IV

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FUTURO EN EL PASADO

IV.

Kagome había alcanzado a ver a su cuñado mientras se marchaba de la aldea, se le hizo extraño que aquella visita hubiese sido tan corta, normalmente solía quedarse un poco más tiempo, apenas hacía unos minutos lo había visto dar su habitual paseo con Rin, aunque parecía que algo había sucedido por aquel grito que soltó Rin, le estaba gritando a Sesshomaru, cosa rara, cuando se iba acercando para ver qué era lo que ocurría Sesshomaru ya iba de salida y Rin después de verlo unos momentos se alejó de aquel lugar. 

Le parecía sumamente extraña la forma de actuar de ambos, pero quizá le estaba dando demasiada importancia a ese pequeño exabrupto, que bien pudo deberse a la edad por la que pasaba Rin, quizá se había enojado por cualquier tontería. Pero entonces se le vino a la mente aquellas palabras que había escuchado más de una vez entre los aldeanos, 'Sesshomaru haría suya a Rin y se la llevaría de ahí', aunque le parecía lo más loco que podría pasar, no podía evitar pensar en si era verdad. Y ahora con lo que acababa de ver, le surgían más dudas, ¿acaso Sesshomaru había intentado algo con Rin y ella lo había rechazado? ¿Rin había hecho algo? ¿alguien los había visto y por eso Sesshomaru se había ido? no podía dejar de pensar en todas las posibilidades que existían.

Se negaba, sin embargo, a creer algo así de su cuñado, él desde siempre había cuidado a esa niña y no le cabía en la cabeza que quisiera hacerle algo como eso a ella, pensó en lo que hacían ella e Inuyasha por las noches, el hecho de pensar en Rin en su posición y en Sesshomaru en la de Inuyasha, le daba escalofríos, Rin apenas comenzaba a crecer, y bueno, Sesshomaru era mucho mayor que ella, no eran los años que pudieran llevarse, porque finalmente Sesshomaru era un youkai que había vivido ya mucho, sino la madurez de cada uno, definitivamente Sesshomaru era un hombre mayor, tal vez estaría entre los treinta y algo si fuese un hombre humano, en cambio Rin, bueno, ni 17 tenía, ella seguía comportándose como una niña.

No podía imaginar aquello sin hacer una mueca de disgusto, no entendía quién había comenzado con aquellos rumores, no lo entendía porque Sesshomaru nunca se había mostrado de esa forma con Rin, en ningún momento, y vaya que había convivido con ellos antes de que la perla hubiese desaparecido, aún entonces nunca vio ninguna señal de que Sesshomaru quisiera hacer algo más con Rin, simplemente la cuidaba, era ella la forma en que la debilidad de Sesshomaru tomaba forma, la debilidad que llevaba en la sangre gracias a su padre, aquella niña representaba la parte de su alma que no odiaba a los humanos. Y a pesar de eso, alguien había decidido retorcer aquello hasta convertir a Sesshomaru en un pervertido.

Aunque no podía negar la curiosidad por saber la verdad, quería preguntarle a Sesshomaru de frente, pero claro, él no se prestaría para aquel interrogatorio, quizá si le preguntaba a Rin obtendría mejores resultados, de esa forma tal vez podría ayudar a que aquellos rumores cesaran de una buena vez.

Todos los rumores de la aldea se basaban en aquellas telas caras que solía enviarle a Rin, pero no se daban cuenta que Sesshomaru podía conseguir todo eso con suma facilidad, era después de todo, una versión un poco diferente de lo que sería un príncipe o un terrateniente, tenía el poder, tanto militar como adquisitivo, aquellos obsequios eran nada a comparación de lo que podía conseguir realmente.

Finalmente, la sacerdotisa suspiró totalmente agobiada de pensar en Rin y en su cuñado, aquel asunto podía mantenerla totalmente en vigilia si no fuese porque Inuyasha mismo planeaba encargarse de eso. 

- Creo que lo mejor será hablar con Rin -puntualizó mientras se ponía a preparar las cosas para la comida; si hablaba con Rin tal vez estaría a tiempo de que no hubiese ningún malentendido por los comentarios de los aldeanos, o si aquello que no creía posible lo era, bueno... aquello ya sería otra plática distinta.

- Ah al fin te encuentro -dijo Inuyasha sonriendo mientras se sentaba frente a su mujer.

- Inuyasha -sonrió ampliamente para darle un beso de bienvenida, no pudo evitar soltar una risita al ver el rostro sonrojado de Inuyasha-, estaba pensando en Rin y en aquellos rumores que no dejan de extenderse por la aldea.

- No deberías preocuparte por eso, dudo mucho que Sesshomaru quiera hacer algo con esa chiquilla -levantó los hombros en señal de despreocupación, quizá no fuera muy astuto, pero se daba cuenta que Sesshomaru no pensaba en ninguna de esas cosas, al menos no con aquella niña.

- Tienes razón -acordó Kagome-, pero creo que debería platicar con Rin, de cualquier forma, con todos esos comentarios puede llegar a confundirse o sentirse incomoda. 

- Feh! supongo que sí -Inuyasha había escuchado aquellos rumores también, no había duda de que aquellos aldeanos tenían mucho tiempo libre para elaborar tales escenarios en su mente. Sesshomaru podía ser cualquier cosa, pero estaba seguro de que no era la clase de sujeto que se aprovecharía de una niña, mucho menos de una a la que había visto crecer.

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