Capítulo veintisiete.

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Cuando la pareja despertó a la mañana siguiente, sintieron un extraño olor inundar sus fosas nasales, lo más extraño allí era que no les desagradaba. Taehyung fue el primero el levantarse apresurado, y su esposo lo siguió de atrás al bajar las escaleras asustados.

No tenían idea de la hora que era, pero un domingo nadie se despierta temprano, y mucho menos los niños, o Jungkook, según Jimin. Los dos entraron a la cocina, de donde venía el dulce olor a rosquillas.

—¿Qué demonios? —no esperaban encontrase a un Jeon con delantal, mientras freia donas con tranquilidad.

Al notarlos, giró su cabeza y los vió con una sonrisa.

—Buenos días, Jimin.—saludó— ¿Cómo amaneciste? ¿Quieres desayunar? Los niños fueron a cepillar sus dientes, en seguida bajan. —y para aún más sorpresa de ellos, tomó a su ex esposo de la mano para hacerlo sentar en la isla de la cocina.

Colocó el desayuno en la mesa, ignorando al pasmado TaeHyung.

Las pequeñas pisadas de los niños se escucharon, y a los segundos ya estaban sentados junto a Jimin, con una impecable sonrisa.

—Hola, taetae.—lo saludaron.

—Buenos...

—Hmm, Kim, ¿Puedes moverte? Intento agarrar la leche.—pidió duramente con su voz ronca Jeon, y él sin saber que más hacer, sólo se movió del medio para el aludido pudiera abrir la heladera.

Observó la isla llena de cosas bien elaboradas, y dudó que en verdad las haya hecho Jungkook. Pero no tomándole tanta importancia, se sentó al lado de Jimin.

—Kim, ese es mi lugar. —volvio a interrumpir el pelinegro— Coloqué mi taza de café aquí, ¿Ves?

Y si, sus cosas estaban ahí.

—Pero Jungkook...—quiso quejarse Jimin, pero su esposo negó y se alejó, frustrado— TaeHyung...

—Esta bien, desayunen.

daddy's war 𐙚 vminkook. (terminado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora