MADELEINE
Me detuve a ver al chico, tenía la cara pintada de blanco con unas gafas de sol y un sombrero de los que usan los magos. También me fijé en el vehículo y era la camioneta que ya había visto 2 veces antes, la de utensilios de magia.-¿Quieres ver un truco de magia? -se dio la vuelta con un spray en la mano. Miró a alrededor y se acercó a mi.
Retrocedí unos pasos.
-Eh tranquila no voy a hacerte nada, solo quiero enseñarte un truco de magia -volvió a mirar alrededor nuestra.
-Vale...
El chico volvió a mirar a nuestro alrededor y me dio tanta intriga que yo hice lo mismo, quería saber qué miraba tanto. Se acercó rápidamente y sentí que me agarraba por los hombros, intenté darle una patada donde le doliera pero fue inútil y solo empecé a chillar lo más alto que pude aunque me dejase la voz.
-Robin! Robin ayuda! Ro-
El mismo spray que tenía antes en la mano lo usó y me echó en la boca y lo último que recuerdo fue cuando me tiró bruscamente dentro de la camioneta mientras los perros ladraban alarmados y yo cerraba los ojos lentamente hasta quedarme profundamente dormida.
ROBIN
Maddy estaba tardando mucho y quería jugar con ella a algún juego para entretenerla así que tenía la intención de salir afuera hasta que escuché a alguien gritar mi nombre, me levanté rápidamente del sofá y corrí hacia la puerta y como Maddy es un desastre, cerró la puerta con llave, abrí lo más rápido que pude y cuando salí solo vi a unos perros ladrando al otro lado de la calle.Me acerqué a ellos y vi una bolsa de comida de perro a su lado. ¿Ese era el paquete de comida que usaba Maddy, por lo menos 6 veces al día? Definitivamente era esa. Me puse de los nervios y miré alrededor pero no encontré nada, ni un solo rastro de Madds. Quería convencerme de que me había desobedecido y se había ido a darle de comer a algunos perros pero imposible porque el paquete de comida estaba ahí...
El corazón empezó a latirme demasiado fuerte y sentí que sudaba, lo único que se me ocurrió fue volver a casa y llamar a mamá por teléfono.
Tardó un poco en cogerlo pero al final lo hizo- Mamá! Mamá tienes que venir en cuanto antes a casa! -dije alarmado.
-Robin tengo mucho trabajo. Haz algo con tu hermana.
-Ese es el problema mamá! No hay tiempo mamá ven!
-Si tu hermana no quiere déjala ¿vale? Te tengo dicho que me llames solo para urgencias.
-¿Que Madeleine no este en casa no es una urgencia mamá?
-¿QUÉ? Robin no estarás so-
-Que no mamá ¡¿quieres venir?!
-Espérame -colgó el teléfono y yo empecé a dar vueltas por toda la casa nervioso. Quería creer que no le había pasado nada pero empecé a pensar en lo peor. Con razón estaba tardando tanto...
Cuando por fin llegó mi madre le empecé a explicar todo.
-A ver Robin, seguro que se ha ido a darle comida a los perros, ya sabes cómo es tu hermana de cabezona y desobediente.
-Ya veo que poco te importa Maddy. Si se hubiera ido se habría llevado la bolsa de croquetas. Pero están en la calle de enfrente mamá. Seguro que tiene algo que ver con los niños que desaparecidos.
-Robin! No digas tonterías. Ya verás que esta noche vuelve Madeleine. Solo habrá sido un susto.
-¿Qué no entiendes mamá? ¿Por qué no asimilas que tu hija está desaparecida?
-Mira Robin, para que estes tranquilo, si de aquí a mañana Madeleine no ha vuelto vamos a comisaría y les cuentas todo.
-¿Por qué mañana mamá? -alcé la voz.
-Robin no me grites! Por que hasta que no sepamos seguro que ha desaparecido no podemos ir a comisaría! Piden 48 horas para poder denunciar a un desaparecido -se levantó del sofá y se acercó a la puerta.
-¿Qué? ¿Adónde vas? -también me levanté del sofá.
-Al trabajo, porque sino a ver quien os mantiene. Échate una siesta y así te olvidas un poco-salió por la puerta y la cerró. ¿Tan poco le importaba Maddy?
Me volví a sentar y me puse a pensar en algo... Gwen. Gwen podría ayudarme. Me levanté y empecé a marcar el número de la casa de los Blake.
-¿Si? -dijeron al otro lado de la línea.
-Hola ¿está Gwen?
-¿De parte de quién?
-Robin.
-Ah espera...
Y después de un minuto escuché la voz de Gwen.
-¿Robin?
-Gwen necesito que me ayudes por favor.
-¿Robin estás bien? Se te nota nervioso.
-No, no estoy bien. Gwen, lo que te voy a pedir es muy importante para mi y supongo que también para ti...
-¿El qué?
-Necesito que sueñes con Maddy, está desaparecida pero mi madre no quiere creerlo y no me va a ayudar.
-¿Qué le ha pasado qué? -empecé a notarla nerviosa- Lo voy a intentar esta noche y te llamo mañana. Gracias por contármelo.
-Gracias... Adiós Gwen.
-Adiós Robin... -colgó.
Necesitaba despejarme así que le hice caso a mi madre, me tumbé en mi cama e intenté dormirme pero era imposible porque solo recordaba y recordaba a Maddy. Ojalá mi madre llevara razón, ojalá que Madds solo haya desobedecido y vuelva esta noche pero una parte de mi me dice "Robin las cosas no van bien" y la intuición no falla...
Me acordé de la vez en la que me fui con Maddy al parque y mientras le columpiaba se cayó al suelo, me echó la culpa y me castigaron una semana. La vez en la que fuimos con Gwen y Finney a tomar helado y a Maddy se le cayó todo el helado encima de su blusa favorita. Muchos recuerdos daban vueltas y vueltas por mi mente. Si Maddy no llegaba a aparecer nunca, ¿qué será de mi? Menos mal que después conseguí dormirme.
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𝐒𝐀𝐂𝐑𝐈𝐅𝐈𝐂𝐄; 𝗯𝗶𝗹𝗹𝘆 𝘀𝗵𝗼𝘄𝗮𝗹𝘁𝗲𝗿
FanfictionMadeleine Arellano es una chica a la que le encantan los animales. Un día como cualquier otro mientras le daba de comer a su mascota, se le acercó un pequeño perro seguido de un chico en bicicleta cargado de periódicos llamándolo desesperadamente. ...