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MADELEINE
Robin se levantó de la cama con la intención de irse de la habitación. No iba a dejar a Billy ni un solo día más con el raptor.

-Robin -dije rápida.

-¿Qué? -se giró a mirarme.

-Hay algo que no te dije, otro motivo por el cuál no podemos dejar a Billy ni un día más allí.

-Maddy, ojalá pudiéramos ir a por él hoy pero la policía ya nos lo ha dicho.

-Que le den a la policía Robin. Siéntate.

Robin me obedeció y me miró, diciéndome que siguiera.

-He soñado con Billy- dije y Robin se me quedó mirando. Al ver que no decía nada, hablé- Ya sé que puede ser un sueño como cualquier otro, ya sabes, algo que no es real. Pero es que vi como el raptor abusaba de él y como quería matarlo, además de que Billy me dijo que me odiaba, y aunque solo sea un sueño, tengo miedo ¿sabes?

Robin solo seguía mirándome pero no decía nada- Wow... -dijo al cabo de unos segundos. ¿Wow?

-¿Wow qué Robin?

-¿Segura que tu sueño solo fue un sueño?

-Sí -dije dudosa- La única que sueña cosas reales es Gwen.

-Vale... -se levantó- Pues digámosle a Gwen que sueñe con él, a ver qué es lo que ve -dijo abriendo la puerta.

-No hay tiempo! -la cerré- Me da igual si fue un sueño real o no, lo único que quiero es ir a por Billy. Por favor.

-Maddy ya te lo he dicho. Ojalá que pudiéramos pero la policía dice que mañana.

-Robin ¿te lo repito? No me importa.

-Pues que te importe porque no podemos hacer nada. Yo tampoco entiendo porque hay que esperar hasta mañana pero eso es lo que hay. ¿Quieres que vaya a comprarte unos dulces? -dijo y sonreí, cuando éramos pequeños me compraba dulces cada vez que me sentía mal.

-No, no hace falta. Dormiré un poco. Con el sueño de anoche no descansé. Además de que ahora no es tiempo de salir con todo lo que está pasando.

-Bueno me lo pensaré. Ah e iré a llamar a Gwen y le diré que sueñe con Billy. Ya es por salir de dudas.

-No creo que sepa quién es.

-No pierdo nada por preguntarle -salió por la puerta y la dejó abierta.

Me levanté y cerré la puerta de un portazo, me daba rabia que Robin siempre la dejaba abierta. Después me tumbé en mi cama y cerré los ojos y al cabo de un rato me quedé dormida.

-¿No vas a hacer nada para ayudarme Maddy? ¿Con lo que te he ayudado? ¿Por como me jugué y sacrifiqué para que tú salieras creyendo que después me ibas a ayudar? Que mal lo estoy pasando. Si yo hubiera salido antes que tú, el mismo día hubiera conseguido que escapases. Pero ya veo que...

-No puedo hacer nada para ayudarte, lo he intentado pero hasta mañana la policía no piensa ir a por ti.

-¿Y por qué no vienes tú a ayudarme? ¿O eres una egoísta que solo piensa en sí misma y no quiere que la vuelvan a raptar?

-No! No sé cómo llegar a la casa del raptor!

-Haz memoria, Madeleine.

-Todo estaba oscuro...

-Haz memoria, Madeleine.

-Solo recuerdo que corrí todo recto y que llegué a la casa de su vecino Billy. Enfrente de su casa sólo habían árboles...

-Sigue haciendo memoria Madeleine.

-No me acuerdo de más!

-Casa 7741.

-¿Sabes dónde es? ¿Cómo?

-Eso no importa. Y tampoco me acuerdo.

-¿Por qué no te acuerdas?

-¿Esto te importa ahora? Por favor...

Me levanté de golpe tal y como la otra vez, con los ojos llorosos. ¿Sería esto una señal para que fuera a por él? No tiene sentido que Billy me dijera todo eso, él no era así, o quizás es que yo no le conocía. ¿Y el número de la casa? ¿Cómo he podido soñar con eso si nunca vi el número en otra parte? Quien sabía si lo que me dijo era real o no, pero ya habría tiempo para resolver esto. Ahora solo iría a por Billy y me arriesgaría por él tal y como él lo hizo por mí.

Me limpié la cara con mis manos mientras bajaba las escaleras. En el salón estaba mi madre dormida con la televisión encendida. Encima de la mesa había un rotulador negro y un paquete de patatas fritas. Me metí unas cuantas en la boca y con el rotulador escribí el número que Billy me dijo, ¿era 7741 o 7642? Mierda. Me apunté ambos números en la palma de mi mano izquierda y dejé el rotulador en la mesa sin hacer ruido.

No había rastro de Robin por casa así que supuse que al final fue a por los dulces. Entonces, sin Robin de por medio y con mamá dormida podría salir de casa e ir a por Billy sin ningún problema. Mi madre no me dejaba salir de casa y mi hermano menos todavía. Cerré la puerta silenciosamente para no despertar a mamá y con cuidado corrí como pude hasta la casa del vecino Billy que me ayudó a escapar.

¿Cuánto tiempo estuve corriendo y andando? No lo sé. ¿Y cuánto tiempo estuve buscando la casa del vecino Billy? Tampoco lo sé. ¿Por qué siempre todo me salía tan mal? De nuevo, no lo sé. No iba a tirar la toalla, no todavía. Di unas cuantas vueltas por las calles de Colorado que las conocía porque de pequeña siempre daba vueltas por aquí con mi hermano, pero parece que no las conocía tan bien porque no sabía por dónde andaba. Por suerte vi una casa que ponía el número 7642 y pensé que aquí era donde iba a estar Billy. Me miré la palma de la mano pero me fijé en el otro número, el 7741. ¿Cuál número era el que me dijo Billy?

Me acuerdo que cuando escapé, la casa tenía como unas vallas por fuera, y la casa número 7642 no tenía ningunas. Entonces sería la casa 7741. Seguí caminando y pasé por las casas 7645, 7646... Sabía que me quedaba todavía mucho para llegar a la casa que era, pero merecería la pena. O eso esperaba porque todavía no sabía que iba a hacer cuando llegara a la casa del raptor, mierda, no había pensado en esto antes. Y para mi mala suerte vi a Robin a lo lejos caminando, seguro que se dirigía a la tienda de dulces, tendría que esconderme para que no me viera o acercarme a pedirle ayuda.

𝐒𝐀𝐂𝐑𝐈𝐅𝐈𝐂𝐄; 𝗯𝗶𝗹𝗹𝘆 𝘀𝗵𝗼𝘄𝗮𝗹𝘁𝗲𝗿Donde viven las historias. Descúbrelo ahora