Capítulo 05

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"Mantener el control"

Chiara Morelli.

Hoy es miércoles y por tanto otro día de playa. Mi segundo día de playa con mi hermano y sus amigos. Me termino de preparar mientras oigo la puerta abrirse y poco después varias voces. Tomo un bolso veraniego donde guardo todas mis cosas y salgo de la habitación.

La primera que veo es a Bianca desparramada por el sofá con unas gafas de sol en sus ojos. Anoche se fue otra vez de fiesta y me invitó para ir de nuevo con ella, pero decidí rechazar la oferta. Me lo pasé bien, pero no podría seguir el ritmo de ella ni aunque quisiera. Y tampoco quería dejar tirado a mi hermano que ya me había programado una exhaustiva clase de surf.

— Que bien te ves Bibi. — Comento caminando hacia ella y quitándole las gafas de sol.

— No, trae, trae. — Achina los ojos cuando la luz le da de lleno. — Tengo doble resaca. La de anoche y la anterior cuando fuí contigo.

Me río devolviéndole las gafas.

— No puedes ir bebiendo como una loca.

Gruñe.

— Para broncas ya tengo las de mi hermano, gracias.

— No te regaña lo suficiente cuando siempre lo haces. — Francesca aparece a mi lado.

— Que a tí no te guste socializar no quiere decir que a mi tampoco.

— Una cosa es socializar y otra es beber hasta perder la conciencia.

Rueda los ojos y se da media vuelta aburrida de la charla. Dejo a Bibi desparramada en el suelo y sigo a la neurótica de Francesca. Se apoya en la pared y me observa.

— Sí, lo hace más a menudo de lo que crees. — Me responde antes de que formule la pregunta. — Y no, él no va a venir hoy.

Frunzo mis cejas.

— Primero deja de hablarme de él cuando no te he preguntado. — Rueda los ojos. — Y segundo, les las mentes o que.

— Sí, es mi segundo pasatiempo favorito. El primero es hablar de él cuando sé que te mueres por saber dónde está.

Aprieto mis puños, tratando de contener mi rabia. Mi "yo" interno se debate entre darle cabezazos contra la pared o darle unas palmaditas en el hombro por su fuerte personalidad. No sé a qué lado me inclino más, si en el que me agrada, simple y a secas, o en el que la detesto, con odio profundo.

Ni siquiera me obligo a sonreír, doy media vuelta y me siento en uno de los taburetes, esperando a que salga mi hermano de su cuarto. El salón se queda en silencio, ninguna de las tres dice algo, así que saco mi móvil y le envío una foto de mis piernas junto con el bolso a Gabriella y Adriano.

Chiara: Lista para la playa.

Chiara: ¿Vosotros?

Gabi: Desayunando.

Me adjunta una foto en el que sale el rostro adormilado de Adriano con una tostada en la boca. Tiene los ojos cerrados y su cabeza descansa en el puño de su mano.

Chiara: Qué le has hecho al pobre Adri!!

Gabi: Mejor no preguntes jeje.

Gabi: Lleva unos quince minutos así, no sé si ha muerto o ha entrado en modo hibernación de repente.

Chiara: La segunda opción sin duda. Está mayor el pobre.

Salgo del chat cuando aparece mi hermano en el salón. Mira el panorama y su sonrisa cae.

Mafia Italiana | Herederos 2 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora