•°~°Capítulo 53°~°•

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No es como si Bennett no estuviese enterado de todo aquello que se solía mencionar sobre él, y que era muy ajeno a su trabajo. Habían tonterías muy ingeniosas persistiendo aún, pero eran de inmediato opacadas por los buenos comentarios que recibía en cada parada y publicación, así que no se preocupaba mucho en realidad.

Lo cierto, era que al menos para él, nada era distinto a lo habitual, y agradecía, sin duda, que la pasión que sentía por su carrera musical era suficiente para hacer que cada semana, pareciera convertirse en un sólo día.

No era la primera vez que debía viajar bastante, aunque pareciera que siempre fuera su primera vez pisando un escenario nuevo; en realidad estaba más que acoplado a los cambios de ambiente, y a cada nuevo desafío fuera de su zona de confort. Sin embargo, había algo más que novedoso; y era que estaba mucho más emocionado por el hecho de poder comunicarse con Ben, de poder oír que tal iba su día y saber que todo ya marchaba mejor que antes.

Le costó como nunca, no era fácil lidiar con la distancia y la presión que se generaba al no poder estar allí del todo. Ben era reacio y poco cariñoso para hablar, divagando de manera constante al tratar de expresarle confianza; mientras disfrazaba emociones con dejes de orgullo y se limitaba a sólo responder. No estaba mal, al menos, ninguno de los dos se agotaba al tratar de adivinar que pensaba el otro, cuando los tonos de voz eran más que obviados y recibidos.

Bennett estaba muy al tanto de que era un chico insistente, pues si él ansiaba afecto, quería recibirlo, aún más si después de todo sabía con certeza que el sentimiento recíproco no había disminuido ni flaqueado. Por lo que la mayor muestra de aprecio que podía recibir del peli-cían, -generalmente cuando este estaba bastante aburrido de sus múltiples intentos de «obligarlo» a expresarse-, eran palabras suaves y afectivas bañadas con apatía, que comparadas con un «Deja de joder», no se quedaban atrás.

Sus problemas tampoco estaban de más, eran los mismo de siempre, nada le molestaba y nada era relevante para ser notado. Tenía una forma de lidiar con ello, y si funcionaba, estaba bien para él.

Jeremy se portaba bastante distinto a lo habitual y lo mantenía alegre cuidando de sus perros. Pues el mayor era la clase de persona que se reía fuera cual fuera la situación; mantenía su vibra socarrona y su gracia burlesca y floja en todo momento, lo que ayudaba bastante en ocasiones. Y tenerlo a su lado manteniéndolo informado, aprovechando ciertamente la oportunidad para colarse en sus fotos, era mucho más relajante de lo que parecía ser.

Después de todo, era el único con quien podía hablar abiertamente de su vida personal sin sentir pena de ello. El peli-cobrizo estaba ahí para detener los nervios que se aferraban a él, cada que leía artículos que señalaban a la ex pareja con emoción tras el desmentir de los ya pasados rumores.

Jeremy estaba ahí cuando no podía dormir esperando un mensaje de Ben, y estaba ahí incluso cuando lo hacía. Porque Bennett era capaz de llevárselas muy bien solo en su área laboral, pero era un desastre sosteniendo sus emociones cuando eran tan fuertes e inestables.

—Jeremy, no sabía que podías hablar alemán. —. Curioseaba Bennett tras mirar como el aludido se había detenido a charlar con un montón de personas, en búsqueda de distracción mientras se dirigían a la salida de la residencia del sector.

—¿Cómo que no? —inquirió soltando un ruidoso suspiro de relajo cuando pudo acomodarse con confianza en el asiento del vehículo donde se encontraban los demás integrantes—. ¿No recuerdas que me fui a estudiar a Suiza antes? Si era obvio que tenía que aprender a fuerzas al menos un idioma o me hubieran hecho bullying.

—Oh, verdad. Aunque no sabía que en Suiza se hablaba alemán. —Bennett ladeó la cabeza, causando que con ello el peli-naranja asintiera y a un lado, uno de sus compañeros dejara escapar una risa.

 :・゚ "Detrás de cámaras" ・✧:・ [BxB]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora