Debra tenía muchas preguntas, ninguna respuesta y aún menos valor para exigirlas.
A lo largo de su experiencia saliendo con hombres, se acostumbró a que estos fueran distantes, poco claros y que le huyeran a las etiquetas y al compromiso. Incluso Marlon por varios meses insistía en no formalizar nada, hasta que nació Kate y la presión de su familia lo hizo ceder.
Pero Tim... Tim era distinto. No era como ninguno de los tipos con los que Debra salió antes, la gran mayoría más preocupados por mostrar lo masculinos, fuertes o intelectuales que eran en comparación con ella. Por el contrario, cuando Tim le enseñaba no la hacía sentir estúpida, sino capaz, y pese a su seriedad, se esforzaba mucho porque estuviera cómoda.
Tim no era como ningún hombre que hubiera conocido... Y aun así, luego de su cita no volvió a llamarla.
Ella sabía bien lo olvidadizo que era el pobre, y mientras más avanzaba en su concurso de cocina, peor se dispersaba en todos los otros aspectos de su vida. Sin embargo, la parte insegura de Debra no dejaba de sugerirle que, si no volvió a hablar con ella, era porque no quería hacerlo, porque esa supuesta cita no fue tan buena, porque ese beso en el ascensor no significó nada. Y por mucho que ella odiara esos pensamientos, poco a poco empezó a creer que eran ciertos.
Así que fue toda una sorpresa cuando, un miércoles en la mañana, recibió un escueto mensaje de Tim.
"Hola, Debra. Espero te encuentres bien. ¿Te interesaría adelantar la clase para mañana? Uno de mis alumnos canceló y pensé que podíamos ponernos al día con las lecciones atrasadas."
Debra no sabía si sentirse decepcionada o divertida. Por un lado, era muy graciosa la manera tan formal en la que Tim escribía sus mensajes de texto. Incluso usaba todos los signos de puntuación, por Dios santo. Pero, por otra parte, ella esperaba algo diferente, un poco de familiaridad, algo que le confirmara que lo que había pasado esa noche no fue un simple desliz.
Conociendo a Tim, era algo que jamás averiguaría por mensaje.
"Claro Tim! Mañana a la misma hora de siempre??"
Pulsó enviar antes de empezar a preocuparse por su ortografía y reescribir el mensaje unas mil veces.
"Estaría perfecto. Entonces nos vemos mañana, Debra."
"Okis <3"
Se arrepintió de ese último mensaje, pero ya estaba enviado. El corazón ahora le parecía un poco excesivo. ¿Y si Tim pensaba que era una loca desesperada?
Ese torbellino de pensamientos atormentó a Debra durante el resto del día, mientras esperaba con ansiedad y temor que llegara el día siguiente.
***
Tim aguardaba con expectación a que dieran las cuatro de la tarde y Debra por fin llegara. Creía haber sido muy impulsivo al escribirle para adelantar la clase, pero en serio quería verla y esperar un día más hubiese sido una tortura.
Estuvo más tiempo del usual escogiendo su ropa y afeitándose, se puso colonia y ahora estaba nerviosamente arreglándose el cabello en el espejo.
Maldita sea, Kobayashi. ¿Vas a una cita o a una clase con tu alumna?, dijo una voz en su cabeza, que extrañamente sonaba como Amanda.
Tim sacudió la cabeza, y entonces su cabello volvió a desarreglarse. Lo cierto era que no sabía en dónde había quedado su relación con Debra, pero una clase de cocina no era buen lugar para aclarar embrollos sentimentales. Tenía que dejar de lado la sensiblería y ser profesional.
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Amor y Wasabi [TERMINADA]
RomanceTim Kobayashi es un joven chef que quiere ser el mejor. Sin embargo, su sueño se ve más lejano cuando lo despiden del restaurante donde trabaja y se conforma con dar clases de cocina. Su suerte parece cambiar de repente cuando conoce a Debra, una...