—¿Qué pasaría si Rise, hubiese estado con nosotros? —. Pregunto Arthur, sentado en la barra sin parpadear.
—Créeme que, no estuviéramos aquí—. Respondió jugando con el encendedor. —¿Dentro de cuánto tiempo? —. Continuo.
—Ya debe estar en camino. Solo se amable con él, te hará varias preguntas y depende de que respondas, quizás te muestre ofertas de trabajo.
En ese momento entro alguien.
—Está cerrado —. Dijo el hombre que barría alzando polvo.
— Déjalo pasar—. Aclaro Joey, tras ver quien era.
—¿Me preguntaba? ¿Dónde está Rise? —. Dijo Marcelino acercándose a la barra.
—Creíamos que estaba contigo ¡Menso! —. Contesto Arthur con ironía.
—¡No comiences de nuevo! —. Susurro Joey. —Creíamos que había quedado contigo—. Continúo, viendo a Marcelino a los ojos.
—Quedamos en vernos esta mañana, un tema importante que quería compartir con ella.
—¡Siiii!... Muy importante— Dijo Arthur sin darle tanta importancia. —Cantinero, sírvame un trago—. Haciendo señas.
—Este lugar ha ido de mal en peor, ¿¡me pregunto si tu vida no va por ese mismo camino!?
—Vete, antes de que me arrepienta por lo que voy hacer—. Respondió Arthur, viendo su reflejo a través de la botella donde el cantinero servía su trago.
—Por supuesto que me iré. ¡Quizás se dónde este...! —. Dijo Marcelino retirándose. —Maldito loco—. Agrego en voz baja cruzando la puerta.
—¿No es muy temprano para un trago? —. Pregunto el cantinero, terminando de servir el trago.
—No sabía que había una hora específica, para tomar alcohol—. Respondió Arthur, calmándose con un poco de humor.
—Entiende que, tienes que calmarte. No entiendo por qué te agobias—. Dijo Joey con la mirada hacia él. —Piensa en los tacos—. Con una risa.
—¿Sabes? Nunca entenderé mi miedo de ser rechazado. ¡Quizás solo me quiera como amigo! —. Exclamo Arthur tras haber terminado su trago. —Desde que conoció a Marcelino, la he visto más alegre. Quizás hasta haya olvidado la muerte de su padre.
—¿Por qué no le dices antes que sea más tarde?
—¡Por favor! —. Riéndose. —Estamos intentando buscar trabajo para pagar un maldito alquiler roñero, Y Marcelino, vive en una casa propia, a punto de graduarse—. Burlándose de sí mismo.
—¡Oye! Que lo material no sea obstáculo para expresar tus sentimientos. La vida da muchas vueltas. —Animándolo.
—¡Gracias! —. Exclamo recapacitando. —Me alegra saber que aún tengo a alguien en quien contar.
A los pocos minutos llego un caballero bien vestido con zapatos pulidos, sombrero llamativo y reloj bañado en oro. Traía en sus manos un maletín negro y pequeño. Tomo asiento en uno de las mesas más alejadas de la barra, se puso cómodo, he hizo señas para que lo atendieran. Enseguida el cantinero fue atenderlo.
—Supongo que es el. ¿no? —. Aclaro Joey.
—Si. Te está esperando. Estaré aquí en la barra, puede que quiera hablar contigo a solas.
—Está bien, ya vuelvo.
Joey se dirijo a la mesa de aquel sujeto, su vestimenta no era común, parecía al de un detective esperándolo para interrogarlo.
![](https://img.wattpad.com/cover/292305847-288-k178858.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Los Alquímicos: INICIOS
Ciencia FicciónCuenta la historia del detective Miguel Ángel, quien a principios de la década de 1906, viaja a Celsus City, la ciudad de la alquimia. Para interrogar a un asesino misterioso, queda atormentado al darse cuenta que muertes paranormales ocurren mientr...