El efecto de un deseo

cuerpo de fuego

Cuando por fin la convencieron solo necesitaba comentarlo con Alex, pero estaba asustada <<a pesar de su rara confesión de amor>> no le creía para nada. No era por ser mala solo creía que eso no podría llegar muy lejos-

No creía que fuese suficiente mujer para nadie, una razón válida para morir sola. El estar consiente solo empeoraba las cosas ya que su cuerpo reacciona por sí solo de manera en la cual traiciona su propia mente.

El querer concientizar no era lo que esperaba, solo se quedó sentada en el cordón de la vereda esperando por Alex. Ahora que por fin se iba a confesar estaba completamente nerviosa, tenía esa imagen de como las personas hacen esos actos de besar abrazar y tocar sus cuerpos reaccionan, pero Amy solo sentía una cierta reacción, pero después de esos típicos comentarios se preguntaba que las personas son ignorantes y le daba tanta flojera que prefirió burlarse, su cuerpo era tan frio pero no le molestaba para nada solo salió afuera a tomar aire y pensar en ese segundo beso no sabía que decisión tomar con él, aún estaba en su cuarto hablando con su hermana y era una charla demasiado larga pero se lo espero —y ¿de qué tanto hablaran?— Pregunto su hermana

— de la vida que se yo— viendo como saco un cigarro fumo una vez para devolvérselo —son hermanos lejanos

— de verdad ¿y qué opinas de ella?

— es una chica increíble me hace acordar mucho a alguien, pero ya no importa todo el mundo es feliz— siendo algo antipática no le interesaba mucho por estar hundida en sus pensamientos, además de que le hubiera encantado que ese viaje que invento si sea real —solo quiero que termine este cuatrimestre para irme lejos

— si yo quiero ir, por eso hacías dieta quieres que te entre el bikini— golpeándola por verse más delgada que antes —sos tan fría hermana, pero ya estoy feliz de que por fin te le vas a confesar— eso provoco que tosiera humo

— sí, pero es mi problema y me quieren como soy— no quería decírselo prefiriendo cambiar de opinión

— sí, pero nosotros nomas ¿y tú hombre que? ¿Qué pasa si él quiere ya sabes?

El insinuar de "ya sabes que" era un motivo valido para querer golpearla —apenas si me convenciste mejor cierra la boca— como ser hermanas no indicaría que cuide sus palabras —bueno él no quiere estar conmigo y sinceramente no me importa— rodando sus ojos y recordando como el rechazo que a pesar de entenderlo no le gustó nada como se lo dijo

— ¿está segura? — mientras le pellizcaba

— sí ¿por qué preguntas? — muy desinteresada y con los brazos cruzados

— bueno porque lo estoy viendo, caminando hacia acá

— ¡¿Qué?!— Casi gritando y viendo como Víctor se acercaba, eso la asusto que entro de nuevo a la casa para ir al baño a cambiarse y verse en el espejo poniendo su camisa de cuadros abierta con una remera negra un poco escotada, con su collar al descubierto y algo de maquillaje en sus ojos en los golpes que aún estaban curándose al salir del baño veía a Alex riendo un poco pareciendo que se estaba llevando bien con su hermana que solo salió de nuevo y vio como Víctor saludo a su hermana —hola— saludando un tanto feliz con un beso en la mejilla

Era raro, le quería preguntar ¿Qué hace aquí? Pero no quería parecer grosero, en realidad su visita fue lo más inoportuno que le ocurrió

— Hola paseaba por aquí y quería verte para invitarte a tomar algo— dejándola un poco muda pero su hermana le dio un pellizco más fuerte que no evito el dolor —claro si no estás ocupada

— yo sí quiero— pero antes de hacerlo se acordó de Alex por la seña de su hermana —ay no discúlpame, pero todavía mi amigo se encuentra en mi habitación hablando con su hermana— suspirando, pero él se comportó comprensivo —pero si me gustaría mañana estoy libre— sin disimular se mordió levemente el labio inferior, era clara que su presencia la hacía feliz