doloroso

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Con muchos sentimientos encontrados a la larga de la postura en la cual era ponerse en el lugar del otro, después de tantos dolores de cabeza, visiones, sueños, peleas y amor que al final no era el objetivo, sin más criterio sobre el poder de lo que significa la lealtad y la protección de manera desinteresada, por días cuando intentaba acercarse a esa niña loca con problemas de ira, y la forma en la cual se ganó su cariño que ni ella sabía cómo llego a lograrlo, y como sus planes cambiaron de forma radical, ambas eran almas gemelas, eran dos caras de una moneda, era tal el reconocimiento que el mundo creía que su amistad era un chiste de mal gusto, y el bendito sueño que al investigar noto que no estaban porque si, sino más bien era porque algo la estaba llamando, alguien a quien no se quería así mismo, y que estaba dispuesto a darle su lugar para enfrentarlo cerrando así su propio ciclo. Éramos solo dos contra el mundo o al menos eso pensaba, tenía la loca idea de que siempre iba a estar a su lado, pero como siempre cree antes de que pase, la magia de ese deseo hizo que tenga que remediar los que hacen las segundas personas y esta vez sin ayuda de su amiga una loca psicótica que sigue siendo importante hasta la actualidad donde la extraña como nunca extraño a nadie, y el bichito del favor lo había picado, que todo lo que ocurre fue gracias a esa chica, no quería irse con el nudo en la garganta por ser un ángel desabrigado y sin amor profundo cuando estaba en esa línea de tiempo con el torno del fracaso, una carta de amor con momento de las cuales la inocencia perduraba e hizo que vea y se diera cuenta de todo el mal que hizo, que su final no sea tan malo ni tan bueno.

No era un "había una vez", antes de que todo pase, Amy solo pasaba tiempo con Víctor, amaba su trato su individual ante ella, su color volvía a un rosa natural en sus mejillas, de vez en cuando chocaban miradas coquetas mientras tomaban té juntos en su jardín —¿te iras algún día? — mirándolo esta vez a los ojos, Víctor pensaba en esa pregunta

— No puedo decir lo que hare o no en el futuro, dime tu ¿algún día te iras?

— Por favor ¿A dónde me iría? Prácticamente no tengo a donde ir, ya no tengo espacio en mi casa, aun no puedo mantenerme completamente así que no iré a ningún lado guapo

Expresando ese descontento con su propia vida, deprimiéndose así misma

— Puedes vivir conmigo

— ¿Cómo crees? — riendo un poco, Víctor viéndola mejor, se acercó dónde estaba sentada

—Hablo enserio niña, yo no tengo a nadie y tú de verdad me agradas

Amy seguía riendo un poco creyendo que habla de forma de broma. Aunque sus palabras sonaban enserio —no soy tan cómoda como parezco, eres un buen amigo aceptara tu ayuda cuando al menos pueda ejercer mi profesión— para poder deprimirse un poco nuevamente

—Te diré algo, puedes venir cuando quieras ni siquiera de cómoda lo hago porque tú nunca me viste con miedo

— Después de todo yo pedí un deseo en una habitación oculta de un museo y cambié la vida de mi mejor amigo, y todo porque...

— No creías en la magia, cada uno con su creencia por el poder

— ¿Qué harías en mi lugar?

— Siempre fui supersticioso y como nadie sabe lo que quiere, basan sus deseos en la pura apariencia, luego todo lo demás como los sentimientos

— ¿significa que hay forma de revertirlo? — aunque esa pregunta lo había hecho pensar

— Tal vez, pero si él no quiere, entonces deja las cosas como están

Amy sabía que lo que significa eso, por lo cual había dejado las cosas como dicta el tiempo, después de un silencio Amy poso su cabeza en el hombro de Víctor por lo cual sonrió al sentir ese acercamiento lleno de cariño

El efecto de un deseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora