VII

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FUTURO EN EL PASADO

VII.

¿Acaso era posible que aquella niña que había visto crecer Sesshomaru se hubiese enamorado de él? ¿En qué momento había ocurrido? desde que la había dejado en la aldea, raramente la visitaba, al menos eso es lo que le había comentado Inuyasha, era a Jacken a quien siempre enviaba, sí, recibía regalos de parte de él, pero nunca le había parecido que fuesen regalos de cortejo, ¿o eran ellos los que estaban equivocados? Negó con la cabeza, no, no podía ser, Rin ni siquiera era capaz de hablar de tú a tú con él, aún seguía refiriéndose a él como señor o en ocasiones como amo; incluso Sesshomaru mantenía su distancia, no comprendía cómo había pasado aquello.

— Rin —puso su mano en el hombro de ella para que volteara a verla y entonces le dijo—, ¿qué fue...? —negó con la cabeza y reformuló su pregunta— Exactamente ¿qué fue lo que le dijiste a Sesshomaru?

— Al señor Sesshomaru —no podía evitar llamarlo de esa forma—, eso que... que quería ser su mujer.

Kagome se sonrojó por lo que le escuchó decir, no podía creer que Rin fuese así de directa— ¿Qué te contestó? —suponía que no había ido tan bien como Rin lo hubiese querido, pero ahora tenía que saber la respuesta de él.

— Que estaba confundida —frunció el ceño—, ¡pero no lo estoy! no soy una niña ¡sé lo que siento! —gritó, bueno... aquel exabrupto no la ayudaba a parecer más adulta, pensó Kagome.

Kagome se quedó meditando un buen rato, pensando en que la falta de tacto venía de familia, o sería cosa de los demonios, youkais, hanyous o cómo sea que quisieran llamarse...— mmm Rin, dime una cosa, ¿qué es lo que amas de Sesshomaru? 

— ¿Lo que amo? —preguntó Rin

— Sí, lo que amas —respondió mientras agregaba— dime ¿qué es lo que te enamoró de él? seguramente hubo un momento que compartieron que hizo que te enamoraras de él.

Podía ver en la mirada de Rin la duda y la confusión, era claro que no se esperaba ninguna de esas preguntas. Quizá en ningún momento se lo había planteado. Kagome se inclinaba a creer que Sesshomaru tenía razón en que Rin estaba confundida...

— ¡Kagome! —gritó Inuyasha mientras se acercaba hacia las dos.

— Inuyasha —se le quedó viendo extrañada y luego recordó—, ¡es verdad! ¡la comida! —se rio nerviosa mientras bajaba la mirada hacia su canasta que había dejado ya en el suelo.

— No te preocupes por eso, creí que necesitabas ayuda, dame yo lo llevo —dijo Inuyasha tan tranquilo que parecía extraño, aunque seguramente habría alcanzado a escuchar algo y por eso prefería alejarse nuevamente.

Kagome siguió a Inuyasha con la mirada, cuando estuvo a cierta distancia volteó a ver a Rin, esperando alguna respuesta, pero claro, no tenía ninguna, se notaba que no tenía la menor idea de qué contestar... seguramente era el primer "enamoramiento" de Rin, aquel que sientes amar, pero no sabes por qué, aquella subida de hormonas eran las causantes normalmente, tal vez, eso era lo que le ocurría a ella.

— Rin... —la muchacha volteó a verla contrariada, seguramente la odiaba en aquel momento por hacerle aquella pregunta que le ocasionaba más dudas que respuestas, más tristeza que consuelo—, me tengo que ir, pero piensa en lo que te dije, no por mi o por Sesshomaru, por ti... así que intenta responderte con total sinceridad, tal vez no lo parezca ahora, pero créeme te ayudará a aclararte.

Rin asintió y se despidió de Kagome, la sacerdotisa se fue por el mismo camino que había tomado Inuyasha minutos antes, iba pensando en el valor que había tenido Rin para decirle aquellas cosas a la persona que amaba o al menos creía amar, más aún, tratándose de Sesshomaru, seguramente, de estar en su lugar no lo hubiera podido hacer. 

Pensó en hablar con Inuyasha respecto a lo que Rin le había contado, pero para empezar tal vez había escuchado y además no sería correcto andar repartiendo los pormenores de la situación de Rin con todo mundo, no creía que Inuyasha fuese a divulgar nada, pero quizá por el momento, sería mejor guardarse los comentarios.

Kagome no dejaba de pensar en que los rumores que habían estado pasando de boca en boca entre los aldeanos, no habían hecho otra cosa que causar estragos en la mente de Rin, no es que fuese alguien crédula, pero sí que la falta de sus padres, de su familia, habían logrado causar una gran añoranza por ser querida, por agradarle a toda aquella persona que se cruzara en su camino, eso podía entenderlo, era algo inevitable dada su historia. Pero ahora toda aquella admiración, cariño y lealtad que tenía hacia Sesshomaru se habían empañado con todo eso que la gente decía, se había distorsionado. 

De ninguna manera negaba el hecho de que Rin pudiese sentir amor real hacia Sesshomaru, pero sólo ella podría demostrar que era real y no sólo confusión. Además, tendría que lidiar, después de todo, con la negativa de Sesshomaru, aun cuando los sentimientos de Rin hacia él fuesen verdaderos, los de aquel hombre no eran recíprocos.

— Las cosas nunca son fáciles —murmuraba Kagome mientras picaba las verduras

— ¿De qué hablas? —preguntó Inuyasha con intriga.

— De nada, de nada —agitó la mano para restarle importancia—, cosas de mujeres.

— ¿Qué clase de cosas? —vaya que era curioso, pensó Kagome.

— Olvídalo Inuyasha —suspiró viendo al hombre frente a ella—, hablo del amor Inuyasha.

— Feh! —levantó una ceja y añadió seriamente—, no deberías meterte en esa clase de asuntos Kagome —se cruzó de brazos dando por terminado aquel tema.

— Mmmm... ¿asuntos de quién? tú sabes algo que no quieres contarme —podía darse cuenta, su pierna comenzaba a moverse nerviosamente.

— No sé de qué hablas —dijo mientras se levantaba y se dirigía a la salida—, voy a limpiar el pescado acá afuera.

— Qué extraño —dijo Kagome viendo a su esposo salir casi corriendo de la casa, era evidente que le ocultaba información, aunque ahora no sabía si se trataba de Sesshomaru o de alguien más. Suspiró preguntándose ¿qué caso tenía estar casados si no podían comentar lo que sabían sin ningún tapujo?

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