sino él lo que al realmente le importa ("pues si de todas formas ella ya sabe de la hija perdida pero lo perdono si le hablas de esa mujer no es nada"), solo se fue a la cocina a comer algo por no haber ingerido nada durante toda la reunión mientras comía vio que ya había vuelto su padre a eso no le dio importancia pero él pensaba que tal vez pueda sacar provecho, caminaba hasta la sala y se echó en su sofá
— ¿a dónde estabas? — pregunto su esposa con un tono serio, era la primera vez que la veía tan seria
— me surgió algo del trabajo— sin verla, solo frotaba sus ojos y bostezo
— sí claro y me crees estúpida
— Ana ya enserio no quiero entrar en discusiones sin sentido ¿sí? Estoy cansado
— ¿es enserio? Una discusión sin sentido, eres un imbécil no pienses que nací ayer— llevando una discusión Alex ya conocía ese tono serio decidiendo irse por la puerta de atrás.
Ya saliendo en el patio vio a Nina leyendo un libro muy atento notando como achicaba los ojos para poder ver mejor <<a pesar de tener lentes >> no perdía nada con acercarse
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El efecto de un deseo
Random-tu estas allá y yo estoy aquí- Un deseo no intensional hace que una hermosa joven se convierta a alguien del sexo opuesto y viendo su vida desde otra perspectiva dejando flashback de esa vida pasada, Bien dicen que la mejor arma de las personas es...