Mientras el chef Yeon se alejaba por el pasillo, Tim y Naoko permanecieron en su sitio, el primero todavía anonadado, la otra aun arreglándose la ropa.
¿Conque así Naoko conseguía tanta información sobre los desafíos? ¿Desde cuándo estaba acostándose con Yeon? ¿Era así como había llegado hasta la final?
Más que pasmado o indignado, lo cierto es que a Tim le decepcionó bastante pensar eso. Siempre había tenido un gran respeto por Naoko y sus habilidades, era triste ver cómo una chef tan talentosa se rebajaba a usar trucos tan sucios con tal de ganar.
―¿Por qué me miras así, ah? ¿Creíste que solo estaba interesada en ti? ―se burló Naoko. No mostraba el más mínimo pudor o arrepentimiento de haber sido atrapada en el baño con un juez de la competencia, pero ya para ese punto a Tim no le sorprendía en lo absoluto.
―No, solo me entristece que hayas llegado a esto para tratar de vencerme ―respondió él.
―¿Me creerías si te dijera que no lo hago con esa intención?
―¿De qué hablas?
Como respuesta, Naoko se rio. Mas no fue una de esas frías carcajadas, evidentemente falsas, que solía lanzar para burlarse de él. Fue una risa pequeña, tímida, y si la luz del pasillo no hubiese sido tan tenue, Tim hubiese jurado que tenía las mejillas sonrojadas.
―El amor funciona de maneras misteriosas, Kobayashi-san ―dijo Naoko, para luego suspirar.
―¿O sea que tú y el chef Yeon están... saliendo? ―conjeturó Tim.
―Siento cierta debilidad por los amores prohibidos. Y nada hará enfurecer más a mi familia que verme salir con un coreano.
―¿Entonces siempre fue un amor prohibido, no una forma de obtener información de la competencia?
―Admito que al principio sí pensé que podría serme beneficioso, pero luego se volvió algo más. Dae-hyun quería mantenerlo en secreto hasta que terminara la competencia, por obvias razones. Espero que ahora que nos viste no renuncie, el pobre a veces es demasiado noble.
―Tan noble que no tuvo problemas con enredarse con una concursante ―ironizó Tim―. Me pregunto qué opinarán todos cuando lo sepan.
La intención de Tim, aunque fue muy bajo de su parte, era asustar a Naoko. Al fin y al cabo, él conocía su secreto, por lo tanto, llevaba la ventaja en este asunto, ¿verdad?
Lo cierto fue que no, y lo supo en cuanto la chef se acercó a él y con una sonrisa de lástima, le susurró:
―¿Así es como quieres ganar, Tim? ¿Qué me descalifiquen por un rumor que tú inventaste?
―No es un rumor, los acabo de ver juntos.
―Tal vez, pero sería tu palabra contra la mía y la de Dae-hyun. Solo piensa bien este escenario: yo inventé que fuimos pareja, te quemaste la mano en el proceso y perdiste un importante desafío. A nadie le parecería raro que tú inventaras algo igual de escandaloso para vengarte.
Tim apretó la mandíbula y calló. ¿Qué otra opción tenía? Ya Naoko le había mostrado el final de aquella historia.
Hiciese lo que hiciese, era una historia donde ella terminaba ganando.
***
Regresó a la cocina poco después de que la silueta de Naoko desapareciera corredor abajo. Una intensa angustia se había apoderado de Tim.
¿Qué hacía ahora? Podía ir con los demás jueces o los productores, y delatar al chef Yeon a pesar de lo que le había advertido Naoko. Resultaba arriesgado, pero cabía la posibilidad de que creyeran en su palabra.
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Amor y Wasabi [TERMINADA]
RomanceTim Kobayashi es un joven chef que quiere ser el mejor. Sin embargo, su sueño se ve más lejano cuando lo despiden del restaurante donde trabaja y se conforma con dar clases de cocina. Su suerte parece cambiar de repente cuando conoce a Debra, una...