•°~°Capítulo 44°~°•

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Y con todo esto, con otro día, esta vez uno más distinto, el pelivioláceo seguía sintiendo que estaba agotado y que no poder ver a Ben en casi todo el día talvez era un descanso a toda esta emoción junta que empezaba a quitarle la simpleza hasta al más tibio pensamiento. Hoy tenía trabajo en el estudio con William, su jefe y manager a quien, realmente no le agradaba enfrentar, más que nada porque al final parecían dos torpes tratando de discutir, y en el fondo el hombre le agradaba mucho. Sabía que habían personas y personas, unos exigentes, otros suaves, a algunos les caía tan bien y a otros simplemente parecía desagradarle, pero eso, en fin, era otra cosa.

El pelinaranja se ofreció a quedarse en el departamento un rato, así que el ojirubí aprovechó para pedirle a Jeremy que cuide de sus perros al menos por unas horas y que luego los deje, ya sabía que ahora tenía trabajo y ese no era precisamente de cuidador de mascotas, y pues la verdad Bennett siempre podía llamar para que una asistente de confianza vea a sus dos perros por unos momentos en lo que él no estaba o si empezaba a tardar, y eso era mejor. Sabía que cuando se trataba de su guitarra, su cabello y los ensayos con la voz, eso le costaba todo el día completito. Y es que cuando se divertía sin duda, el tiempo pasaba rápido y se hacía corto.

— Es algo raro... —murmuró mientras iba en el asiento trasero del auto, mirando su celular y notando los mensajes de Ben, eran cortos, a veces parecían despreocupados, pero ahorita le estaba hablando bastante— Pero eso significa que no está enojado conmogo. Qué bien.

Y es que la verdad a pesar de todo, está mañana se levantó algo cansado, pero contento al fin y al cabo ¿y qué mejor que su fiel guitarra y algo de música para quitarle toda esa mala vibra de encima? Pensaba que así podría olvidar las cosas tontas que lo preocupaban y sofocaban, esas preguntas raras que se hacía a si mismo y el hecho de no entender que le pasaba realmente a Ben estos días, o porque la oji-ámbar se estaba portando tan atenda de un segundo a otro, como si quidiera apresurarse demasiado sabiendo que no conseguiría nada con eso. Y que en lugar de haber parecido amistosa, ese beso terminó asustándolo, porque sabía que no traería nada bueno.

Pero fuera de todas esas cosas tontas, se sentía menos agobiado, aunque si que no comprendía esa rara percepción de él, tan raro y sintiéndose observado, y la verdad ya recordaba esto, cuando paseaba o caminaba sabiendo que la gente lo miraba de más o hasta le tomaban fotos sin miedo. Eso no le inquietaba, pero cuando la sensación le jodía el poder sonreírle tranquilo a su celular, pues si, era tedioso. Aunque ya había pasado por cosas peores y bien podía con un par de miraditas, de ser su yo anterior, ese adolescente miedoso, ya se hubiera estado pensando volver a aceptar tener compañía de momento, salir con algún compañero o volver a pedir a su asistente compañía de cerca. Aunque esa idea le inquietaba la verdad. No le gustaba estar tan rodeado siempre. Y no le gustaba refugiarse tanto en otros.

Ya olvidándose de eso, cuando después de unas semanas volvía a ver a su banda, tan entretenidos y risueños como siempre, esa emoción se instaló en él otra vez. Y sólo le provocaban realmente que su pasión por la música no se acabara nunca, gracias a eso había tenido muchas buenas oportunidades y conocido a gente muy agradable y talentosa. Gracias a eso estaba aquí y, no pretendía cambiarlo por nada.

— Ah el buen Bonnie. Cuánto tiempo. —mencionó uno de ellos, su compañero bajista, alzando la mano para saludarlo, seguido del otro típico saludo cercano que solían darse.

— ¿Estuve muy desaparecido por aquí? —sonrió, tomando con firmeza la correa del estuche de su guitarra. Viendo el sector, el gran espacio, las luces y el color claro del ambiente, las paredes ideales y el relajo entretenido de sus compañeros le hizo sentir que podía volver a integrarse, tan rápido y con tanta energía como siempre.

— Uhh mucho, como no tienes idea, compañero. —le sonrió el baterista, mientras se acercaba a darle un abrazo y a estrujarlo levemente en sus brazos, con dificultad debido a que el más bajo cargaba la guitarra en la espalda— Si hasta hace poco tu trío con la ex pareja fue de lo mejor. Como avanzas sin nosotros, ¿y nos hacemos llamar banda? No queremos que nuestro compañero guitarrista nos deje tanto tiempo.

 :・゚ "Detrás de cámaras" ・✧:・ [BxB]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora