MADELEINE
Seguía corriendo entre la oscuridad sin dirección alguna, pero no me importaba, tenía que correr y perder de vista al raptor. Me tropecé, no sé con qué. Me levanté lo más rápido y que pude. Estaba cansada de tanto correr y sabía que no podría más. Me giré y no vi al raptor (como iba a verlo si estaba todo oscuro) pero tampoco escuché sus pasos como antes.No me iba a quedar aquí en mitad de la acera, vaya que el raptor apareciese y volvía a raptarme, pero tampoco iba a seguir corriendo porque no tenía fuerzas.
¿Dónde pasaría la noche? Por supuesto que aquí no. Me levanté y me metí entre ¿un bosque? Solo notaba la hierba debajo de mis zapatos así que eso supuse. Tenía miedo, no solo por la oscuridad y por el miedo que le tengo, también por si el raptor aparecía en cualquier momento. Quizás estaba esperando a que me quedara dormida para subirme de nuevo a su furgoneta negra.
No sabía que hacer, hasta que a lo lejos vi unas luces. Me asomé con cuidado por si era una trampa del raptor, pero me parece que no. Era una casa, estaban las luces encendidas. Crucé la carretera sin mirar ya que no había rastro de ningún coche y me paré enfrente de la casa. No me lo pensé y llamé al timbre, y al momento un chico (más bien un adulto) me abrió.
-Eh ¿hola? -me dijo.
Yo no sabía por dónde empezar.
Al chico se le quedó una cara de sorprendido, estaba boquiabierto.
-¿Tú eres... Madeleine... -me señaló con su dedo- la chica que estaba desaparecida?
Yo asentí con la cabeza.
-Llamaré a la policía. Pasa no te quedes aquí fuera.
¿Debería entrar? Ahora me pensaba que cualquier persona desconocida que me ofreciera algo era porque quería raptarme.
-Entiendo si estás asustada, solo espérame aquí e iré a por el teléfono. Ah, por cierto, me llamo Billy. Te voy a ayudar, Madeleine.
Billy... Se llamaba Billy, como el repartidor. No lo pude evitar y me eché a llorar. Me había hecho recordar a Billy Showalter, ese chico que no me dejó sola en ningún momento y que incluso se ¿sacrificó por mi? Yo diría que sí, el raptor podría haberme hecho algo el día del congelador pero Billy se opuso y lo pagó muy caro. Era la peor persona que existía, había dejado tirada a Billy en vez intentar ayudarle. Me quedé ahí mirando como el raptor se lo llevaba y no hice nada!
Mis pensamientos fueron interrumpidos, esta vez por el otro Billy.
-¿Qué te pasa? Oh nonono... Tranquila Madeleine la policía está llegando. Al final todo ha salido bien, has conseguido escapar -agradezco que haya intentado consolarme pero ese "todo ha salido bien" no es verdad. Si todo hubiera salido bien en este momento estaría con Billy, el repartidor, juntos. Juntos en el sótano o juntos enfrente de la casa del otro Billy.
Escuché el coche patrulla detrás mía, en el se bajaron 2 policías, mi madre y mi hermano. Dios mío, Robin, lo había echado tanto de menos que no me creía que lo tenía ahí, enfrente de mis narices. Corrí hasta él y le abracé lo más fuerte que pude. Tenía mucho que contarle.
-Dios mío Robin debí haberte echo caso pero en vez de eso fui tan cabezona que te desobedecí e hice lo que se me cantó no sabes cuánto lo siento Robin -dije con la voz entrecortada y llorando- No sabes todo lo que ha pasado. Soy la peor persona que existe, Robin.
-Tranquila Maddy ya no pasa nada -dijo limpiándome las lágrimas- Capulla, no sabes cuánto te hemos echado de menos.
-Robin ¿estás llorando? -dije riéndome, aunque todavía mis lágrimas caían y caían.
-No tonta -se limpió con la muñeca y vi que la tenía vendada.
-¿Otra vez te has peleado?
-¿Te crees que voy a dejar que se rían de tu desaparición?
-Madeleine! -mi madre interrumpió. Me abrazó demasiado fuerte- perdóname hija. Gracias Billy por haber llamado.
Me llevaron a casa en el coche patrulla y me llevaron a casa para descansar. Mañana en vez de ir a la escuela iría a la comisaría a contar con detalle todo, a ver si encontraban al raptor y a Billy. Ojalá que fuera muy pronto.
-Madeleine deja de llorar, todo ha pasado cariño -dijo mi madre tan empática como siempre.
No ha pasado todo, Billy seguía allí ¿nadie piensa en él? No soy la más indicada para hablar porque yo tampoco pensé en él.
Entramos a casa y como tenía el estómago cerrado solo subí a mi habitación para dormir. Ni me cambié, solo me tiré encima de la cama y me quedé dormida al momento.
-Te odio Madeleine. Me has dejado solo, tirado como un perro. ¿Te he ayudado y así me lo agradeces?
Me desperté de golpe del susto. La luz del sol entraba por la ventana y me levanté para echar la cortina. Vi a un chico en bicicleta dejando el periódico y en mi casa y vi como se alejaba... Me tumbé de nuevo en mi cama, pensando en lo que había soñado. En mi sueño Billy me dijo que me odiaba y después recordé el primer día que nos vimos, o al menos en el que yo lo ví a él porque parece que Billy ya me conocía... Yo dándole de comer a mi gato, las croquetas de perro cayéndose al suelo, el perro de Billy acercándose y Billy dejando la bicicleta en mitad de la carretera con todos los periódicos en el suelo mientras perseguía a su perro... Y para colmo me levanto a echar la cortina y veo a otro repartidor. Billy me hacía tanta falta... Tenía que ir a por él o algo. Hoy lo hablaría con la policía.
Supuse que serían las 7:00 am porque el repartidor pasó por mi casa hace poco. No sé a qué hora me dormí pero seguro que llegué a casa muy tarde porque seguía cansada. Miré a la puerta y Robin entró con un vaso de leche y galletas. Mis galletas favoritas.
-Mamá dice de llevarte a un psicólogo para que superes el trauma -dijo dejando la leche y las galletas en mi mesilla de noche.
-No estoy traumada -me bebí el vaso de leche de una.
-Tienes mala cara ¿cómo has dormido?
-Fatal.
-Lo supuse. Llegamos a casa a las cuatro de la mañana.
Me encogí de hombros y empecé a comer galletas.
-¿Sabes algo de Billy Showalter?
-No sabes cuánto.
-¿Estuvisteis juntos?
-Sí Robin pero ahora prefiero no tocar el tema. ¿Hablamos de esto después? -dije intentado sonar lo menos borde posible.
Robin abrió la boca para decir algo pero no lo hizo, la cerró al instante sin replicar. Salió de la habitación. Al poco rato subió con un vaso de agua acompañado por Luke, mi gato. También le había echado mucho de menos. Robin me ofreció el vaso y claro que lo acepté.
-Gracias -estaba sedienta- ¿Cómo están Finn y Gwen?
-Los he llamado esta mañana para darles la noticia y esperan verte mañana en clase. No quieren salir de casa hasta que la policía encuentre al raptor, siguen muy asustados -me dijo, y yo solo sonreí- Ah, la policía quiere verte esta tarde así que acuéstate y mamá te despertara después de comer. Me voy a clase.
Me abrazó, fue en abrazo largo y sincero. De veras que lo necesitaba.
No quería dormirme a pesar de que estaba muy cansada. No quería soñar con Billy. Más bien no quería que me dijera lo que me dijo. Este chico no para de dar vueltas por mi cabeza. Igualmente me quedé dormida pronto por el cansancio.
De nuevo me levanté, esta vez eran las 1:00 pm. Tenía la respiración acelerada. Había soñado con Billy, era abusado por el raptor, le gritó que dejara el cinturón pero el raptor le daba más y más fuerte. También le vi llorar, comiendo solo, y mirando el teléfono esperando a que sonara. Era solo un sueño, estaba claro que eso no es algo real porque los sueños son solo sueños.
Mi madre subió a mi habitación y me dijo que me duchara, que ya mismo llegaría Robin de clase. Había salido antes de tiempo para acompañarnos. Mi madre dice que ya tendría que haber llegado, que se había retrasado 15 minutos.
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𝐒𝐀𝐂𝐑𝐈𝐅𝐈𝐂𝐄; 𝗯𝗶𝗹𝗹𝘆 𝘀𝗵𝗼𝘄𝗮𝗹𝘁𝗲𝗿
FanfictionMadeleine Arellano es una chica a la que le encantan los animales. Un día como cualquier otro mientras le daba de comer a su mascota, se le acercó un pequeño perro seguido de un chico en bicicleta cargado de periódicos llamándolo desesperadamente. ...