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MADELEINE
Caminaba hacia mi casa acompañada de mi hermano Robin que me contaba cómo le fue en la pelea.

-¿Cómo se atrevió a retarme? -se reía y yo hice lo mismo- Lo malo es que tiene unos dientes, que casi me deja sin nudillos.

Me reí y entramos a casa a comer. Había una nota en la nevera así que la cogí y la leí en voz alta.

Volveré tarde, tengo mucho trabajo pendiente.
Os he dejado en el microondas pizza y por si no
llego a la cena hay sobras de la empanada de ayer.
Un beso, mamá

-¿Me sorprendo? -dice Robin poniendo el microondas.

-Lo hace por nosotros. 40 segundos no te pases!

Puse vasos y servilletas hasta que Robin sacó la pizza del microondas y empezamos a comer.

-Quema -dijo soltando la pizza.

Solo reí y bebí agua y más tarde seguimos comiendo con la tele puesta. Cuando acabé de comer me lavé los dientes y me duché.
Abrí la nevera y la despensa y agarré la comida de perro y de gato.

-Robin voy a salir -dije abriendo la puerta pero Robin la cerró de un golpe- ¿Qué haces?

-¿Cómo que vas a salir?

-A darle de comer a los perros... ¿Si no a dónde iría?

-No creo que sea buena idea Maddy.

-Ah ¿por qué?

-Están... Raptando niños, si.

-¿Cómo?

-¿No te enteraste? Esta mañana raptaron a Griffin Stagg.

Griffin Stagg era un chico del colegio, nunca había hablado con él pero si sabía quien era.

-No te preocupes Robin tendré cuidado -dije volviendo a abrir la puerta.

-Te acompaño. No quiero que te pase nada.

Robin se preocupaba mucho por mi, y había veces que demasiado aunque en este caso lo entendía.

-Vale vamos.

Nada más salir vi a mi gato Luke. Luke siempre se va solo a dar vueltas por el vecindario toda la mañana y después de comer venía a casa para comer y dormir. Le puse su comida y lo acaricié.

-¿Por qué la comida de animal tiene que oler tan mal? -dijo Robin arrugando la cara- A ver como huele la de perro- Cogió la bolsa, la abrió un poco y se le cayó al suelo.

-Robin! -le dije mientras acariciaba a Luke.

-Bueno perdón es que me da asco.

-Si te da tanto asco no la hubieras abierto. Ayúdame a recogerlo- Nos agachamos para coger la comida, y razón llevaba porque no es el mejor olor del mundo.

Cogí algunas croquetas que se cayeron de la bolsa y me las puse en la palma de la mano cuando sentí que algo me rozaba. Levanté la mirada de la bolsa para ponerla en mi mano y vi a un pequeño perrito comer de ella. Me pareció tan mono que le dejé.

-Tommy! Ven aquí! -escuché una voz a lo lejos y no pude evitar levantar la mirada. Era un chico que más o menos aparentaba mi edad, dejó su bicicleta en el suelo y se acercó a nosotros- Tommy!

Me quedé paralizada mientras veía al chico acercarse. Hay que admitir que, por lo menos, desde lejos era muy guapo. El chico volvió a gritar y volví de vuelta al mundo real.

-¿Tommy a dónde ibas? -dijo agarrando en brazos a su perrito. El chico no me había mirado, hasta ahora- Eh, perdón. Acaba de comer no sé por qué ha hecho eso...

-No te preocupes -le dije, no sé porque el corazón me latía tan fuerte. Miré al chico y desde luego que era guapo pero sin más.

Mi gato empezó a maullar. No sé si es porque tenía más hambre o por el perro, Luke no se lleva muy bien con los perros...

-Ya nos vamos -dijo y se dio la vuelta sin despedirse y caminó hasta su bicicleta.

-¿Hola? Hola Madeleine -dejé de mirar al chico para mirar a Robin.

-¿Qué?

-¿Qué te pasa?

-¿Que me tendría que pasar?

-No sé es que te has quedado mirando al chico desde que cogió al perro.

Escuchamos un golpe suave en el suelo y apareció un periódico en el suelo. ¿Este chico era el repartidor de periódicos? Todas las mañanas y alguna que otra tarde nos dejaban el periódico casi en la puerta de casa pero no sabía que era un niño de ¿mi edad?

-¿Este es el repartidor? -le pregunté a Robin mientras le daba un poco más de comida a Luke.

-¿Ahora te das cuenta? Ese chico estudia en nuestro instituto, será que no le he visto veces, y sí, él es el repartidor.

-Ah no lo sabía -quería saber más de él. Su nombre, su edad y al curso que iba. No es por ser acosadora pero, no sé, quería saber más de él.

Robin me acompañó a dar una vuelta por el vecindario y estuve más pendiente de buscar al chico que de darle de comer a los perros.

-¿A dónde miras?

-A nada... Buscando a los perros y eso.

-Ya.

-¿Qué hora es? -pregunté, me acababa de acordar de que había quedado con Finney para hacer ciencias.

-No tengo reloj.

-Vámonos a casa. Voy a hacer ciencias con Finn.

-¿Por qué no avisáis? Yo no entiendo el temario y no iba a entregar la tarea.

-Bueno si te ibas a acabar enterando igualmente. Vámonos.

Por el camino vimos una furgoneta negra que ponía no se qué de magia. Nunca me he interesado ni he creído en la magia así que seguí como si nada.
Llegamos a casa y estaba Finn en la puerta llamando al timbre.

-¡Finn! Perdón se nos ha hecho tarde dándole de comer a los perros.

-No pasa nada.

Entramos en casa para empezar a hacer la tarea.

-Son solo 5 ejercicios así que tardaremos poco -dijo Finn sacando su libreta.

-Tengo el libro en mi habitación. Ahora vuelvo -me levanté y me fui de la sala.

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Buenas JAJAJA, no se si me equivoqué con el nombre del perro de Billy. He visto un tiktok que ponía que se llamaba Tommy así que en esta historia se llamará así. Todavía no tengo claro del todo como va a ser la historia solo tengo algunas ideas para algunos capítulos en mente ya sabéis si tenéis alguna propuesta (o crítica) decirmelo y lo tendré en cuenta. Gracias por la gente que está leyendo la historia la verdad q aunq sea poca no lo asimilo no se JAJAJK, Y ya por último CREO que los capítulos los voy a hacer de unas 1000 palabras para que no sean muy pesados y siempre que tenga tiempo libro os subo cap <3

𝐒𝐀𝐂𝐑𝐈𝐅𝐈𝐂𝐄; 𝗯𝗶𝗹𝗹𝘆 𝘀𝗵𝗼𝘄𝗮𝗹𝘁𝗲𝗿Donde viven las historias. Descúbrelo ahora