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MADELEINE
Sí, al final opté por acercarme a Robin. No podría hacer esto sola. Me paré enfrente suya y no me dio tiempo ni a saludarlo.

-Madeleine! -gritó- ¿Qué te pasa? No puedes salir de casa!

-Ya, ya lo sé.

-¿Entonces qué haces aquí? Venga te acompaño a casa por si acaso.

-No! Me tienes que ayudar Robin -dije poniéndome de los nervios.

-En casa hablamos venga.

-¿Te puedo acompañar a donde quiera que fueses mientras te cuento?

-Iba a la tienda de dulces, y no, no me puedes acompañar.

-Robin! -me detuve- Quieras o no me vas a escuchar porque no pienso moverme de aquí hasta que me escuches y sé que no me vas a dejar aquí sola ¿verdad?

-¿Te das cuenta de lo qué haces? No hace ni una semana desde que saliste ya estás...

-Robin -le interrumpí- Escúchame ¿quieres?

-¿Por qué no podemos hablar en casa?

No contesté a su pregunta. Le conté todo lo que me había pasado en el sueño con Billy y sobre lo que quería hacer y, como era de esperar, Robin me dijo que no. Me dijo que él no iba a buscar la casa del raptor para ir a por Billy y que me esperase hasta mañana para ir con la policía. ¿Por qué nadie me entiende? Tenía que ir a por Billy hoy en este momento.

-¿Para qué tener hermanos teniéndote a ti Robin? Lo tendré que hacer yo sola. Gracias.

-Madds, es peligroso. ¿Te crees que me gusta verte mal? Te ayudaría pero te estás arriesgando a pasar de nuevo por... -se quedó callado unos pocos segundos- Ya me entiendes.

-Cuando necesites ayuda pídeselo a Finney o a Gwen porque yo no pienso ayudarte. Vete a por tus estúpidos dulces -dije, conteniéndome para no decirle nada más, y crucé la calle corriendo para perder de vista a Robin y hacerlo todo sola, como no.

Con la tontería de huir de Robin me olvidé completamente del número y lo peor, me había perdido. Entonces di media vuelta y anduve por la calle por la que había pasado antes. De nuevo me encontraba en la parte en donde me peleé con Robin desde hace menos de 10 minutos. Ya no había rastro de Robin así que al final hice lo que él quería, volver a casa y encima sin Billy. Tenía claro que si a él le llegase a pasar algo sería por mi culpa y eso nunca me lo perdonaría.

Llegué a casa y mi madre ya estaba despierta, regando las plantas del jardín delantero. Mierda, seguro que me había buscado por casa.

Miré alrededor mía en busca de ayuda. Aún no había oscurecido del todo así que pude ver que en el suelo justo a mi derecha había una piedra así que la agarré del suelo y la tiré a mi izquierda con la intención de que mamá fuera a ver que ocurría, pero en vez de eso escaneó sus alrededores y mientras intentaba esconderme me vio.

Sí, me regañó y me dio una charla más pesada que las que me daban en clase. Más relajada, se pasó la mano por la cara:

-¿Y tu hermano? -dijo mientras entrábamos a casa.

-Se fue a por dulces -me dirigí a la cocina a por la bolsa de comida de Luke.

-Hace mucho que se fue.

-Ya pero qué se yo -abrí la bolsa y salí afuera a servirle la comida a mi gato- ¿Cuándo podré salir a darle de comer a los animales? Los echo de menos.

-Ya mismo -dijo asomándose por la puerta- Ya entra que está oscureciendo. ¿Dónde estará tu hermano?

-¿Puedo cenar? -la ignoré y cerré la bolsa de comida mientras acariciaba a Luke.

-Sí, te hice pasta que sé que te encanta.

-Echaba de menos eso -sonreí con pocas ganas y me metí a casa no sin antes haberme despedido de Luke.

Por fin mañana iríamos a por Billy. Estaba segura de que esta noche lo pasaría mal porque seguro que soñaría con él. No me preocupaba si eran reales o no, de eso me podría ocupar más tarde. Llamé a Gwen por teléfono para pedirle amablemente que soñara con Billy pero al no saber quién era no pudo hacerlo. Igual le agradecí.

Me acosté en mi cama muy temprano no sin antes haberle dado un beso de buenas noches a mi madre. Llamaron al timbre así que supuse que sería Robin y me fui a dormir dejando el tema Robin de lado. Solo me acosté y me puse a sobre pensar como me pasaba cada noche y no pude evitar llorar por todo, por Billy, por Robin, por lo que me había pasado hace menos de 2 semanas, por papá... Siempre que lloraba me acordaba de cosas pasadas y me ponía aún peor.

{...}

Necesito un abrazo, pero no uno cualquiera, sino el tuyo.
Estoy seguro de que vendrás a por mi o eso espero.

{...}

A la mañana siguiente me desperté temprano aunque no tenía que madrugar ya que no iría a clase como por una semana después de lo ocurrido, todavía tendría que asimilarlo. Me levanté la cama para echar la cortina para que entrase sol y vi al repartidor de periódicos, otra vez, dejando el periódico en casa. Me quedé mirándole fijamente, era el sustituto, como no. Me dolía ver que no era el otro repartidor, o sea mi repartidor. No iba a llorar tan temprano así que eché la cortina rápidamente. Parecía que el destino lo hacía aposta para que ahora yo sufriese. Dejando ese tema de lado, me acordé de lo que había soñado. Era la voz de Billy: "necesito un abrazo, pero no uno cualquiera, sino el tuyo. Estoy seguro de que vendrás a por mi o eso espero". En mi sueño pasado Billy me decía lo basura que era y en este no, se le notaba cansado.

Me empecé a preocupar más por esto de mis sueños. Pensé mientras miraba a mi cama fijamente, pensé en Robin porque él me dijo que esos sueños podían ser reales. Y hablando de Robin, su cama estaba hecha. Seguro que se habría despertado más temprano que yo (raro de él) y habría echo la cama (raro de él) y habría bajado y yo no había escuchado nada, quizás por lo cansada que estaba y el sueño que tenía (raro de mí).

Mi madre abrió la puerta y volví al mundo real. Tenía los ojos rojos e hinchados, también muy mala cara como de cansancio. Fingió una sonrisa y me empezó a hablarme:

-Buenos días cariño. Vístete y baja a desayunar los gofres que te he dejado. Están encima de la mesa de la cocina.

-¿Por qué tanta prisa? ¿Qué te pasó mamá?

-Iremos a por Billy y a por Robin.

-Sí! -sonreí, esta vez era una sonrisa de verdad- Por fin! A por Billy y a por Robin!... ¿A por Robin? ¿Qué salió? -poco a poco se me fue borrando la sonrisa.

-Sí, ayer salió, cielo, pero aún no ha vuelto.

-¿Cómo?

-¿Por qué te crees que la cama esta intacta?

-No hay tiempo, hay que irse ya. ¿La policía sabe algo?

-Están abajo. Vístete y te esperamos fuera en el jardín. No te preocupes por Luke que ya le he dado yo de comer.

𝐒𝐀𝐂𝐑𝐈𝐅𝐈𝐂𝐄; 𝗯𝗶𝗹𝗹𝘆 𝘀𝗵𝗼𝘄𝗮𝗹𝘁𝗲𝗿Donde viven las historias. Descúbrelo ahora