Desesperación, miedo, desahogo. Estás acostumbrado a ver la luz al final del túnel, a averiguar o intuir que es lo que va a suceder con tu vida, que es lo que vas a estar haciendo en un futuro cercano, donde te encontrarás, la compañía más o menos esperada . Pero llega un momento en el que tu vida prende de un hilo, un hilo lleno de ansiedad, ansiedad que no te deja ver las cosas de otra manera, descubrir que es lo mejor para ti, la que te impide juntar las fuerzas suficientes para seguir adelante. En ese momento resulta casi imposible ver la luz al final del túnel, saber donde vas a estar, que vas a estar haciendo en un corto periodo de tiempo, en tan solo unos meses. La cabeza no para de dar vueltas, vueltas inútiles, y sin darme cuenta intentando descifrar que es lo que hacer con mi vida y como superar la barrera que me impide conseguir mi objetivo lo único que ha pasado es el tiempo, la vida ante mis ojos, para después preguntarme, ¿por qué no hice nada al respecto? ahí está la cosa, el qué, que hacer ante situaciones como estas en las que la ansiedad te domina y no te deja espacio para otra cosa, solo queda obsesión, obsesión y más obsesión.
