𝐒𝐀𝐂𝐑𝐈𝐅𝐈𝐂𝐄; 𝗯𝗶𝗹𝗹𝘆 𝘀𝗵𝗼𝘄𝗮𝗹𝘁𝗲𝗿

15

MADELEINE
Hablé con Billy e intenté convencerle de salir de la forma que nos dijo Griffin, no le pareció buena idea pero no teníamos otra opción. Me dijo que no quería que alguno de nosotros acabase como Bruce, y le entendía pero recalco, no hay otra forma de salir de aquí.

El raptor bajó con la bandeja, la dejó en el suelo mientras le mirábamos y salió por la puerta y curiosamente no puso el seguro. Era el momento de escapar.

-Billy vamos -susurré levantándome.

-No sé... -se levantó indeciso.

-Billy piensa que no hay otra forma de salir de aquí.

-Podríamos intentar escapar por la ventana.

-¿Cómo? No podemos ni subir ni cabemos por ahí, es demasiado estrecho. Además de que no ha puesto el seguro, es una señal. Estará ahí arriba con el cinturón sentado, ¿quieres que esperemos un rato más para que se quede dormido?

-Vale, pero que no estoy de acuerdo Maddy algo me dice que nada va a salir bien. Y como no nos salga bien ya sabes... Lo del cinturón duele muchísimo.

-Verás que todo sale bien -me agaché a la pared que Griffin me dijo unos días atrás para buscar el número que desbloquearía el candado.

23317, ahí seguía la clave. Lo dije varias veces en voz baja para memorizarlo.

Me di la vuelta y vi a Billy mirándome, y cuando reaccionó apartó la mirada nervioso. Sin entender nada volví a mirar hacia la pared, al número concretamente.

-¿Ya? -pregunté.

-No han pasado ni 10 minutos desde que se fue, seguro que sigue despierto -dijo seco.

-Ya... -esta vez lo afirmé.

Me senté y Billy hizo lo mismo al lado mía trayendo la bandeja. La puso enfrente nuestra y empezamos a comer. No sé él pero yo estaba hambrienta. Cuando acabamos, apoyamos la espalda a la pared justo en la que estaba el número y empezamos a hablar.

-¿Qué quieres hacer al salir? -pregunté.

-No quiero pensar en eso -dijo seco. Antes era él el que me preguntaba eso, y ahora yo le pregunto y me contesta "no quiero pensar en eso"

-¿Qué te pasa?

-Al salir me gustaría volver a ver a mi perro y repartir periódicos juntos -dijo no muy emocionado.

-No se te ve con muchas ganas.

-Las tengo, en serio, pero me da miedo no llegar a salir por eso prefiero no pensar en eso -no contesté y él me miró para preguntarme- ¿Y tú?

-Volver a ver a mi hermano y a mis mejores amigos.

-Todavía no me ha quedado muy claro eso de que soy amigo de tu hermano -dijo volviendo a mirar al frente y sonriendo. Me gustaba que sonriera pero aquí abajo era casi imposible que lo hiciera.

-Nada olvídalo es una larga historia -no quería hablar de eso, suficiente vergüenza pasé ese día.

-Cuéntamela y así se nos pasa el tiempo más rápido.

-Nada que Robin se inventó que tú eras amigo suyo para... -me detuve, no iba a decirle que era porque él pensaba que me gustaba ni nada por estilo- No sé para que, fíjate que cosas.

-Seguro

Él iba a decir algo más, pero en serio que no quería tocar el tema porque que vergüenza. Así que le interrumpí diciendo lo primero que se me vino a la mente- Vámonos ya.

-¿Vale? No, espera... -se calló nada más que abrí la puerta.

-Madeleine por favor no.

-Maddy -odiaba que me llamaran Madeleine, me recordaba a mi madre que me llamaba así cuando se enfadaba.

-Bueno pues Maddy, espérate -susurró.

-¿Vienes o no?

-No.

-Pues aquí te quedas -claro que no le iba a dejar solo ni muerta, pero a lo mejor de esta forma vendría.

-¡No! No... Vale voy... -funcionó- Pero no hemos planeado que vamos a hacer.

-Shhhh -le mandé a callar- Yo abro el candado tu solo espera. Pasemos lento, y no hablemos porque si el raptor se va a despertar. 23317...

Él asintió y subimos las escaleras lo más lento que pudimos, porque ya de por sí chirriaba y no queríamos que el raptor se despertara. Pasamos por delante de la puerta que daba a la cocina en donde estaba el raptor casi dormido.

Caminamos de puntillas y muy lentamente para no hacer ruido. Lo estábamos consiguiendo. Llegamos al candado y empecé a meter la clave.

-Mierda -susurré.

-¿Qué?

-No sé que serie de números son...

-Shhhh.

Empecé a probar distintas series de números pero no le daba ni a una. ¿Y si me había equivocado en algún número? Me empecé a poner muy nerviosa y probé con la última serie que se me ocurrió. Y sí que funciono. Una vez abierto saqué el candado lentamente. Me giré para mirar a Billy, tenía pensado decirle en que cuando abriera la puerta saldríamos corriendo como nunca.

-Ahora abri... -me giré para mirarle pero enseguida me callé del susto que me di al ver al raptor allí, detrás de Billy, con el cinturón en la mano.

Abrí la puerta rápidamente y agarré a Billy del brazo y solo le grité que corriese, que corriese lo que más rápido que pudiese pero nada salió bien. El raptor agarró a Billy y yo me quedé un poco alejada de la puerta sin saber que hacer.

-Madele... Maddy -se corrigió a sí mismo- Corre por favor vete tú. Ya!

No iba a dejarlo solo, él tampoco me dejó sola a mi y ya se había sacrificado una vez por mi. Me quería mover y acercarme a Billy pero ¿qué haría? Mis pies tampoco reaccionar y yo solo grité un "ayuda" lo más alto que pude para ver si algún vecino salía y atrapaban al raptor de una vez por todas.

Mis pies reaccionaron y me acerqué a la puerta corriendo. El raptor sin soltar a Billy me pegó en el brazo lo que hizo que yo retrocediera. Billy tiene razón, dolía. No pensé en echarme atrás a pesar de que el brazo me dolía.

Al raptor no se le ocurrió atraparme de nuevo ni pegarme, sino cerró la puerta a pesar de que yo era la que tenía el candado. Me quedé inmutada. Escuché dentro un grito que supuse que sería de Billy y me sentí demasiado culpable. Mi cuerpo no reaccionaba, hasta que la puerta se abrió y apareció el raptor. Me eché a correr lo más rápido que pude pensando que iba a hacer con Billy. Era demasiado estúpida, había dejado solo a Billy (la primera persona que no me había dejado solo en esto) y en vez de haber salido corriendo cuando el raptor cerró la puerta, me quedé ahí quieta pensando en Billy. Seguía corriendo mientras era perseguida por el raptor, todo estaba tan oscuro que ni sabía por donde circulaba. Vi a un coche a lo lejos y me aparté como pude para que no me atropellase, el raptor seguía persiguiéndome y el coche ni se dio cuenta que siguió por su camino como si nada.