Capitulo ³⁰

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Hoy, era el día, al fin regresaría al lado sus compañeros y tomaría clases normales como antes, o al menos eso quisiera.

Se la había pasado gran parte de la noche pensando en cómo tener una oportunidad de hablar a solas con Denki, Katsuki y Kirishima eran muy protectores con él y si se enteraban que quería siquiatra verlo lo negarían rotundamente, con justa justificación, y eso lo arruinaría en su mayoría, casi todo, porque el objetivo era hacerlo en persona y no por medio de una carta.

Mientras caminaba a la escuela pensaba todo eso, trató de evitar a sus amigos y compañía con éxito, llegando al salón solo. Aunque no esperaba que ya hubiera personas ahí y una de ellas era Uraraka, pero por suerte ninguna era Bakugou.

–¡Deku!– gritó corriendo hacia él en cuanto lo vió.

–Uraraka-san.

–¿Qué pasó? ¿Por qué desapareciste sin responder los mensajes? ¿Estás bien? ¿Te hicieron algo? ¿Tienes algún rasguño? ¿Te raptaron?...– y antes de que siguiera el peli-verde la detuvo para "explicar".

–No Uraraka-san, nada de eso. Estoy bien. Sólo fue un asunto de urgencia con mi madre y casi no tenía señal en el lugar.

–Pero si no tenías señal ¿Cómo te llegaban los mensajes?– cuestionó ladeando la cabeza.

–Ah, tenía poca señal por lo que me llegaban los mensajes pero no podía responder muchos.

–Oh eso tiene sentido– aprobó adoptando una pose pensativa –. Pero que bueno que ya estás aquí me alegro mucho de verte de nuevo– rompió su postura para sonreírle ampliamente.

–Si, yo también me alegro de estar con ustedes– le devolvió la sonrisa.

–Hola Midoriya– habló desde atrás Tsuyu, quien había estado esperando a que sí amiga parara de hablar para poder hacerlo ella.

–Hola Tsudevolvió el saludo, notando la ausencia de los otros dos miembros –. ¿Y Todoroki-kun e Iida-kun?–  preguntó mirando bien el lugar.

Sólo estaban en el salón esas dos chicas, Ojiro, Jiro, Tokoyami, Soji, Hagakure, entre otros más que no eran tan cercanos como los antes dichos o tampoco tan relevantes de momentos como el Bakusquad.

Estuvo un rato platicando con ambas femeninas, tanto que se le olvidó lo que iba a hacer, incluso no notó la presencia de Mina y Sero. Reaccionó hasta que vió a Todoroki e Iida llegar, e ignorando lo que le había dicho el medio albino antes se levantó alegre de verlos y para pedirle un consejo al primero.

–Todoroki, Iida, hola– saludó bastante alegre de ver a sus amigos.

–Hola Midoriya-kun.

–Hola, Midoriya.

Sostuvo una pequeña platica con ambos, más que nada con el peli azul, quien le regañó por su inasistencia —le había contado lo mismo que a Uraraka y lo regañó señalandole las mil y una maneras de: responderles, contactarse con ellos, no desaparecer como si le hubiera pasado algo malo, y ser más empático con sus sentimientos de preocupación–, regaño que aceptó gustoso, porque sabía que lo merecía aunque no haya sido del verdadero problema.

–Bueno, Todoroki-kun ¿Podemos hablar?– se dirigió directamente cuando la conversación finalizó.

En respuesta el medio albino sólo asintió y ambos salieron del salón sin ser cuestionados por nadie. Se fueron a un pasillo solitario, para que pudieran hablar con privacidad.

Mi Presa, Mi Conejito, MI DenkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora