daddy's war 𐙚 vminkook. (terminado)

Capítulo diecisiete.

—¡Llegamos! —la puerta de la casa fue abierta, haciendo que los dos niños aún con sus uniformes de escuela corrieran hacia la entrada— ¡Niños, los extrañé! —Jungkook tomó en sus fuertes brazos a sus dos hijos, y con ellos caminó hacia la sala donde su ex esposo estaba.

El castaño entró atrás de él, colocándo sus pantuflas sin ganas, arrastró sus pies mientras caminaba atrás de ellos, observando la felicidad en los rostros de JunSuk y Somi. No quería ser egoísta, en verdad no, pero odiaba ver al hombre robusto actuar como el perfecto padre cool que sus hijos aman.

¡Él cuido de ellos! Él cuido de Jimin cuando estaba destrozado por un idiota que no lo había valorado, pero Jungkook llegaba y ganaba todo con solo mover su cabello de ladrón.

Kim suspiró, viendo a los cuatro hablar en el sofá, sentados mientras una película animada se reproducía en la televisión. No era notado por ninguno, y eso lo hacía sentir aún peor.

—¡TaeHyung! —Jimin dejó de prestarle atención a Jeon cuando notó a su esposo querer subir las escaleras, él se detuvo, y giró hacia Jimin— ¿Qué haces? Te iba a hacer un café...

—No quiero café.—dijo antes de subir rápido los escalones.

La risa del pelinegro hizo que Jimin suspirara con molestia.

—Parece una adolescente llegando de un mal día, él es realmente tonto.—formuló entre carcajadas.

—Deja de tratarlo así, el te ayudó hoy.

—No, yo lo ayude hoy. —se señaló— Gracias a mi tienen a un nuevo locutor o algo así, solo sé que me darán cien mil won por cada vez que pasan mi voz en un programa o la radio, ¡Es literalmente genial! —los niños aplaudieron sin entender del todo— Me darán mucho dinero, lindo.

—Espero que así te vuelvas a ir de mi casa.—Subió las escaleras siguiendo el camino de el castaño, dejando a un Jungkook atónito en el sofá.

—Papá se enojó. —murmuró su hija menor— Eso es malo.

—Ya se le pasará.—Aseguró, levantándose—¿Alguno sabe cocinar?

—No. —negaron.

—Hhm...entonces yo haré algo, así mamá me perdona. —eso en su mente era una gran idea, pero hasta los niños sabían que iba a resultar mal.